Riffland Elche, Alicante

Desde el momento en que decidí adentrarme en el mundo del canto y la guitarra, encontré en Riffland no solo una escuela, sino un refugio musical. Hace dos años comencé mis clases de canto con Susana sin conocer realmente mi voz ni entender cómo mejorar. Gracias a su enfoque personalizado y profundo conocimiento vocal, no solo he mejorado mi técnica, sino que he ganado la confianza para subirme a escenarios y compartir mi música con el mundo.

Lo que hace a Riffland especial es su equipo de profesionales excepcionales. Susana, una verdadera cantante en activo, no solo enseña técnicas vocales, sino que también comparte experiencias de escenario, haciendo que las clases sean dinámicas y divertidas. Cada lección es única, adaptada a mis necesidades individuales, algo que valoro enormemente y que rara vez se encuentra en otros lugares.

Además, el ambiente en Riffland es acogedor y familiar. El equipo se preocupa por tu bienestar mental y físico, creando un espacio donde puedes crecer no solo como músico, sino también como individuo.

En Riffland no solo aprendes música, sino que también descubres partes de ti que ni siquiera sabías que existían. La atención exclusiva y personalizada que brindan es incomparable. Gracias a Susana y a Óscar, he encontrado mi voz y mi pasión por la música ha florecido. Recomiendo Riffland con un entusiasta 100%, porque aquí no solo aprendes a cantar y tocar, sino que también encuentras un hogar musical donde tu talento y tu creatividad pueden brillar.

Profesionalmente son muy buenos. Óscar (guitarra) es paciente, perseverante y tiene grandes conocimientos. Domina la guitarra y la hace hablar y sentir al tocarla.
Susana (canto) es dinámica, persistente en sus objetivos y conoce a la perfección la voz y lo que la afecta.
Yo llevo dos años con ellos, tanto guitarra como canto, por lo que tengo una larga trayectoria cubriendo ambos servicios que ofrecen. Más en lo personal puedo afirmar que son bellísimas personas. Ofrecen un trato único, claro que siempre ajustándose a lo profesional.
Las clases son inigualables: Óscar tiene un estilo más calmado y Susana más activo, pero ambos efectivos.
Ponen gran atención a las necesidades del alumno y a su comodidad.
Profesionalmente en el mundo de creadores de música, son increíbles. Tienen un estilo que deja sabor, muy personal. Se comen el escenario y arrasan.
Para mí han sido una gran inspiración y ayuda como profesores, personas y músicos.

Acudo a esta escuela desde hace casi 4 años, en puntual a las clases de canto impartidas por la profesora Susana, quien me ha enseñado desde anatomía de las cuerdas vocales hasta dramatización al cantar, es obvio la experiencia vocal y musical que ella tiene (sin mencionar que tiene una voz fabulosa), cuenta con diversas estrategias de aprendizaje, material de apoyo, motivación, creatividad para con sus alumnos. Cada día que voy es distinto al otro, aprendiendo y mejorando.sin duda aprenderás a cantar en esta escuela, Susana me ha ayudado a descubrir lo mejor de mi voz. Por otro lado Óscar imparte las clases de guitarra, cuenta con una larga trayectoria, es un excelente guitarrista y con don de gentes. En esta escuela siempre se me ha tratado como si fuese de la familia

Voy a clases de canto con Susana y estoy encantado. Llevaba años pensando en dar este paso y creo que no podría haber escogido mejor profesora. Clases divertidas y adaptadas a tu estilo y a lo que te gusta. Me he atreviso a subir canciones mías a Spotify y creo que jamás me lo habría planteado de no ser por Susana y lo que me está enseñando.

Un lugar mágico, idílico para aprender música. Susana es mucho más que una profesora, es tu amiga e incluso tu psicóloga si lo necesitas. En Riffland uno aprende y se divierte al mismo tiempo

Voy a clases de canto. Llevaré un año yendo, y ya en tan pocos meses que estaba, mi voz se sentía como en casa. El trato de Sus es increíble, como te llega a subir la autoestima, como arropa a tus emociones, como te cuida. Es una profesora genial, he evolucionado vocalmente más de lo que creía. Óscar es súper agradable, aun que no haya tenido el placer de ir a sus clases. Pero quien sabe en un futuro jejeje. 5/5! <3

Si se pudiesen poner más estrellas, las pondría. Voy a clases de canto y la profesora simplemente no puede ser mejor, es como un faro. Tras tener una mala experiencia en una academia en el pasado, vine a probar a Riffland y fue la mejor decisión. La profesora al ser una cantante en activo te enseña todos los aspectos a saber sobre un escenario, además de hacer las clases divertidas y didácticas, dándote tu tiempo y teniendo una inteligencia emocional abrumadora. Simplemente es toda una profesional en lo suyo, tanto en conocimientos (por sus estudios musicales) como en el día a día como cantante activa. Lo recomiendo al 100%

Trato increíblemente cercano y formal. En mi caso Susana (profe de voz), me ayudo a encontrar mi voz y cómo gestionarla. Gestión espectacular y en caso de algún problema personal siempre puedes hablar y comunicar tu situación. 10/10 lo recomiendo

100% recomendable. He ido tanto a guitarra como a canto y Susana y Óscar se adaptan a lo que necesitas y te ayudan a conseguir tus objetivos. Las clases son súper amenas y, al mismo tiempo, exigentes porque les importa que saquemos lo mejor de nosotros.
Además, sabes que estás dando clase con musicazos acostumbrados a tocar y cantar en directo y eso es un plus.

Lamentablemente he tenido que cambiar mi reseña sobre este sitio, no quiero perjudicar a nadie pero en mi caso viajo mucho y las reseñas de los locales me son muy útiles. Quitando el sesgo de cada persona solo voy a contar lo objetivo y mi experiencia. Estuve 2 meses apuntado, se daba canto y guitarra. El profesor de guitarra siempre fue tremendamente amable (no di clases con él) y parecía que entendía y dominaba bastante, además los distintos estilos y tipos de guitarra. La profesora de canto te trata como un amigo y te hace sentir cómodo en las clases, no puedo evaluar sus conocimientos en tan poco tiempo porque yo no avance nada, uno de los problemas es que se pierde mucho tiempo en las clases porque se dispersa mucho, no hay una planificación clara, ni trabajo de canciones (o te pide que la trabajes y luego no la evalúa), es mucho más caótico, no sabes muy bien que practicar en casa ni que hacer. Aún así pensaba seguir pero estaban ajustando el horario y cuando me dijeron el nuevo (el mismo día 1) les di mi OK. Me pidió la transferencia en la misma mañana porque sino le daban mi horario a otra persona.le dije que estaba trabajando y que la haría al salir sin problemas. La conversación se zanjo cuando y como ella quiso con muy poca educación y malas formas. Recomiendo un poco de autocrítica porque por muy bueno/a que se considere uno laboral o personalmente no se puede tratar así a los demás. Me quitó mi hueco y como era su negocio me echó de la academia y no me volvió a hablar. No tuve ninguna falta de respeto con ella, solo le razoné que si ya llevaba dos meses apuntado y pidiéndome un Bizum trabajando podía esperar a que terminara, no considero que eso sea para hablar mal, zanjar conversación y expulsar de la academia. Muy infantil.

El lugar perfecto para aprender y avanzar con la guitarra y canto. Profesionales donde los haya con una atención exclusiva y personalizada. Para disfrutar de verdad de la música. Un 10.

Gran profesionalidad, me encanta. Estoy contentísima con las clases. Son los dos unos amores