Finca el Corral de los Vacos, Collado Villalba

Un sitio increíble donde relajarse y comer de maravilla. Los platos con una materia prima excelente y una presentación muy original. Todo el personal muy profesional y con un trato muy amable. Lo recomiendo al 100%. Seguro que volveré.

Es un excelente restaurante, la finca es espectacular, la comida exquisita, el trato maravilloso. Ideal para eventos de todo tipo, ya sean bodas, comuniones, bautizos, es un lugar con encanto y mucha clase. También para ir a comer o cenar con la familia o en pareja. Raúl y Rebeca son encantadores y unos grandes anfitriones. Un 10!

Sorpresa de restaurante! La comida es de 10, las alcachofas espectaculares y las carnes de lo mejor que hemos probado. El trato exquisito y el entorno es idílico! Con los animales por la finca, las encinas. Hemos pasado un día genial

Sitio amplio, relajante, excelente trato, platos muy bien elaborados. Conviene reservar para no tener sobresaltos los findes. No hay prisa para disfrutarlo todo, incluso el parque con animales que tiene. Ideal si llevas niños.

Muy decepcionada con el trato. El sitio es precioso y la carta promete, pero tuvimos la mala suerte de dar con un encargado muy maleducado que nos desafió y trató mal, hasta el punto de pedirle que parara o que nos tendríamos que ir, y su contestación fue que éramos libres de irnos. Nada a la altura de lo que esperaba de este establecimiento. Todo porque nos dijo que mi hija de dos años podía estar sentada en el carrito pero no en una trona, y no llegamos a entender la diferencia.

Como no puedo contestar a la respuesta del establecimiento y me ha parecido una absoluta vergüenza, voy a intentar explicarme extendiendo mi publicación inicial. Me resulta irónico que hablen de leyes, porque voy a explicar la situación. Éramos 4 adultos y una niña de dos años. Efectivamente, habíamos hecho reserva en el exterior pero mi hija estaba mala y hacía mucho frío, así que pedimos si era posible una mesa en el interior (al parecer esto es una petición extrañísima). Nos pusieron problemas porque al parecer la normativa no permite 4 adultos y un bebé de dos años, a lo cual finalmente accedieron siempre y cuando la niña estuviese en el carrito y no la cogiera. Me podría decir alguien con un niño de dos años como de viable es eso? Yo solo pedí una trona para que me hija estuviese sentada en vez de en el carrito y de ahí la invitación del propietario a irnos. No me hablen de leyes, porque si accedieron a que mi hija estuviese en el carrito, por que no en la trona?

El sitio precioso con detalles muy cuidados, la comida espectacular de aperitivo a postre (hay que pedir las alcachofas), la presentación impecable y la atención inmejorable. VOLVEREMOS.

Sorprendente, calidad del producto fantástica, a pesar del tamaño (enorme) del sitio. Muy recomendable.

Un auténtico descubrimiento. Hemos pasado por aquí de casualidad. No somos de la zona.
Trato exquisito.
Entorno precioso.
Decoración con mucho gusto.
Comida espectacular.
Una alegría que con la que está cayendo haya hosteleros que puedan mantener el nivel. Tenemos que protegerles.

La comida es excepcional, todo riquísimo con mucho cuidado y mimo en el empleado.
El trato de algún camarero fue descortés y un tanto sexista.
El jefe amable y atento con las recomendaciones.
Me faltó la invitación a un chupito de cortesía, después de dejarme un dinero entre entrantes, un plato principal para cada uno, vino y postres (éramos 4 comensales). La atención y los detalles son un alto porcentaje en la experiencia en un restaurante de alta calidad.
Volveré? Por la comida sin duda, pero con un sabor amargo por el trato final.