Tagaste Madrid - Residencia Universitaria
Direccion | Calle del Gral. Pardiñas, 34, Madrid |
Telefono | +34 914 35 41 80 |
Horas | 00:00-24:00 |
Sitio web | tagaste.com/residencia-universitaria-madrid |
Categories | Residencia de estudiantes |
Clasificacion | 4.3 4 opiniones |
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Tagaste Madrid - Residencia Universitaria opiniones
4Me ha gustado la residencia está brutal, me encanta, los cuartos, todo me ha gustado
Buena disposición en las habitaciones, ambiente familiar, muy buena comida,
Gracias a Tagaste mi estancia en Madrid ha sido una experiencia cómoda y fantástica. Y quiero resaltar al personal que ha sido super atento y agradable conmigo en todo momento.
Estancia de duración de mes y medio en Tagaste.a) Cuestiones positivas:
Localización excelente en pleno Barrio de Salamanca y personal, por lo general, amable y agradable (mención especial y positiva a Rocío, Alba, Ángela y Gabriela en recepción y a José en cocina; que son personas muy atentas).
b) Cuestiones negativas:
Limpieza de las habitaciones solo 1 vez por semana (lo que es insuficiente sin perjuicio de la posibilidad de pedir toallas limpias) y comida, con alguna excepción, de poca calidad.
Y lo peor de todo: la falta de sinceridad por parte de la gerente de la residencia (Marga).
Llamé para pedir alojamiento para dos personas (es decir, 2 habitaciones) y me dijeron que solo había 1 libre disponible pero que, al ser ésta grande, era posible añadir una segunda cama. Aceptamos y, al par de de días, tenemos constancia de que a otra persona a la que conocíamos le habían dado una habitación.
Escribimos por email a la gerente pidiéndole explicaciones y manifestando nuestro malestar por habernos dicho algo que no era cierto.
En respuesta a dicho correo, Marga nos llamó pidiendo perdón por no habernos ofrecido la habitación que, según ella, se había quedado libre y nos aseguró que, en caso de quedar alguna más libre, seríamos las primeras personas en saberlo dándonos preferencia.
Nunca llamó ni avisó de la existencia de más habitaciones y, cuando llegamos allí, nos encontramos con que otra persona conocida había sido aceptada en la residencia.
En resumen: siempre hubo más de una habitación cuando llamamos la primera vez pero la intención de Marga fue alojarnos a dos personas en una sola habitación para seguir teniendo más habitaciones libres que ofrecer y resultarle económicamente más ventajoso. Con dicho objeto, no tuvo reparo alguno en engañarnos en cada ocasión que hablamos con ella.
Y, por supuesto, tampoco llegó nunca a presentarse el día de nuestra llegada ni intentó, al menos, inventarse una excusa creíble para su vergonzoso comportamiento.
Así mismo, durante nuestra estancia fuimos testigos de la existencia de otras habitaciones libres que no eran precisamente las definidas por Marga como "la habitaciones de reserva para imprevistos".