Residencia para Mayores Ballesol Valterna *****, Paterna

Quiero dar las gracias a todos los profesionales que ejercen su labor en Ballesol Valterna.
Cuantas dudas nos crea, decidir que nuestros seres más queridos los ingresemos en una Residencia…
Pues los nueve años que lleva mi madre como residente en Ballesol Valterna, nos han hecho disipar toda duda y sabemos que hemos hecho lo correcto. Mi madre esta atendida y cuidada con mucho cariño por todo el equipo de profesionales que forma Ballesol Valterna.
Sois de admirar!
Gracias!

Os damos las gracias mi familia y yo por haber tratado a nuestro padre como lo habéis hecho hasta el final. Volveríamos a elegir Ballesol sin dudar. Todo el personal de esta residencia merece la pena y nos sentimos muy contentos de la decisión que tomamos en su momento. Solo podemos deciros

¡¡¡Gracias, gracias y gracias!

Un saludo

Estamos tremendamente satisfechos con Ballesol Valterna desde que mi suegra ingresó allí hace casi un año ya. El trato y cuidados que recibe nos parecen muy profesionales, humanos y adecuados. Todo el staff se muestra muy preparado para la atención hacia ella cuando vamos a verle allí, que es muy continuo. No me gustaría y no sería justo dejarme ningún nombre pero Jesús, Andrea, Laura, Marta, Ana, Isa, Franco, Lucia, Jenny, Sandra, y tantas y tantas personas del staff de Ballesol Valterna que siempre muestran un óptimo trato no solo para los residentes, sino para sus familiares también. Las instalaciones están siempre impecables y con amplios espacios para disfrutar de nuestros seres queridos en el tiempo que estamos allí. Mi más sincera enhorabuena por el gran trabajo que hacen, no siempre fácil y siempre sujeto a un nivel de exigencia maxima por parte de los familiares hacia nuestros mayores.

Mala gestión, mala coordinación, nada de empatía. Para una estancia temporal, un lunes me dicen que había 7 plazas, mando la documentación pertinente, me especifican la cuantía y la fianza para un mes y el jueves por la tarde, después de insistir yo para planificarme me dicen que igual no hay plazas con el perfil de mi madre y que me lo confirman sin falta el viernes (a menos de una semana del posible ingreso). El viernes cansada de esperar las llamo yo a las 13h y no hay plazas. Han jugado con mi tiempo y mi planificación estival. No las recomiendo en absoluto.

Me parece una residencia buenísima, aunque el aire acondicionado a veces lo ponen muy frío

Estoy muy satisfecha con los cuidados proporcionados a mi madre durante su recuperación. Excelentes profesionales

CARTA ABIERTA PARA TODAS LAS PERSONAS QUE VIVEN SU PROFESIÓN EN LA RESIDENCIA BALLESOL VALTERNA

A veces, hasta me extraño de que, en general, las cosas funcionen razonablemente bien. Las casas no se caen, los coches circulan, los aviones despegan y vuelan, hay comida en los supermercados y medicinas en las farmacias, tenemos teléfonos, luz eléctrica, internet. Por lo general, al menos en los países desarrollados, como el nuestro, podemos vivir con tranquilidad.

Pero también es verdad que, constantemente, nos chocamos con nuestra mediocridad, nuestro egoísmo, con la estupidez y la falta de miras de los seres humanos. Una y otra vez, en el trabajo y en las relaciones sociales, la cutredad, la insolidaridad, el desinterés y la falta de responsabilidad hacen acto de miserable presencia. A menudo triunfa la parte menos noble de nuestra personalidad. Por eso, a veces, me deprimo un poco, y hasta me extraño de que, en general, las cosas funcionen razonablemente bien.

Para esos momentos en los que me deprimo un poco, tengo un truco. Que, en verdad, no es un truco, porque es real: me acuerdo de momentos, situaciones, proyectos e instituciones donde se diría que los seres humanos sacamos lo mejor de nosotros mismos, la parte más alta y noble de nuestras almas.

Yo, por ejemplo, me acuerdo de la Residencia Ballesol Valterna.

Llevé allí, viudo, a la madre de la madre de mis hijos, cuando el terrible síndrome de los cuerpos de Lewy la estaba torturando, y, por tanto, nos estaba torturando. Allí le dieron sosiego, paz, respeto y atención. Lo consiguió todo el personal que la atendió. Hasta que, finalmente, se apagó.

También mi madre pasó allí sus últimos cuatro años, alegrándose al vernos y al sentir nuestros abrazos, jugando con nosotros al parchís, a las cartas y al dominó, resolviendo problemas de mínimo común múltiplo y máximo común divisor, e informándonos de que mi padre (que había fallecido justo antes de su ingreso en la Residencia), acababa de estar con ella y se había ido a jugar al tenis. ¡El alzheimer, en su caso, casi fue una bendición!

