Casa Rural Sharíqua, Xèrica

La casa preciosa y muy bien cuidada, Anna una amfitriona estupenda. Tranquilidad, silencio, romance, con vistas estupendas, buen sitio para escaparse unos dias de la rutina diaria o para un retiro incluso, diria yo. Gracias Anna, por todo. Volveremos sin duda

Mi experiencia fue HUMILLANTE, inhumana, terrible, pésima, nefasta, indignante para cualquier ser humano que se pierde paseando por el campo MUERTO DE SED Y SIN AGUA con su mascota muertos de sed, ya que íbamos paseando mi perro y yo por el campo, PERDIDOS y me encuentro una casa pensando en un oasis y me acerco a la entrada y sin ningún ápice de educación nos reciben de muy malas formas y con maneras descompuestas, sin ningún motivo como si fuéramos delincuentes, nos dicen una mujer y un hombre que no pasáramos que tenían gato, a lo que respondo que yo también tengo gato y que mi perrita no va a hacerles nada, aparte que iba sujeta por la correa. Con una cara de asco y repudio nos dice la mujer, al pedirles agua para los dos, que no se la ve a mi perrita muy sedienta, a lo que le respondo que sí lo estamos los dos ya que nos hemos perdido dando vueltas por el lugar y estamos a punto del desmayo por deshidratación. Como ignorando nuestra situación crítica y con burla y mofa, Les costó un mundo darnos un simple vaso de agua sin más, rellenadome el cuenco de la perrita con asco diciendo la mujer al hombre que "QUE ASCO, NO TOQUES ESO", refiriéndose al bebedero portátil que llevo siempre para la perrita. Todo ello, humillante sin duda, su inhumana actuación me costó un ataque de ansiedad posteriormente al hecho sucedido, al poder comprobar lo INHUMANOS Y DESPRECIATIVOS que fueron en su desagradable trato hacia mi perra y hacia mi persona, máxime el estado de deshidratación que padecíamos por las altas temperaturas del momento. Sólo cabe decir lo siguiente: MIDE LA CULTURA DE UN PAIS POR EL CARIÑO Y RESPETO QUE SE LE DA A SUS ANIMALES, EL AGUA NO SE LE NIEGA A NADIE, MISERABLES MALEDUCADOS, ÓJALA QUE NADIE VAYA A VUESTRO REFUGIO DE MALAS PERSONAS, MALA ENERGÍA Y POCOS AMIGOS DE LOS ANIMALES, HAY QUE SER MISERABLES E INHUMANOS, LA CARA DE MALDAD E IRA DE LA MUJER ME LO DIJO TODO. Paz y Amor en Shariqua? FALSOS, HIPÓCRITAS! ÓJALA Y ALGÚN DÍA OS OCURRA LO MISMO Y OS ESTEIS MURIENDO DE SED PASEANDO POR EL CAMPO SIN AGUA CON VUESTRAS MASCOTAS Y AL PEDIRLE AGUA A ALGUIEN, OS TRATEN CON LA MISMA MALA EDUCACIÓN Y FALTA DE RESPETO HACIA LA VIDA, LAS URGENCIAS, LOS ANIMALES Y LAS PERSONAS, CON LA QUE FUIMOS TRATADOS NOSOTROS, MALEDUCADOS, MALÉVOLOS, SINVERGÜENZAS. Y, si es cierto que teneis gato, siento pena por ÉL, por los dueños con que le ha tocado vivir, Pobrecito de él. Por desgracia, lamentablemente, la familia no se elige, CUANDO UNA PERSONA NO TRATA BIÉN NI LE GUSTAN LOS ANIMALES, NO PUEDE SER BUENA PERSONA, PARA NADA RECOMIENDO IR A ESTE LUGAR SIN HUMANIDAD, NI AMABILIDAD NI AMOR POR LOS ANIMALES NI RESPETO NI EDUCACIÓN HACIA LAS PERSONAS. 100% X 100% NOOO RECOMENDALEEE EN ABSOLUTOOO

El sitio es ideal, la única pega, que está algo alejada del pueblo, pero lo compensan las vistas del mismo, que son ¡Espectaculares! La decoración de la casa, a nuestro entender, tiene mucho gusto. Respecto a la restauración, en la casa sólo se puede desayunar, unos días antes, cuando ya has reservado, te mandan un correo electrónico, donde te preguntan tus preferencias para desayunar, y, eso sí, el desayuno fue con todo lujo de detalles, y muy bien presentado.
Para comer, la dueña nos indicó un restaurante en el pueblo, "El Rullo", donde comimos una paella del señoret, muy buena.

