Taberna La Mina, Madrid

Taberna ideal para comer todo tipo de marisco, que venden al peso. Lo mejor para mi fueron las zamburiñas y los bogavantes, ambos espectaculares. También pedimos coquinas, percebes, gambas y calamar y la verdad que todo muy bien. Es importante pedir todo al principio, porque después se acaba. De postre tomamos la tarta de queso y unas mini tartitas con crema que tienen, correctos ambos. Para 4 personas pagamos unos 200 euros en comida, que está bien teniendo en cuenta el producto. Buen servicio y ambiente. Me comentaron que es muy difícil reservar.

Bien. Una tabernita d toda la vida, donde la especialidad siguen siendo las gambas a la plancha

Como está de moda, abusan del incauto.
Pero a dos manzanas, en Bravo Murillo, tienes la versión auténtica del bar madrileño.
El "mosquetero" (gran mote) es un fantoche.

Una grata sorpresa con este sitio. Marisco de calidad y a precios razonables. Todo lo que pedimos estaba muy rico y sabroso. El pulpo se deshacía en boca.la camarera que nos atendió fue un encanta y nos supo aconsejar perfectamente. Haciéndonos recomendaciones fuera de carta y muy importante, especificando el precio de cada cosa para que luego no hubiera sorpresas. Volveré!

Fuí con mi amiga a comer por recomendación y nos encantó. La comida riquísima y una atención excelente. Muy recomendable. Todo exquisito. El pulpo a la plancha es lo más. No dejen de probar la tarta de quesos de postre. 100 puntos

Una pena que un sitio en el que se come tan bien y al que llevamos yendo años nos haga sentir incómodos por la cantidad que pedimos. Sorprendente que te reprendan en una taberna por un consumo por persona de 15€. Esperamos que solo fuera cosa de la camarera de la terraza, pero sin duda fue una experiencia lamentable. No repetiremos.

Muy buena recomendación de un amigo. Tienen un poco de todo, el lugar se siente cozy y de barrio. La comida está buenísima y los precios justos. Para comer o sólo pasar y beberte alguna copa.

Para mi la perfección de taberna. Una caña perfectamente echada, una carta corta pero con tapas exquisitas, un servicio siempre de 10 y encantador y siempre con productos de temporada
Buena selección y variedad de vinos
Llevo años yendo y nunca me canso
En la terraza el tiempo vuela, tardes de 9 horas
El fallo que siempre está reventado

Calidad suprema en producto y servicio. No hacen reservas por telefono.

Los camareros son encantadores.
Parada obligatoria en Madrid

Ha sido recomendado, y fui a ver qué tal, todo muy rico, mucha calidad y simpatía, quizá un pelin caro