Café Ajenjo, Madrid

Una maravilla el sitio la atención los cafés no dejes de visitarlo y descubrirás 44 años de historia y personalidad en un maravilloso viaje en el tiempo, gracias así todo es vida

En castellano porque se lo merece: El barman es un señor experto, profesional dedicado toda la vida al café. Te teletransportas al s. XIX, tranquilidad, aire de inteclectualidad, seriedad. Olor a antiguo de hogar. Me faltaba solo vestirme de la época y poder dejar el mobile aparte. El mejor café asiático con un secreto (que tienes que ir para comprobarlo), pastel de manzana inexplicable la sensación, y una buena conversación.

El sitio más agradable de Madrid para tomarte una buena copa a buen precio y tener una buena charla con amigo.
Por cierto sus tartas son lo más

Café tranquilo, decoración original y muy cálida, y trato amable. Amplia carta de cafés. Es obligatorio ir para verlo. Lo recomiendo 100%.

Un pequeño y coqueto café de Madrid, poco conocido y algo escondido. Eclipsado por el Café Ruiz, a su vera, está decorado muy retro pero sin parecer una recreacion, muy auténtico como los fines de principio del s. XX.carta propia del lugar sin excentricidades ni modernidades. Un acogedor lugar donde charlar sin tiempo en un espacio anclado en el pasado. Tan en el pasado que no se puede pagar con tarjeta.

Helios is a great host and the place is calming! The beverages served a great. I am pretty sure everything in the place is at least 70 years old. It is one of the few old bars that still operate. Ask Helios to talk about his expresso machine:)

Uno de mis favoritos sin lugar a duda, decoración de los años 50 muy cuidada, buena música y volumen perfecto. Es muy difícil encontrar un sitio con tanta variedad de cafés, tés y cocteles en Madrid, sobre todo tan bien de precio y de calidad. Un Bloody Mary por 7.5 € o un café irlandés por 6.5 €, todo hecho en el momento. Mesas juntas en un ambiente muy cálido y acogedor.

Es un sitio muy tranquilo para tomarte algo y charlar con la gente, con una decoración muy bonita y antigua, que te ha recordar tiempos anteriores

Para el que busca un ambiente del principios del Siglo pasado es una delicia.
Tiene una carta de cócteles y bebidas amplísima.
El cóctel que me sirvió estaba estupendo y el barman un encanto.

Café un poco escondido muy cerca del café Ruiz. Con todas las cosas de la abuela, y una arquitectura de las del siglo pasado. El dueño que por alli anda, es asturiano y sabe hacer buen café con muchas variantes. Os recomiendo el sitio porque seguro os llamará la atención su estilo muy personal.

Preciosa cafetería decorada con un gusto impecable que recuerda a épocas pasadas. Situada en pleno corazón del barrio Malasaña, es increíblemente tranquila, por lo cual es perfecta para disfrutar de una conversación amena y deleitarse con la música tan buena que suena y los postres y cafés tan deliciosos que se sirven. Definitivamente, un lugar para volver.

Pedimos un "Café Asiático" y el dueño lo preparó de maravilla junto con unas pastas caseras deliciosas también. También se pidieron copas e igualmente de bien preparadas. Local genuino y encantador, muy bien ambientado. 100% Recomendable.

El lugar es una pasada, un viaje al pasado, y ambiente super bohemio. La atención y las bebidas no quedan atrás.

Un lugar mágico como sacado de la España profunda. Te transporta a esos cafes antiguos de las peliculas en las que se urdian planes de todo tipo. Para fama de este suntuoso local presume de que lo visitaba asiduamente el último verdugo oficial español, Lopez Sierra, que según cuentan se enfrascaba en coñac para llevar a cabo sus planes con el garrote vil.

Café muy normalito y pasadísimo de precio (3€ un café solo). Muy por detrás de otras cafeterías de la zona

Una reliquia escondida en Malasaña. Espacio acogedor que recuerda al salón de tus abuelos, con trato amable y antigüedades que satisfacen la curiosidad en un lugar para meditar con un buen café

Un lugar con mucho encanto, la atención también muy buena, el hombre que nos atendió nos dio a probar un trozo de tarta recién hecha, exquisita, todo fenomenal.

Es un café muy acogedor, parece un sitio de estos de toda la vida y con un aire bohemio. El ambiente es agradable para estar poca gente y charlar. Recomiendo la absenta

Entras por la puerta y retrocedes 50 años, impresiona. Sitio interesante para ir una vez tomar algo en un lugar diferente.

Pequeño y precioso lugar para tomar un café o lo que te apetezca. Muy buena música. El señor mayor que te atiende es súper agradable, te recomienda lo mejor y te hace sentir como en casa.