El entorno es maravilloso y las vistas desde la terracita de la habitación extraordinarias y el desayuno bastante bueno, es lo más destacable. Por otro lado, no nos ha gustado nada la poca flexibilidad horaria para cenar: o cenas antes de las 9 o no puedes cenar en una mesa, teniendo en cuenta que no se puede cenar fuera por medidas covid y lo unico que hacen ellos es dejar preparada una mesa con platos y cubiertos, creemos que la rigidez es excesiva. Para evitar el malestar que esto puede causar a la gente que no le apetece cenar a esa hora/no le viene bien, podrían poner una mesa en las habitaciones y dejar un par de platos y cubiertos, no sé, alguna alternativa, las medidas covid las sufrimos todos. Un microondas en la zona común sería también de gran ayuda. No te sientes en casa, yo personalmente me sentía muy incomoda, tuvimos un incidente con el dueño cuando salimos a cenar a las 9.30 la primera noche que la verdad que truncó toda la estancia. Las dos cenas las hicimos allí porque no tuvimos más remedio. En fin, para quien le guste ir a su aire no es un buen buen lugar.

Descubrimos este fin de semana este hotelito rural situado en un enclave maravilloso.
La casona de estilo Naif y muy bonita tiene solo cuatro habitaciones todas ellas preciosas y acogedoras donde se cuida minuciosamente cada detalle y donde los propietarios Anna y Vicente abogan por un turismo sostenible donde se miman las sensaciones y donde el rey es el desayuno continental servido en mesa con productos de proximidad y caseros, que fueron un delicia y de los pocos que me he comido con tanto gusto en mis viajes.
En todo momento nos facilitaron las necesidades y Ana, que és un encanto de mujer, nos reservó mesa en un bar del pueblo que fue otro acierto y nos asesoró de lo que podríamos hacer en el hotel y en la zona.
Un sitio idílico para desconectar y conectar con lo que todos somos en esencia.
Naturaleza, silencio y animales en busca de lugares únicos que nos hagan sentir cosas.
Si buscas una experiencia diferente este es tu sitio.
Volveremos.
Gracias Anna.

Cuando sales de fin de semana lo que esperas es que te sirvan, pero aquí lo que sientes es que te acogen. El interior y el exterior de la casa tienen detalles solo propios de quien disfruta cuidándola. Con Anna la comunicación ha sido cálida y muy agradable, pero siempre respetando nuestra intimidad y sin explicaciones excesivas. Las vistas y el entorno son maravillosos, por supuesto, pero es el trato y el desayuno (una experiencia de productos caseros) lo que la convierte en mi mejor experiencia en una casa rural de la Comunitat.

Alojarnos un fin de semana en Sharíqua ha sido todo un acierto. Una casa rural preciosa, donde Anna y Vicente han cuidado todo detalle tanto por dentro como por fuera, pues la casa respeta la naturaleza y se mimetiza con ella, convirtiéndolo en un lugar idílico. Ni qué decir de lo cómodos y encantados que hemos estado con la habitación, que además de estar decorada con un gusto ejemplar, tenía unas vistas maravillosas al pueblo y a la montaña. Por último me gustaría destacar los desayunos, ¡espectaculares! Todo riquísimo y casero, pudiéndolo disfrutar junto al calorcito de la chimenea, el hilo musical suave de fondo y las mejores vistas a Jérica. Encontrar un sitio así ha sido todo un regalo para nosotros, y sin duda, repetiremos!

Unos días de relax en Jérica, en una casa rural estupenda, con vistas impresionantes, una habitación muy bonita y cómoda, un jardín maravilloso y sobre todo, desayunos inolvidables y hechos por Ana de la casa rural Sharíqua. Muy recomendable y una zona donde queremos volver. Muchas gracias Ana
A few days of relax in Jérica, in a beautiful country house, with breathtaking views, a very cosy and comfortable room, a wonderful garden and above all, unforgettable breakfasts made by Ana from the Sharíqua country house. Highly recommended and an area where we want to return. Thank you so much Ana
We waren een paar dagen in Jérica en logeerden bij een geweldig fijn Casa Rural, Sharíqua. Een adembenemend uitzicht, een heerlijke en comfortabele kamer, een prachtige tuin en bovenal een verrukkelijk en onvergetelijk ontbijt iedere dag bereid door Ana, heerlijk genieten. Zeer aan te bevelen en wij komen graag weer terug. Dank je wel Ana

Pasamos la noche del jueves aquí y ha sido todo un lujo. Las vistas espectaculares, el sitio preciosísimo, el desayuno buenísimo. Por la noche es una pasada ver las estrellas. Ir caminando al pueblo por el caminito es genial también, y en 10' estás allí. Se respira una paz y una tranquilidad difíciles de encontrar, y la atención recibida por Anna ha sido inmejorable. Sin duda volveremos! Un sitio genial para desconectar y descansar.

Maravilloso lugar. Increíble ubicación, vistas y cómo de bonito tienen todo. No falta detalle, muy limpio y la anfitriona muy amable. Sin duda repetiré.

Habitacion amplia, comoda y con una vista espectacular.
La casa llena de detalles y buen gusto. El desayuno maravilloso. La atencion de Ana y Vicente impecable. Ana nos dispuso una hermosa mesa para la cena que trajimos del pueblo para aprovechar tan espectacular casa y su entorno. Un entorno lleno de vegetacion incluyendo un sendero que nos llevaba al pueblo. Nos gustara volver, sin duda.