Cervecería Gambrinus, Alicante

Gran arte en el corte del montadito, no sabes si comértelos, ó liarte un cigarrito. Unos especialistas en el corte fino. Aparte de no brillar por lo ágil y atento del servicio.

Si lo que quieres es, que tarden en atenderte 10 minutos, que la bebida te la traigan 5 minutos después de pedirla y que los entrantes entre plato y plato pasen 20 minutos y que los mismos entrantes que pides para compartir sean tapas, es tu sitio ideal. Eso si los montaditos aunque tardan en traerlos están buenos.

En el intrigante mundo de Gambrinus, nos sumergimos en un laberinto culinario donde las respuestas negativas y los platos insatisfactorios se entrelazan en una experiencia única. A pesar de su enigmático entorno lleno de potencial, las limitaciones y desencantos se vuelven palpables. Sin embargo, en medio de esta travesía desconcertante, las cervezas actúan como un respiro temporal, ofreciendo un toque de alivio. Un viaje que desafía las expectativas, nos invita a imaginar lo que podría haber sido y nos brinda momentos fugaces de consuelo en este rincón culinario enigmático.

Hace unos años.
Buena cerveza y buenas tapas aunque no todos son iguales al ser una franquicia.
Hoy deprimente, las tapas y raciones de pena, no sé sin cambiaron de dueño, pero hoy una estafa, raciones pequeñas poca cantidad y poca calidad. No vuelvo

Fuimos a cenar el domingo, apenas había gente y solo con dos camareros los cuales se tiraron más de media hora para atendernos, tuvimos que pedir la bebida de todas en la barra y servirnos los vasos y las garras nosotros. Por supuesto no fuimos no esperamos a que nos cogieran comanda.
Pésima la atención y uno de los camareros contestando de mala manera cuando pedíamos que nos atendieran

Impresionante el tamaño ínfimo de las raciones y, para muestra, un botón. Un montadito de chistorra, como se ve en la foto, con dos pequeñas porciones para disimular que lleva algo. Se les dice y te comentan que esa es la cantidad y "que es así"

Paramos por casualidad, pero enseguida agradecimos haberlo descubierto. Una muy buena cer eceria, atendida por un buen servicio una muy buena carta de tapas y raciones, mejillones al vapor, zamburiñas, entrecot cortadito en tiras y con ajos tiernos, y unos muy especiales calamares pequeños a la plancha, una delicia todo.

20: 25 pedimos flamenquín, hígado con patatas y buñuelo de bacalao.

20: 40-45 nos traen el flamenquín y nos dicen que no tienen buñuelos de bacalao (tras 20min esperando). Lo cambiamos por bacalao con salsa de HUMUS.

21: 03 nos quejamos de la tardanza (fuimos Los primeros en pedir y otros ya estaban cenando).
Nos traen el bacalao con MAHONESA (era salsa de humus, según decían).

Les digo que sigue faltando el hígado y me dicen que no tenien. Tras casi 40min esperando. Y encima 10€ el bacalao con MAHONESA que se suponía era humus.

Nunca más volveremos.

Pedimos ensalada de tomate con ventresca uno estaba buena la ventresca se les puso mala, pedimos atún a la plancha y estaba pasado con mucha aceite y sin que no venía a cuento el aceite, pedimos solomillo al punto y por dentro estaba frío, los calamares a la plancha no es gran cosa por no decir que no lo volvería a pedir.nose si volveré dentro de un tiempo a ver si han mejorado por darles otra oportunidad.espwro que mejoren

Tardaron tanto en atendernos que nos fuimos sin comer y sin opción de ir a otro lado de lo tarde que se hizo.
Falta de personal, camareros que intentan "apagar fuegos" con toda la paciencia de la que disponen.

Un 10 para Gema y Pablo, camareros del local que atienden al público con excelencia. Un 1 para Lola, la encargada del local que regaña de mala manera a los camareros cuando están atendiendo mesas fuera en la terraza, con un trato formidable, intentando que el cliente se marche satisfecho. La comida escasa. Mi consejo es que ello se marchen a otro sitio a trabajar y que elijan otro lugar los futuro clientes.

