La Duquesita, Madrid

Histórica pastelería “rescatada” y renovada tras su cierre, hace ya unos años y posteriormente además ampliada. Un paraíso de los golosos, con una ambientación algo clásica por su ubicación y origen. Desde luego un buen lugar para un café y un dulce o comprar unos bombones, por ejemplo, para regalar en un elegante envoltorio. Excelente servicio.

Es verdad que si vas un domingo tienes que esperar mucho tiempo, pero vale la pena. Maravilloso en todos los aspectos. Además es la mejor tarta de queso que he probado en Madrid lo recomiendo mucho.

Such a poor customer service, they take your name put you on a list to get a table and will give the table to people who came after you. So biased treatment. I never felt that uncomfortable in a coffee I won’t waste my time again there.

El sitio es bonito y una camarera muy amable, las demás bueno.mi queja va porque después de pagar un dineral por el café y los dulces se acerca una camarera y nos dice que por tomarlo dentro de la sala tenemos que pagar un extra. Nos quedamos alucinando, ningún cartel ni nada y cuando pagas no te dicen nada que por tomarlo dentro te cobran 3 euros! Ni más ni menos que 3 euros.
No vamos a volver, es vergonzoso y hasta en mi opinión, ilegal. Espero que más gente se queje de esto porque no es normal, nunca nos había pasado.

Totalmente impresionada! No había probado dulces tan espectaculares en Madrid. Los dulces, el hojaldre perfecto, la atención de primera, el lugar muy bonito. Todas las estrellas para este sitio maravilloso!

Excelente como siempre. Había mucha cola para entrar. Lógico porque aquí s venden productos gourmet de altísima calidad y reconocimiento. Las dependientas súper agradables. Todo riquísimo, especialmente los panettone, tartas de chocolate, palmeras de chocolate. El chocolate es espectacular. Han ampliado ahora con un salón anexo suoer elegante. Las deoendientas siguen siendo majisimas. Delicioso el croissant relleno de chocolate y el que además de chocolate lleva pistacho. Excelente café Guilis

Una decoración con muy buen gusto a pesar de que la imagen anterior tuviera una autenticidad que con la reforma se ha perdido. Pastelería de calidad, nada "espectacular" pero sin duda reseñable.
No obstante todo lo anterior NO VALE NADA por un TRATO DE POCA CATEGORÍA más digno de "sitio de poca monta".

Hemos estado y todo muy rico.lo único es que si te sientas en una parte te cuesta x y si te sientas en en la otra parte te cobran un suplemento de 25% aplicado a cada cosa que hayas pedido.tampoco hay que pasarse.ha sido de mal gusto.se nos ha agriado la merienda

I have been coming here to buy their desserts many times in the past, now they have this new salon to let you enjoy some coffee or champagne. Also the most important for me to enjoy desserts here. The new salon is really comfortable and well decorated with good design. We will definitely come back for more times in the future.

El local es muy bonito y está muy bien cuidado. Tiene una gran variedad de postres o dulces para merendar. Cuando fuimos estaban cambiando la carta. Además de tener una amplia variedad de bombones, probamos el de mojito que estaba muy bueno. La camarera que nos atendió fue muy amable con nosotros.

Un lugar magnífico ubicado en Madrid, pasteleria selecta y deliciosa que invade todos tus sentidos.
A destacar estas maravillosas trufitas, aromáticas y muy gustosas, como un bocado de dioses por no olvidarnos de los dulces de hojaldre, el mejor que he probado en mucho tiempo, crujiente y a la vez jugoso.
Muy muy muy recomendable, por su ambiente acogedor y su maravillosa atencion

Estuvimos el pasado sábado en esta pastelería tan famosa, y quede bastante decepcionada. Pedimos el pastel "Sara" y sorprendentemente sabía a limón, además de estar como demasiado blando. Creo que la relación calidad-precio queda muy por debajo de las expectativas que tenía de esta emblemática pastelería de Madrid. Lo siento pero me impresiono muy negativamente.

