Teatro Real

Magnífico teatro, de los mejores de Europa, y conozco unos cuantos, con muy buenas producciones y con un comportamiento ejemplar en estos tiempos difíciles de pandemia.

Me sorprendió la puntualidad.
El Peter Grimes, excelente, en música, escenografía e interpretación, tanto de los solistas como del coro y las docenas de actores.

La ópera también es cultura. Y también cultura moderna. No hace falta restringirse a Verdi o Wagner.
En el Teatro Real también se pueden ver obras actuales del siglo XX como Peter Grimes.
Merece la pena ver ópera, aunque solo sea una vez en la vida. Y para una vez en la vida, no vale la excusa de que es caro.
"Nadie vende duros a peseta"

Muy decepcionado con este emblemático lugar. Mi familia hemos estado en un palco lateral de lo más incómodos, la visibilidad el escenario está muy reducida, debido a que estábamos en 3° fila y las dos personas que había por delante dificultaban la visibilidad. Hemos salido casi con estrabismo pues había que mirar con un ojo el escenario y con el otro ojo la pantalla de traducción, eso cuando las personas de delante permitían el campo abierto a nuestra visual. Las sillas altas donde nos hemos tenido que sentar, son similares a las que hay en los bares, con un reposapies de madera y acaso respaldo, lo que supone todo una tortura el aguantar allí un espectáculo.
Me parece increíble que se llegue a cobrar una entrada para estar en estas condiciones más en un sitio tan especial con es este y que los diseñadores, decoradores, arquitectos, etc que realizaron el estudio de remodelación de este carismático edificio no se dieran cuenta de lo incómodo que puede resultar este Teatro Real de la Ópera