Cal Fesol, Girona

El servicio muy eficiente y agradable.
La comida mal. Pedimos el menu y es caro por lo que sirven (25 €) escogimos els fasols con panceta (bastante quemada y seca) y els fasols con, tanto un plato como el otro eran los fasols hervidos y en el caso de la panceta frita y puesta encima. Los fasolets con setas más de lo mismo, no han visto la cazuela juntos en su vida. De segundo unas costillas de cordero muy secas y una butifarra de setas excesivamente cocida. Personalmente no pienso volver.

La chica que nos ha atendido muy simpática y agradable ahora bien, el precio del menú 25 eur por la cantidad me parece un robo.
No volveremos, pero la camarera muy agradable con nosotros.

No nos quisieron servir bebidas y nos tuvimos que buscar otro restaurante, el trato fue amable.

El restaurante es pequeño, acogedor. El servicio ha sido amable ya que nos han dejado entrar con el peludín. La comida ha estado bien, correcta. Tal vez el plato de fesols (habitas) con jabalí, hubiera estado bien que llevara más jabalí. Os recomiendo la ensalada de queso de cabra, els fesols (secas o habitas) que son la especialidad de la casa y de postre el coulant de chocolate.

Local acollidor i ben caracteritzat. Servei molt amable. Carta especialitzada en fesols, si bé no ofereix grans alternatives de plats.

Un sitio para volver lo recomiendo 100x100 la comida buenísima y una muy buena atención repetiremos

Lloc tranquil amb cuina tradicional, ideal per a tastar l'especialitat de Santa Pau, els fesols

La comida está buena, pero muy poca cantidad, media patata por plato! Añadir otra media son 3€, más los 3€ dels fesols, total que solo la botifarra te sale por 11€ más o menos, hay q ir añadiendo.
Nos quedamos sin tiramisú porque se acabó.
Solo había una camarera para atender un restaurante lleno, mal por el dueño.
La chica simpática pero evidente no podía estar por todo y el allioli llegó cuando ya había acabado de comer.
Bonito, bien localizado, bien de limpieza, bien de sabor!

Si ets una persona a qui l'agrada pagar un plat de la carta i que et portin menjar en quantitat escassa que més s'assembla a un tastet aquest és el teu restaurant.

Mandonguilles molt bones, malauradament la quantitat és mes aviat minsa i estan banyades en un oceà de salsa

Dinar cassola, bona relacio calitat preu establiment molt acollidor, i personal amable. Et permeten dinar a l interior amb la mascota

Muy buen sitio, iban a cerrar y nos han esperado. Servicio personalizado. Entrecot muy rico y los postres de la casa espectaculares.

La comida no es nada excepcional. Pedimos unas ensaladas nada del otro mundo, platos de fesols que resultaron insípidos, albóndigas sin guarnición y unos piquillos que estaban ricos, pero que vinieron con trozos de plástico. Nos cambiaron el plato y no nos lo cobraron, pero aún así fue un fallo grave porque había un trozo pequeño que un niño hubiese podido tragar sin darse cuenta.
Aparte del tema comida, el trato no fue muy bueno, con malas caras, risas y gestos que no fueron los apropiados. No recomendable.

Très très bon acceuil, serveuse seule pour le service de midi mais aucune attente.
La cuisine est excellente, plats typiques, très bien cuisinés.
Prix plus qu'abordable.
Merci pour cet agréable moment.

Local bonito en un entorno precioso.es lo mejor que puedo decir.
De lo importante, la comida, ni fu ni fa.pedimos varios platos de fesols para probarlos y, si bien visulamente prometían, luego al probarlos apenas tenían sabor, una decepción.
Las albóndigas vienen 5 ó 6 en una cazuela pero sin patatas, solas, y el sabor de la salsa de tomate deja mucho que desear.
No lo recomiendo.

Nos lo recomendaron y la verdad, fue toda una decepción, carta muy pequeña y cara para ponerte 4 fesols con tomate. No volveremos!

Restaurant de cuina tradicional, de qualitat-preu normal. Menjar bo, racions justes. Atenció correcte, pero amb algunes mancances en el servei. Situat en el casc antic.

Su producto estrella sin duda alguna el fesol, que sirven en distintas formas, pero su carta ofrece una variedad de platos bien elaborados, cantidades generosas que permiten tomar como menú una ensalada y un postre, y quedar plenamente satisfecho.

Muy bien. El trato recibido de 10. La comida abundante. Cocina típica de la tierra. La carne la hacen a la piedra volcánica y lo más típico es comer los "fesols", judías blancas pequeñitas típicas de Santa Pau.
El pueblo es un encanto.

Siempre que vengo a visitar la Garrotxa es parada obligatoria:) trato muy amable, platos generosos y la especialidad, los fèsols, están buenísimos así como las carnes a la piedra volcánica. Relació calidad-precio muy buena. Sin duda, para repetir!