Asador de Perleta, Elche

Calidad precio un restaurante muy recomendable.
Trato fenomenal.
Ideal para ir en familia.
Comida muy buena.

Carnes a la brasa a un precio muy aceptable. Está buenísimo todo lo que aquí hacen, ya que además de tener buen género, se nota que el cocinero le pone cariño. Repetiré.
Mi puntuación es por los desayunos/almuerzos, pues nunca he ido a comer o a cenar.

Servicio muy bueno, el almuerzo con carnes a la brasa de categoría la ensalada de tomate normal tirando a floja, la jarra de cerveza bien fría y bien tirada.

Almuerzos muy ricos
Ensalada al centro
Pinchito tortilla
Y carne asada variada al centro.

A comparación de los almuerzos deja mucho que desear lo único bueno que pueden entrar mascotas eso sí atadas pero el suelo está suelto

Siempre voy allí porque tienen muy controlada la comida sin gluten para celíacos y la posible contaminación cruzada

Super caro por ser domingo de ramos, pedimos arroz a banda y venían las gambas sin pelar y los mejillones con concha. Además el menú de niño: dos croquetas y una mini hamburguesa por 15€. No volveremos

Un sitio fantástico para almorzar, el almuerzo incluye una ensalada, pincho de tortilla, bocata y café.
Un precio más que correcto.

El servicio nefasto, camarero que se pasa de gracioso y pesado, dueño va de humilde y no resolutivo y estafador, concertamos menús a 22 euros adulto y niños a 12 euros, para fiesta cumpleaños, cuando nos trajeron la cuenta nos cobro 25 euros por cubierto incluido los niños y adultos. Sin más explicaciones, le pedimos explicaciones y nos daba largas con aires chulesco, le dijimos que habían perdido un cliente y nos contestó esto: y yo que lo vea con mis ojos. Deja mucho que desear como empresario y persona. No lo recomiendo en absoluto. Mejor ir al ventorrillo dura un trato excelente

Almuerzo variado buenisimo sin duda un lugar perfecto para sorprender a la familia y amigos con un buen almuerzo. La atencion muy buena

Una experiencia NEGATIVA.
Hice una reserva para celebrar el cumpleaños de mi mujer con familia. El trato horrible. Éramos 13 adultos y 3 nenas que sólo una de ellas tomo un menú, otra un plato suelto y otra que sólo picó algo del plato de su madre.
Finalmente nos cobraron 16 adultos a 25€ en vez de a 22€ como me explicaron por teléfono en la reserva. El supuesto jefe, un hombre bajito, calvo y con gafas habló de mala manera a mi señora haciéndola llorar en su cumpleaños.
Evento nefasto y estropeado por la codicia y mal respeto del DUEÑO.

En cuanto a la comida, normal, sencilla y típica de barracón.
Nunca he visto un trato igual. No estoy contra del criterio a la hora de cobrar, pero si en su forma maleducado de dirigirse a un cliente.
Como vecino de Perleta no recomiendo nada este lugar. POR FAVOR pasen de largo y hagan uso de otros lugares, buenos, nobles como el Nugolat, cachito o Tiro pichón.

No volveré nunca y no recomiendo ir. Venía de los Arenales del Sol y buscaba un asador donde comerme un bocadillo de chorizo tal como aparece en sus fotos.
El dueño/encargado nos tiene esperando 10 min, no nos coge ni la bebida. A otro camarero le decimos que no queremos el menú de 22€/persona sino un simple bocadillo. El camarero se acerca al dueño y este le reprende "estate en tu lado".
Esperamos y se lo volvemos a decir a una camarera, nos dice que hacen bocadillos a 3,5-4€ y nos muestra la oferta de carne a la brasa para el bocadillo.
En esto que vuelve el dueño/encargado y nos dice: "yo no hago bocadillos! ".
Trato: mal, muy mal
Sitio: no es el mejor
Aspecto del restaurante: imagínate si no han quitado el cartel de feliz navidad de la puerta aún en julio.
Como dice el refrán: "viendo al melonero, se ve el melonar".

La comida estuvo genial, Menú de 15€ (un pelín caro para menú diario) las camareras muy amables. Había paella de marisco solamente y tuvieron la gracia de cambiarlo por panceta+huevo+patatas.

Jamás volveremos a este sitio!
No sabemos si era el dueño, o el jefe de camareros, pero en un momento dado nos trato de forma déspota y desconsiderada. Éramos un grupo de 21 adultos y 12 niños, entre los niños habían 2 especiales, uno autista que pidió menú infantil, y mi hija con brackrets, la cuál ya había avisado que no comería nada del restaurante (yo me llevé su comida y bebida) pusieron una mesa aparte para los niños, pero el chico especial quería y debía comer con los adultos, aquí viene lo gracioso, a mi hija la acusó de comer los entrantes de la mesa, y por más que le explicamos que no, él seguía insistiendo que sí, y después dijo que el menú infantil del niño autista, no lo podía servir en la mesa de adultos, con lo cuál los padres tuvieron que pedir un menú de adultos, del cuál apenas comió el chico. Nos pareció un trato injusto he inhumano, eso sin mencionar que la comida era muy mejorable. Nos dejó muy mal sabor de boca en todos los sentidos.

