Jaramacil Albergue Rural, Castellón

Lo primero indicaría que era lunes 31 de Julio, hacía mucho calor y las habitaciones no tienen aire acondicionado por lo que se tiene que estar con las ventanas abiertas. Los propietarios del albergue regentan un bar que por las noches los clientes están en la terraza hasta altas horas bebiendo, riendo y disfrutando de las vacaciones. Por lo que nosotros tres adultos y tres adolescentes no pudimos dormir hasta que se fueron. Los propietarios fueron amables, pero quizás deban acondicionar el local para que unos puedan disfrutar en la terraza y el resto dormir en las habitaciones.

Atención vegetarianos¡Maravilla! Hemos ido a comer 6 vegetarianos (hemos avisado antes) y nos han preparado una lasaña casera con berenjena que estaba buenísima! Es difícil encontrar opciones vegetarianas en el pueblo y en este lugar cuidan este aspecto con mucho cariño. Las tapas también deliciosas, platos caseros. Personal amable y muy atento, da gusto ir a comer allí.

Un sitio 100% recomendable, la comida buenísima y el trato de Karla su propietaria, de sus chicos inmejorable, te hacer sentir en familia
Volveremos sin dudarlo

Es un bar amb unes habitacions dalt. Es un lloc molt petit pero no per descansar, per anar a fer uns vins o unes cerveces es un bon lloc pero no per dormir.
No ho recomanaria mai, almenys no en el cas de que vaigues smb nens petits o vulgues dormir pronte i aixecarte d’hora. Fins les 11/12 hi ha molta molta festa. Les cortines deixen pasar tota la llum de les faroles del carrer

Me encanta el ambiente del lugar, todo súper familiar. Las habitaciones perfectas, súper limpias y con una atención y predisposición de 10. Por no hablar de el servicio de comidas ¡Que espectáculo! Un servicio súper bueno y la comida de rechupete. Tiene camareros jóvenes y muy educados por no hablar de su profesionalidad. La dueña, un amor de persona, estuvieron súper pendientes de nuestras necesidades cumpliéndolas al 100 por 100. Volveremos pronto

Trato excelente por parte de todo el personal. Comida excelente. Los camareros son unos jóvenes de 10 te sirven con rapidez y alegría, siempre con una sonrisa en la cara. Buen sitio para dormir con niños en pleno pueblo y disfrutar de la naturaleza y de la gente del pueblo.

Teníamos reserva para comer y al llegar, no había ninguna mesa libre.
Tras media hora, nos colocan al sol en pleno verano y unos 20 minutos para sacar las bebidas.
Nos habían dicho que tenían paella en menú y resulta que no hay menús. Todo mal.
Por último, pedimos entrantes y avisamos que luego pediríamos algo más y sin problema.
Cuando vamos a pedir algo más, una media hora después, nos dicen que la cocina está cerrada.
Si lo hubiera sabido, optaba por pasar hambre

A ver como lo digo sin ofender.la comida incomible, el servicio horrible, y todo eso en 3 horas sentados para tratar de comer, con reserva, claro! Un desastre