Masía Xamandreu, Godella

Excelente lugar para celebraciones de cualquier tipo, en este caso fuimos invitados a una boda, y la verdad que todo resulto excelente, desde la atención del personal, la comida y los distintos ambientes abiertos y al final la disco móvil en lugar cerrado, buena pista para bailar y excelente sonido.

Celebramos la boda el 27 de Mayo, de Adrián y Sandra, fue todo muy bien.el cóctel y servicio de diez, la comida buenísima, atentos en todo momento los invitados salieron contentísimos sin duda de diez.

El sitio muy bonito, el menú estupendo, solamente algún pero a mejorar, el servicio de camareros/as mejorable.

Fui para un evento de graduación. Tiene parking, está bastante bien. No he probado comida ni aperitivo, solo la estancia en un hall de presentacion

Entrada bonita, hasta que giras por el camino de tierra, donde todo pasa a ser desengaño, mucho nombré y pocas nueces.
No vale lo que cuesta.

El salón es muy bonito y acogedor, el servicio era correcto y amable, en nuestro caso asistimos a un evento donde se hablaba en el centro del grandísimo salón y la calidad del sonido era muy mala, no nos enterábamos de nada estando en uno de los extremos. La comida pues bien, pero cantidades muy escuetas.

SON UNOS EXPLOTADORES, TE TIENEN 14 HORAS TRABAJANDO Y NO TE QUIEREN PAGAR EL SUELDO, SOMOS TRABAJADORES Y NECESITAMOS COMER.

Perfecto, los platos muy bien presentados y bien gustosos, buena bodega, precio a la altura de su calidad, no defrauda.

Asistí a una cena de congreso. La comida bien, los accesos al restaurante un poco complicados. Buen servicio y ritmo de platos.

Es muy bonita, la única pega es que de madrugada cuando quieres volver a Valencia, no van ni taxis ni uber ni ningún servicio público.

Nos casamos el 14/08/2022.una boda de cuento de hadas como quisimos bueno mejor de lo que esperábamos el servicio profesionalidad sobre todo mi metre Jose nuestra organizadora Celia muy meticulosos con cada detalle muy atentos a todo el día de la boda los invitados mis niños nstrs todo me quito el sombrero

El sitio es espectacular en cuanto al entorno, grandes jardines y todo bien cuidado, el lugar ideal para celebrar tu boda o reunión, estuve en celebración familiar y resalto lo ya mencionado y el nombre que tiene la finca, es sinónimo de calidad, precisamente por ese nombre deberían de tener en cuenta todos los detalles. El personal que te atiende y te sirve las mesas es extremadamente amable y atento pero necesitan aprender su oficio como todos lo hemos hecho, es decir, no puedes poner a un chaval sin ninguna experiencia a servir, lo que se debe hacer es para que ese chaval se convierta en un profesional debe de acompañar a alguien que le enseñé y no soltarlo en mitad de una boda y que se estrelle, repito la culpa no es del camarero la culpa es de quien decidió darle dos mesas grandes sin haberlo hecho nunca en vez de ponerlo con otro camarero con experiencia y que le enseñé, para mí es un error serio que no ayuda ni al camarero a aprender y que no pueden hacer.
Por lo demás todo correcto

Demasiadas bullipolleces en los aperitivos, para mi gusto. Por lo demás bien. Entorno bonito.

El lugar es muy bonito, y el servicio estuvo muy bien, la comida muy rica y todo muy bien organizado.

La masía muy cuidada y espectacular, la atención muy personal y agradable, muy recomendable.

Un DIEZ! Celebramos las Bodas de Oro el pasado 10 de julio. Inimaginable que todo fuese un DIEZ. Así ha sido, gracias a CARMEN, entregada hasta el extremo y al equipo que nos atendió ese día. Todos hicieron inolvidable esta celebración. Recomiendo esta Masía sin dudarlo! Gracias Carmen y equipo.

Precioso, inmenso, muy agradable, el personal encantador y de lo más servicial, la estancia allí resulta inolvidable. Altamente recomendable.

El sitio y todo muy bien, pero nos tocó el camarero peor qué tenían, por lo menos eso espero y quiero creer qué el resto eran más profesionales. Los lados de servir y recoger no los conocía el hombre, nos sirvió los sorbetes qué venían en una copa y las traía cogidas por el borde, vamos qué todas las copas llegaron con su dedo gordo dentro de la copa, allá dónde uno bebe el buen señor traía su dedo. Me manchó los pantalones y si siquiera se paró un momento para pedir perdón o ofrecer un quitamanchas, se marchó renegando a por más cosas. El menú no estuvo mal, pero tengo la impresión qué el vino tinto del final de la cena era puro garrafón. La música estaba tan alta qué tuvimos qué cenar sin hablar porque era imposible. Eso sí, el responsable me dijo dos veces muy amablemente qué la bajaría, pero ni caso.

Muy buen lugar para celebrar eventos, hacer hincapié en la atención de Carmina, que salvo una situación imprevista con mucha profesionalidad.

Magnífico lugar para celebraciones con una atención exquisita una gran calidad en sus platos y entorno incomparable.