The Burger Lobby, Madrid

Esta ha sido la primera prueba de buscar un restaurante para comer fuera en nuestras nuevas oficinas (como es costumbre nuestra algún que otro jueves). No podía haber sido más decepcionante.

Para empezar aunque nos han sentado rápido y tomado nota rápido (normal, el sitio estaba solo con 3-4 mesas ocupadas), han tardado la vida en servirnos el primer plato.

En mi caso unas lágrimas de pollo (con otro nombre pero eso es lo que eran) con salsa barbacoa. La salsa barbacoa la típica que te ponen en cualquier cadena y el pollo pues poca cantidad y sin nada especial que destacar. El plato era mucho más grande que la ración y debería haber traído aunque fuese un poco de lechuga o tomate para acompañar y que no pareciera tan triste.

De segundo plato me animé por una ensalada césar que de nuevo me parece escasa para ser el segundo plato (como primer plato podría haber tenido un pase). Venía servida en un cuenco hecho de tortita crujiente que tenía un sabor muy simple y que dada la escasez de salsa césar pues tampoco podías remojarlo para darle sabor. A destacar que el pollo de la ensalada césar tenía el empanado quemado en muchos de sus trozos. El queso que le pusieron era en lonchas troceadas y no me ha gustado tampoco ese detalle. Por algún motivo, este plato si que traía lechuga acompañando, cosa que me parece raro para acompañar a un plato que ya lleva lechuga.

Y para rematar el postre, una tarta de zanahoria que a pesar de tener un bizcocho muy jugoso no me sabía a tarta de zanahoria y eso es imperdonable para mi dado que soy muy fan de la tarta de zanahoria (creo que es la segunda tarta de zanahoria que me decepciona al 100%)

No sé si a platos individuales estará la cosa mejor pero yo tengo claro que no me pienso arriesgar a averiguarlo, prefiero mil veces el menú o los platos individuales del VIPS que tiene justo enfrente.

Ojo con las reseñas falsas como las de Juan Carlos Fernandez Castro que es el dueño y probablemente sus amigos sean también los que comentan sin decir ningún detalle sobre el restaurante.

La primera toma de contacto con el sitio no ha sido muy prometedor, a pesar de que el local luce bien, tiene una amplia terraza y la carta parece interesante, la comida en si no esta lo suficientemente buena.
El servicio ha sido lento en servirnos el primer plato, "casi acabamos con la bebida", y mi primer plato (mozzarella sticks) me ha parecido algo triste y escaso, o le pones un poco mas de cantidad o algo de acompañamiento para disimular. El segundo la crispy chiken burguer, era un filete de pollo empanado con una loncha de queso, el pollo estaba poco hecho, y para ser pollo y congelado no quedaba bien del todo, el pan de la hamburguesa, estaba duro, no se si ha coincidido así, o es por el propio tipo de pan, que ni siquiera me lo he comido, y el resto del relleno que estaba en el plato era una triste rodaja de tomate, ni siquiera una hojita de lechuga. Aún el postre podía salvar la situación, desde lejos veía la vitrina llena de tartas, me pedí la tarta de chocolate, y mas seconata e insípida no podía estar. Una decepción, mis compañeros pidieron tarta red velvet, y tarta oreo, estas "sabían" igual, solo se salvó la tarta de zanahoria que sin un sabor espectacular es la que mas jugosa estaba.
Una decepción el menú, no sabemos que tal estarán los platos sueltos, solo espero que mejor.

Hay varios locales de esta cadena por Madrid. He ido en dos ocasiones a este en concreto, pidiendo en ambos casos el menú del día, una de ellas muy decepcionante, donde la comida dejaba mucho que desear en cuanto a calidad y cantidad, pero fue hace varios meses.
La segunda visita, por darle otra oportunidad, en cambio me dejó muy buen sabor de boca, el único "pero" que le pondría sería la lentitud del servicio, en cuanto a cantidad y calidad de la comida del menú del día estaba bastante bien, la carne en su punto y jugosa.

El sandwicth cubano tiene una salsa que está buenísima. Es la segunda vez que voy y volveré más veces. Muy buen servicio