Vara Origen 1961, Griñón

Sitio minimalista y con su encanto. La gestión de reservas bastante mejorable.no actualizan reservas en la tablet.
Carta limitada, no hay mucha variedad, la comida bien elaborada.
Las raciones son pequeñas, el servicio quizá desbordado no da para atenderte, una vez consigues que pasen por tu mesa, trato agradable.

El tiempo en sitio es muy bonito el personal anmable pero para un café esperé bastante además compre una napolitana de chocolate para llevar y fue incomible. Gracias por la invitación, volveré a tomar café pero es un error muy grande guardar bollería del día anterior y tenerla expuesta en las vitrinas

De vuelta del verano encontré esta cafetería-bar nueva. Hace unos días pedi una caña, es una marca gallega de buena calidad y estuvo bien servida, lástima que el aperitivo no estuviera a la altura, fueron un pocito de revuelto de kikos.
Hoy domingo me acerque a la panadería, era la tercera vez que iba, y pedí una barra de pan
candeal de picos. La señorita, muy amable, me dijo que se habían acabado pero que podía hornearme una y recogerla más tarde. Le dije que de acuerdo, que pasaría a por ella.
Unos 50 minutos después pasé a recogerla, y me contestó que la había hecho, pero que una compañera la había vendido. Me fuí. Puede que sea una buena cafetería y panadería, pero necesitan pulirse mucho en atención al cliente.

Solo conocíamos el restaurante que tienen en Illescas porque nos casamos allí, y teniamos ganas de ir a conocer este sitio porque sabíamos que iba a ser espectacular también.
Todo buenísimo, cuidado al detalle, nos atendió una camarera muy maja y agradable. Y Jesús, el dueño como siempre que ve a alguien, se acercó a saludarnos. Un sitio muy bonito, la decoración, todo casero.
Desde pequeña no comía una bamba de verdad, con nata de verdad.
Como siempre, gracias y enhorabuena!
Lo que es diferente de este sitio a los demás, siempre es el trato, esa es la esencia y que siempre está todo espectacular!