Rastro de València

Hay muchas cosas nuevas y usadas, ¡puedes encontrar cualquier cosa para las pequeñas cosas!

El rastro en sí fue una pasada, había muchos sitios donde ver cosas. El horario está bien, lo único malo es que no hay casi ni una sombra, ni en los bancos, por lo que cuando llegan las 12 o así empieza a hacer demasiado calor. Además no hay ningún parking cercano por lo que tanto los coches que van a visitar como los de los dueños de los puestos se tienen que dejar fuera mal aparcados.

Mucha cosa vieja y pocas Antigüedades y estás demasiado caras, y gente visitante poco civilizada, cuando acaba el rastro queda todo lleno de basura.

Sitio perfecto para los amantes de las antigüedades, chollos y rarezas. Le falta alguna sombra porque el sol a partir de las 11, pega fuerte. Muy recomendable

Nada que encontrar si no se tiene acceso antes de las 9 h. Vía libre para que vendedores y vigilantes se compren y negocien todo entre ellos. En vez de dedicarse a montar / vigilar se dedican a comprar / vender mientras el público asistente se hacina en colas Interminables esperando a entrar, sin dar crédito a sus ojos observando tras las vallas metálicas el mercadillo previo a la apertura que se puede ver desde fuera. Algo inaceptable, que no debería de permitirse, con una dejación de funciones alarmante por parte de los vigilantes/ fuerzas públicas. Por otra parte, al entrar todo el público a las 9 de la mañana, la enorme afluencia de público resulta insana, insegura y muy desagradable. Si se abriese por Ej, a las 8 de la mañana, la entrada sería gradual y no todos de golpe, pero se acabaría el chollo para los que compran / venden antes de la apertura, con lo cual, no conviene y se mira hacia otro lado. Único rastro en España donde se permite esto. Una pena. A ver si los nuevos regidores toman nota… Consejo: Quédense en casa tomando café, saldrán ganando.

El rastro es un buen sitio donde encontrar cosas antiguas y curiosas mientras das un paseo. Si, la mayoría son trastos, pero a veces encuentras auténticas maravillas.

Lo malo es que está en una explanada y pega toda la solana, así que hay que llevar agua y gorro. Además de que solo tienes en frente el macdonalls si quieres comer o tomar algo porque no hay bares cerca. Además, como todo mercadillo de calle, debéis tener cuidado con los bolsos.

No tiene sombras, una pena para vendedores y clientes, otra curiosidad 2 puertas de entrada y salida

Esta bien el sitio. Todo organizado y bien delimitados los puestos de venta. El único problema que he visto ahora, que estamos al mes de Julio, que no hay sitios con sombra y no se si hay algún que otro banquito para sentarse. Aparte de esto, todo bien

Maravilloso, al sitio le faltan cosas, muchas, como sillas, no hay donde sentarse, fuentes de agua, cafetería, sombrarios, en verano no hay quien resista el pleno sol.
Por lo demás un universo de cosas para ver, miles de objetos maravillosos y que sorprenden
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Está muy bien, yebaba tiempo sin ir, y en su ubicación actual no había estado y me a gustado mucho, y en cuanto crezcan los árboles aún se estará mejor, allí puedes encontrar lo que te imagines.y más

El cambio de ubicación desmejorado la idea de ir por el contrario es mucho más cómodo y organizado en su estructura.

Está bien montado policía en la puerta recinto cerrado a buscar lo que te guste los domingos

El Rastro ya no es lo que era cuando estabaen la plaza Napoles Sicilia, o en el Mestalla. O
Quede muy impctado con las pocas cosa que vi y pocas paradas.
Enfin tal como esta no vale la pena ir.

First of all, there are armed police at the entrance and exit. Super unusual for here. Second, the quality of things is not high but then the prices seem low. It’s crowded with people who want to buy things for a couple euros.

Mejorable pero siempre puedes encontrar alguna cosa interesante. Buen sitio para encontrar libros de segunda mano a buen precio.

No vale para nada, ni tan siquiera su visita, puestos la mayoría de cosas encontradas en la basura o cosas así. No perdáis el tiempo.

Cada nueva ubicación es peor que la anterior y sobre todo más lejos. De Nápoles y Sicilia al Mestalla y de allí a Tarongers, la próxima en Port Bou. Lugar desangelado e inclemente, no parece que el rastro se considere un foco de atracción digno para propios y extraños. Una làstima.

Una muy mala experiencia. Todo lo que hay es lo que la gente se encuentra por la calle nada que merezca la pena

El Ayuntamiento de Valencia ha realizado un diseño para el nuevo rastro muy conseguido. Mezcla de patio carcelario y de campo de refugiados. El rastro es una parcela municipal al final del Campus de Tarongers, sin ninguna sustancia. Enfrente de un tanatorio, en la rotonda de los cactus, con un sólido vallado de hierro y hormigón en grandes cantidades. Estarán contentos. No hay un recinto más horripilante en esta bella ciudad. Los vendedores me protestan a mí, lo que sin duda obedece a que debo de tener cara de asesor áulico del alcalde. Nada más lejos, con esos concejales tan listos, no hago ninguna falta. Me dicen que no hay sombras, que no caben, y se mueren de calor en el inacabable verano valenciano. Hoy ha llovido y se han mojado cientos de libros, que habrán ido a parar a los contenedores de basura. No se equivoquen, no vayan a pensar que la visita no tiene interés, es recomendable para un domingo incierto. Hay cachivaches, de todas clases, algunos inservibles, y otros tendrán una nueva vida. Los libros en el suelo deberían estar prohibidos. Anticuarios, en un sentido estricto, no los hay. Los vendedores tienen puestos con mercancías sin especialización. Están aprendiendo a regatear sin tener que enfadarse. Esto ya es un gran avance.

Nueva ubicación interesante. Sitio vallado con entrada y salida diferenciadas. Seguridad a cargo de la policía Nacional. Al ser nueva la ubicación tiene árboles pequeñitos, por lo tanto sin ninguna sombra.