Quiero daros las gracias a todas las personas que atendisteis a mis dos seres queridos, y que, por consiguiente, nos atendisteis a mis hijos, a mí y a mis otros seres queridos, aunque no estuviéramos ingresados en la Residencia. En ningún momento, durante diez años de visitas semanales (incluidas las virtuales durante la pandemia), vimos el menor detalle de desatención. Al contrario: fue siempre permanente y constante vuestro respeto, vuestro cuidado, vuestro cariño y dedicación.

Profesionalmente impecables. Humanamente admirables. Gracias por ser no un truco, sino un ejemplo real de dignidad personal y altura moral.

Juan Antonio Peña
Hijo de Carmen Bellver
Yerno de Cecilia Hernández

Mi experiencia y la de mi familia a sido excelente, gracias al trato humano del señor Alcazar y de todo su equipo. Sin duda la recomiendo a todo aquel que me pregunta.

Os damos las gracias mi familia y yo por haber tratado a nuestro padre como lo habéis hecho hasta el final. Volveríamos a elegir Ballesol sin dudar. Todo el personal de esta residencia merece la pena y nos sentimos muy contentos de la decisión que tomamos en su momento. Solo podemos deciros ¡¡Gracias, gracias y gracias!

No entendemos las reseñas. Para mi y mis hermanos es un orgullo como nos tratan (vamos casi todos los días) y como tratan a mi madre y al resto de residentes. Una pena que la gente culpe a la residencia de cosas que no tienen culpa.

Residencia totalmente recomendable, trato inmejorable. Personal encantador, pero sobre todo profesional.

Mi abuela estuvo ingresada sus últimos años. Estuvo bien atendida, íbamos a verla de continuo y nunca observamos malas atenciones y su se nos comunicaba cualquier situación. Todas las preguntas que queríamos hacer tenían respuesta y nos ayudaban.

Estamos realmente felices de habernos quedado con esta residencia donde mi madre vive cada dia mas contenta ya que puede pintar y cuidar de las plantas como a ella tanto le gusta. Os damos las gracias a TODO el personal

La verdad es que para nosotros no es barata, pero nos vale la pena el esfuerzo nuestra madre es muy dependiente y no tengo fuerza para moverla ni cuidarla bien.

Trato inhumano a los mayores. Estuvo un familiar y no lo asearon ni lo atendieron correctamente. Lo encontramos sucio y con moratones producidos por caídas que nunca nos comunicaron. Horrible la poca sensibilidad que tiene esta residencia con los ancianos. MALTRATADORES!

MUCHAS GRACIAS, la verdad es que no sé cuantas veces os habré dicho estas palabras que se quedan cortas. Nos habéis ayudado en los momentos más duros de nuestras vidas. Llegamos en una situación que nos parecía insalvable, nos habéis allanado el camino haciéndolo todo fácil y además posible. Mis padres han encontrado un nuevo hogar donde pueden seguir desarrollandose como personas a pesar de sus limitaciones y se sienten queridos, eso es tan vital como las medicinas y el cuidado personal. Muchas gracias a ti Jesús y al equipo que has creado que ha hecho todo eso posible. Y ahora que nos volvemos a encontrar con nuevos obstáculos ahí estáis de nuevo vosotros para poner soluciones y cariño.

Impecable, limpio, comida para los residentes de calidad y el personal es realmente amable. Acompañé a una amiga y aluciné. Recomiendo por lo que vi y por lo que ha descrito personas de mi entorno.

Recomiendo 100% está residencia.
Mi madre vive en ella y estamos encantados con el trato recibido.
Desde l@s auxiliares hasta las supervisoras (Ana, Mati, etc), las chicas encantadoras de recepción, médico, enfermer@s, etc.
Hasta como no, la dirección a cargo de Jesús que hace que en la residencia se respire un aire muy familiar.
Muy profesionales, intentan dentro de lo posible hacer las cosas bien, realizando continuamente actividades ludicas y festivas haciendo lo la vida más agradable a nuestros ancianos.
Gracias

Estamos muy agradecidos con la atención y el cariño que percibe nuestra madre y el trato que dispensan a los familiares. La atención sanitaria y la de todo el personal es esquisita y vocacional. A destacar la conjugación de actividades culturales, de ocio y recuperación cognitivas y físicas.
Muy recomendable.

Mi abuelo está encantado de vivir con vosotros, está mas activo que nunca. Gracias por quererlo tanto como nostros.