UCM: Faculty of Political Science and Sociology, Pozuelo de Alarcón
Direccion | Campus de Somosaguas, s/n, Pozuelo de Alarcón, Madrid | ||||||||||
Telefono | +34 913 94 29 60 | ||||||||||
Horas |
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Sitio web | politicasysociologia.ucm.es | ||||||||||
Categories | Universidad pública, Escuela universitaria | ||||||||||
Clasificacion | 2.4 15 opiniones | ||||||||||
UCM Facultad de Ciencias Políticas y Sociología | |||||||||||
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UCM: Faculty of Political Science and Sociology opiniones
15Mal sitio para aprender. Solo sectarismo y ideología única. Mejor elegir otro sitio para estudiar y aprender de verdad.
1. Hay profes malísimos pero malísimos. A pesar de eso hay docentes que dejan huella como Álvarez Chillida, Mario Sánchez, Elena Casado, Diego Guerrero, Eddy Sánchez, Víctor Abreu…
2. La biblioteca está bien y la estética que hay algunas zonas están bien.
3. Hay mucho niñato y niñata con dinero que van de black Panther
En resumen: Una facultad como otras en la que te encuentras mucha gente estupida pero te llevas amigos, amigas y buenos recuerdos de las clases tras pasar por allí 5 años.
Está muy descuidada, la comparas con las facultades del campus de Moncloa y no hay color, una pena
No es la universidad de Basilea, pero tampoco tenía esas expectativas, drogas hay, libros también. Tiene un entorno con nula hostilidad. Los docentes no son magníficos en su mayoría pero bien.
Es curioso como los supuestos comunistas que quieren ayudar a la clase obrera hacen pintadas que posteriormente lo tendrá que limpiar clase obrera… esa facultad esta llena de gentuza.
Un cuchitril, clases enanas, poca higiene, paredes pintadas (las de su casa no las pintan ojo, pq mamá les riñe)
Yo estrene está Facultad en 1987, todo nuevo e impecable hasta que en 1988 llegaron los estudiantes de Ciencias Políticas y empezaron las pintadas
Facultad que me ha traído sensaciones agridulces.
Por un lado, si tuviera valorar la atención administrativa en general de la UCM, y de secretaría en particular, me sobrarían estrellas, pues ha sido lo que más dolores de cabeza me ha traído. Teléfonos que no te cogen, emails que contestan con suerte semanas después, colas bastante largas la mayoría de veces que necesitaba hacer un trámite, etc. He sentido una escasa ayuda al estudiante por parte de la institución.
Tampoco me ha gustado nada el ambiente pictórico digno de Atapuerca que se puede observar dentro y fuera de la Facultad con el beneplácito de la cúpula de la misma, sorprendente sobre todo en una Facultad donde los colectivos y asociaciones estudiantiles dicen luchar por la educación pública (parece ser que el maltrato de herramientas y del espacio público como son las paredes no es educación pública y por ello es legítimo.).
Por otro lado, sólo tengo palabras de agradecimiento a los profesores del grado de Relaciones Internacionales. Son el mejor activo que tiene esta Facultad. En un lugar tan políticamente marcado, se agradece que los profesores, de ideologías diferentes, primen la enseñanza y el aprendizaje práctico sin adoctrinamiento. Si bien es cierto que no hay idiomas, y que en los dos primeros años, hay asignaturas que poco tienen que ver con la carrera en sí, y eso se nota en algunos casos hasta el punto de querer abandonar, al final acabas disfrutando el grado, ya que la gente es estupenda y no sólo sales con el título, sino también con amistades increíbles.
Eso sí, hubiera preferido haber estudiado el grado en un ambiente más universitario como el Campus de Moncloa.
Bastante decepcionado, venia con ganas de conocer gente, y me he encontrado con un ambiente desolado
Buen ambiente pintadas to guapas, con covid no se disfruta, ya han abierto la cafetería de estudiantes
Yo vine a estudiar.y me quedé a vivir. Bueno, en puridad no sabría decir si vine a estudiar, a escuchar una conferencia o exactamente a qué. ¡hace ya tantos porros de aquello! El caso es que desde el principio me encandilaron los hipnóticos sones de los bongos junto a la entrada de la biblioteca, me atraparon los divertidos juegos de pelota y de lanzar el disco junto a las aulas y me absorbieron los balsámicos aromas (o más bien los absorbí yo) de los narcóticos y alucinógenos que pueblan el aire de esta lisérgica facultad. No sé cómo sucedió, pero un día me di cuenta de que había encontrado mi hogar en unos cartones de desecho, cerca del puesto de chucherías, donde se acomodaba también una estirpe de chuchos. Aquí está ahora mi casa y aquí crío a mi familia, que es de lo más variada y multiétnica, como impone el Zeitgeist: tengo pulgas, chinches, liendres, cepas de la varicela. Eso sí, aquí estamos protegidos del coronavirus: ¡si se le ocurre entrar, le contagiamos nosotros!
Instalaciones aceptables. Profesores se preocupan por hacer su trabajo lo mejor posible, salvo Miguel S. Valles.
Sin duda la mejor facultad de España. Excelente profesorado y estudiantes muy dinámicas y comprometidas con lo social. Imprescindible para conocer los movimientos sociales y la política española.
Llamarlo facultad es insular a la inteligencia humana. Está lleno de perroflautas y de gente de extrema izquierda.