Fui adrede a por una palmera de chocolate, por tanta fama que tiene. Es una palmera más bien pequeña, el chocolate negro muy rico, y el hojaldre muy crujiente y caramelizado por debajo. Desde luego es especial. Aunque 2,95€ me parece un precio abusivo. El local monísimo!

Decepcionante el trato, de entrada no le debimos caer muy bien a las trabajadoras pues nos ignoraron, colando a gente desde el principio. Cuando se dignan a atendernos nos dicen que tenemos que pedir en la mesa pero que no hay, miramos y estaba la barra libre. Dijimos que nos poníamos allí, después de un rato esperando sin que viniesen, vienen a sentar a una pareja junto a nosotras incluso diciéndonos que dejáramos más espacio para ellos. Tenían de sobra, pero por supuesto nos apretamos. Se va sin atendernos, como mi amiga estaba antojada de probar decidimos llevar para comer en casa, ya que no se digna an a venir. Atienden a gente que ha llegado al mostrador nuevamente después de nosotras, a una señora con el aspecto muy clásico le atienden en el mostrador y le llevan las cosas a mesa como nos habían dicho a nosotras que no se podía. A otra señora le pone sus dulces de bollería en una caja y bolsa sin comentar nada. Cuando por fin deciden atendernos, nos pone los 3 dulces en bolsas de papel y así que nos fuéramos, mi amiga le pide una bolsa para llevar explicándole que se van a estropear así. Y le responde de lo más borde que se la cobra. Nos daba igual no queríamos dulces aplastados. No se que más pasó porque en este momento decidí salir para no decir nada mal sonante. Hay muchos sitios ideales y mágicos en Madrid como para repetir en un sitio donde deciden tratarte mal porque si! Una vergüenza vamos.

Intentamos visitar famosos salones de té, cafeterías-pastelerías de varios países y quisimos sorprendernos con La Duquesita. La sorpresa fue desagradable. Pasteles muy pequeños no acorde con el precio (Oriol, le recomiendo visite Nannini en Sienna, Biarritz, Baiona, San Juan de Luz y tome nota). Compramos para llevar 2 palmeras (nos las metieron en bolsas de papel) y una ración de bizcocho de manzana; las palmeras demasiado delgadas, sabor y calidad del hojaldre aceptable; el ¿Bizcocho de manzana? Oriol, si fuera un pudin, mal, pero ¿Bizcocho crudo por dentro? Impropio de una pastelería con tanto marketing. La atención al público debería hacerte sentir como Salomón y la Reina de Saba, pero sus dependientas son "de batalla". Por último, pedí un vaso de agua de grifo para tomar una pastilla y me la negaron a pesar de tener una jarra a la vista. Lamentable.
Oriol, ni volveremos ni la recomendaremos; está muy sobrevalorado su negocio.

Confitería madrileña enmarcada en un establecimiento con personalidad propia.
Diversidad de tartaletas, bombones y productos para los amantes del dulce.
Mesitas altas y una encimera para tomar una merienda o un café a media mañana.
Trato amable.
Recomiendo pasar a recoger un postre para alguna comida que se organice en domicilio, suele haber tránsito y los espacios son reducidos.
Me gusta.

La tarta de tres chocolate es una experiencia en sí. Tres texturas que juntas combinan muy bien, muy equilibradas, con un café cremoso, en una pastelería de diseño con una arquitectura impresionante y antigua. Un 10!
Three layer mousse au chocolat is an exquisite experience. Three well- balanced textures that combine really well, not too rich either, perfection at its best, next to creamy coffee, in an excepcional confectioner’s, surrounded by impressive arquitectura. 10 out of 10!

Compramos para llevar, ya que, adentro el local es pequeño y las mesas que habían estaban ocupadas. Pedimos dos cafés, una palmera y un surtido de pastas de té. Buen sabor, productos frescos. Los honores se los lleva la palmera que está riquísima. Atención rápida

Las palmeras de chocolate están buenísimas, al igual que todos sus dulces. El sitio es muy bonito y el personal muy amable. Tienen un par de mesitas para tomar algo ahí pero si quieres comprar un detalle dulce este es el lugar perfecto