Hemos ido a comer con las familias a este lugar, unas treinta personas, los niños en una mesa y los adultos en otra. La comida no ha sido muy allá, el jamón frío recién sacado del frigo, la ensaladilla y las gambitas sin sabor e igual de frías que el jamón, si lo sé no pido arroz con pulpo y pido algo a la brasa.que para 22€ por persona, se han pasado.
Si a ello se añade el comportamiento usurero y de arañabolsillos que ha tenido un empleado, no sé con qué cargo, porque ha cobrado como adulto a una niña, que tenía los brackets puestos hace dos días (su madre ha traído unos batidos y agua por ello y estaba avisado el local), por probar una croqueta de un menú de sus padres y el cobrar como adulto también a un chico con autismo por sentarse en la mesa con sus padres y pedir un menú infantil que consistía en una hamburguesa porque el chico no come mucho, pues termina por empeorar la comida y empaña una jornada con unos amigos.
No lo recomiendo por la relación precio y calidad sazonado con un comportamiento que deja mucho que desear.

Para comenzar, calidad precio de la comida nada del otro mundo pero aceptable y el camarero más alto muy agradable y pendiente pero ahora viene lo denigrante de este sitio. Ibamos con una niña y aunque les dijeron que no iba a comer y que llevaba su comida, justo antes del plato principal nos dijeron que les estaban poniendo platos a ella también, la madre aunque insistió en que no había comido, no pusieron plato principal a la niña, ni postre, nos cobraron su menú. Puede haber diversas opiniones acerca de este suceso, yo tengo la mía y el camarero, bastante maleducado por cierto, puede tener otra. Pero aquí viene ya el colmo de los colmos, íbamos también con un chico con necesidades especiales que sus padres previamente siempre avisan que aunque pide menú de niños se sienta al lado de sus padres Y NO HAN CONSENTIDO PONERLE EL MENU DE NIÑOS, han dicho que por “política de la empresa” a ese chico había que ponerle el menú de adultos, la verdad, no sabía que en pleno siglo XXI existían políticas de empresa tan excluyentes y vergonzosas. No os penséis que todo esto lo dijo con educación, vino con aires chulescos y nos dejó a todos petrificados. Para la exclusión social no hay opiniones. Situaciones innecesarias para no volver.

Realmente lamentable.
Se echa de menos la posibilidad de no poner ninguna estrella como valoración y por eso le he concedido una.
Hemos estado hoy allí celebrando una comida entre amigos con familias en la que se contaban 22 adultos y 12 niños.
El establecimiento preparó dos mesas diferenciando a los menores de los adultos.
Inicialmente se habían concertado 21 menús de adultos (22€) y 12 infantiles (12 €) porque una de las menores no iba a comer debido a que recientemente se le han colocado correctores bucales tipo "brackets" y no puede masticar cualquier alimento, de forma que su madre le llevó cosas para comer e incluso su propia agua.

En un momento dado de la celebración se ha acercado a la mesa de adultos un miembro de la plantilla del restaurante, cuyo puesto exacto no conozco pero que parecía tener cierta importancia, y ha preguntado por el organizador de la comida para decirle que contaba más personas en la mesa de adultos de la prevista y que tendría que cobrar un menú más. Se le ha explicado que la menor no comía y lo ha puesto en duda porque dice que había visto cómo su madre le daba un trozo de croqueta.
Nos quedamos todos sorprendidos, como buscando una cámara oculta, ya que era difícil de creer que lo estuviera diciendo en serio.

Le explicamos la situación pero no atendía a razones, e incluso continuó diciendo que otro de los comensales de la mesa de adultos, un joven discapacitado al que se le había pedido un menú infantil, no podía estar en la mesa con los mayores si no consumía un menú de adulto. El muchacho, lógicamente, necesita estar en la cercanía de sus padres para su propia tranquilidad y la de ellos, pero el impertinente del camarero continuaba diciendo que "la política de la empresa es esa" y que si querían mantenerlo allí debería abonarse el menú de adulto.
El padre, no deseando mayores complicaciones, le dijo que le abonaría los 22 €.
El individuo se puso muy contento y dijo "¡Eso es, muy bien! " y se marchó muy contento.

Creíamos que todo había quedado aclarado (el joven pagaría los 22€ y la menor no pagaría nada ya que no había comido nada) y sin embargo, al ir a liquidar la cuenta al final de la comida le cobró al responsable también el menú de la menor, cosa que no fue advertida hasta revisar este la cuenta en su casa.
Se llamó por teléfono al restaurante para reclamarle semejante abuso (a estas alturas ya se sabía que no se trataba de un error), pero el camarero se puso como un energúmeno volviendo a esgrimir "la política de empresa" y colgó el teléfono al cliente.

Ni que decir tiene que, al margen de esta reseña, vamos a pedir la hoja de reclamaciones en el local y, de no devolverse el importe de ese menú, acudir a Consumo para poner en conocimiento estas malas prácticas.

En relación con la calidad de la comida, solo habría que decir que, independientemente del incidente de hoy, tampoco recomendaría a nadie que visite este establecimiento. El jamón era malo, cortado ayer y escasísimo. Las croquetas congeladas. La ensaladilla quedó en casi todos los platos. Los boquerones eran de mala calidad y mal limpiados y el arroz no sabía a nada, de hecho ofrecieron repetir y nadie lo hizo.

En fín, un despropósito. Si lo que quiere el dueño es hundir el negocio está haciendo un magnífico trabajo.
No recomiendo a nadie visitar este restaurante, es más, recomiendo no hacerlo.
Nosotros, desde luego, jamás volveremos por allí.

Muy buen sitio para comer y almorzar. Todo a las brasas y económico. El personal muy amable.
Tienen una terraza muy agradable.

Un trato excelente. Y buena comida a un buen precio!
Deberían arreglar un poco el interior y exterior y hacerle un lavado de cara.
Por lo demás, genial!

Todo buenísimo, menos el arroz, trato perfecto.
Recientemente hemos vuelto a ir y el arroz ha mejorado mucho, estaba riquisimo, el trato maravilloso, y el precio súper bien, sitio muy recomendable.