Nada más llegar pedí un tinto de verano y se ve me lo pusieron de una botella que llevaba abierta mil años porque estaba malísimo y sin gas. Los calamares, parecían de plástico todos iguales, de esos congelados que llevaban como una tira elástica que daba angustia al tragar, no pudimos comernoslos. El servicio lento y el precio.para la calidad que tienen es muy, pero que muy caro. Nada recomendable.

Es uno de mis sitios preferidos para comer en La Vila. Comida buena a buen precio y bien servida. El fin de semana es aconsejable reservar porque se llena. Solemos ir a menudo y nunca defrauda. Gracias

Comida excasa y baja calidad, la información de la carta y del menú no corresponde con lo que sirven, personal no atento a su trabajo

Restaurant familial nickel. Grand choix de plats. Cuisine maison. Jeux pour enfants. Écrans télé pour le sport. Bon emplacement et service rapide et attentif.

En mi opinion la comida y el servicio muy malo la comida esta regular y el servicio es pésimo, ya que un camarero responde de mala manera y eso dejo mucho que desear, las cosas que se piden no llegan a "tiempo" y llegan mucho mas tarde, la comida no esta presentable, ademas no puede ser que tengamos que pedir las cosas varias veces y que no te las traigan.
Yo se que no volveré hasta que no haya un cambio radical (cambio de camareros y un cambio de comida).

Muy mal servicio y las raciones pequeñas. 45 minutos esperando para unos montaditos. Pedimos un vaso hasta en 3 ocasiones y no nos lo pusieron, hasta la cuenta tuvimos que pedirla en 3 veces durante media hora. En definitiva, un desastre total

No pongo una estrella porque entiendo que una noche de Moros y Cristianos, con la marabunta de gente entrando tras el desfile es un momento difícil. Pero había 4 camarer@s atendiendo las mesas, otras dos personas tras la barra y otras dos personas que yo viera en cocina, que para el tamaño del bar ya está bien si te organizas. Pero mala es ya la organización si una camarera nos toma el pedido de las bebidas al poco de entrar y pasados 20 minutos (mi caña era una sopa) otra camarera diferente nos toma la comanda de comida: un flamenquín, salpicón de hueva, una empanadilla, montadito de lomo y otro de mojama.
La empanadilla, la mojama y la hueva son platos fríos, pero tuvimos que esperar otros 15 minutos para que otro camarero diferente pasara junto a la mesa, cual ninja, y dejase un plato con dos empanadillas (le agradezco que nos invitara a la que no habíamos pedido).
Diez minutos después el ninja dejó sobre la mesa el plato de salpicón de hueva, sin pan, tuvimos que pedirlo para que nos lo trajeran.
Diez minutos después otro camarero diferente, el 4°, pregunta si falta algo de traer.se lo decimos.
Cuando se cumplió la hora desde que nos habíamos sentado decidimos levantarnos para pagar en la barra y justo entonces llegaron los montaditos, no es que la espera hubiera merecido la pena, todo sea dicho. Los comimos con caras largas y pedimos la cuenta.
Cuando llegó la cuenta no me sorprendió que nos incluyeran en flamenquín, que nunca vimos sobre la mesa, pero corrigieron el error rápidamente.
Sé que no fuimos los únicos que tuvieron problemas, en varias mesas alrededor pasó lo mismo, tardanzas y errores en la cuenta. Yo no sé dónde estaba el problema, porque los camareros y camareras trabajaban sin descanso, pero creo que el sistema no funciona, y no se va a arreglar por mucho que el encargado o dueño, no sé quién sería, se cabrease como un mono, diera golpes y echara broncas al personal. Sí, nos dimos cuenta, y sí, da mala imagen.

Local con una agradable terraza. Siempre está lleno por lo que suelen tardar en atender y servir. Variedad en pescado y en montaditos. Muy rico todo.

Para ser atendido y pedir, 15 minutos. ️
Para la bebida, bien, rápido, pero una y no más. No sé preocuparon de si necesitábamos más.
Para que nos sirvieran el 1er plato, más de 10 min.
Los demás platos los tuvimos que reclamar 3 veces. Ya hasta tentado de pedir la cuenta y adiós, trajeron lo que pedimos después de 45 minutos, frío y escaso.
No me esperéis nunca más.