La Figal De Pablo, Madrid

Un lugar donde la calidad del menú tiene más que justificado el precio. Siempre que vengo a trabajar por la zona es visita obligada.

La tortilla muy rica pero a las 11 de la mañana, que es momento de desayuno, aún no estaba hecha. El camarero, estando cara al público, fue muy seco. La terraza terrible, con un toldo negro y los ventiladores apagados en plena ola de calor en Madrid, nos cocimos y desayunamos a toda prisa por eso.

Un restaurante muy consolidado en la zona
Especialmente recomendable para el menú de medio dia
Muy variado, con platos bien cocinados y una materia prima buena
Siempre ofrecen algún plato asturiano, pues es su especialidad
La terraza agradable para tomar un café o una cerveza
Tiene muy buenos profesionales. Camareros de toda la vida, que están pendientes de todo

Fatal, dueño maleducado, hizo comentario que clientes como yo no le interesaban porque tuve que bajar al salón de cenar a carta al estar la terraza llena, y no pedi de carta porque me apetecían los pinchos. Total 30€ que le debieron parecer poco.
No volveré

Después de leer las críticas, estoy con las regulares. He estado antes del confinamiento y decidí no volver por la bordeleria de un camarero calvete que le pareció poca la consumición de cuatro chicas: 4 cafés una tarde lluviosa con la terraza vacía.
Otras veces he estado con mi marido y todo rico a un precio un poco alto. Hay sitios por los alrededores parecidos de calidad y a mejor precio. Y el dueño es correcto en el trato, le conocemos desde El Alcalá.

He estado tomándome unas cervezas con mi chica en la terraza y la verdad es que iba todo bien hasta que entré en el local y le pregunté a un camarero joven dónde se encontraba el baño y éste me lo indicó de malas formas (a todo esto dicho camarero jugando con su compañera como si tuvieran 8 años los dos.) SIN PALABRAS. No me parece serio para un sitio de tal nivel y encima maleducado. Buen sitio pero con camareros como éste no volveré.

Muy caro, fuimos a comer finalmente de raciones y postres. 40 euros por persona sin vino y sin copas. Además tardaron mucho en atender.

Comida exquisita y grandes profesionales
Si quieres quedar bien con alguien es un sitio donde nos vas a fallar

Muy recomendable para reuniones familiares y celebraciones. Tienen menús estupendos y a buen precio. Buen servicio y buena atención.

Poca calidad y cantidad, tostadas ínfimas, tortilla normal y precio caro. Desde luego hay mejores sitios en San Sebastián de los Reyes.

Una comida fenomenal con camareros muy agradables aunque el restaurante no tenga una fachada atractiva.
Pero a dentro, El chuleton es un sueno.
Precios correctos pero hay que cuidar la cuenta al final. Un chuleton a 60€ te sale al final a 70€ sin explicaciones. Le quito una estrella por eso.
Pero lo recomendo.

No fallan nunca. Desde el aperitivo, el producto fresco y siempre en su punto, hasta el servicio en mesa. Su precio no es de bar. El mejor Restaurante de la Dehesa sin duda y siempre con buen ambiente.

Tenia buena pinta, tomamos unas cañas luego íbamos a cenar pero nos convenció la limpieza del lugar, porque vimos ciertos insectos indeseables cerca de la barra así que preferimos irnos.

Muy buen restaurante y lo mejor la atención de los camareros un placer desayunar hay. 100% recomendable y muy buenos productos.

Atención rapida y buena, el pintxo de Chipirones afogados estaba de rechupete! Y las pátatas ali oli también estuvieron muy ricas. Recomendable!

Buen local de hosteleria con buena instalacion y calidad si bien un poco y bastante subido de precio.

Para mi gusto un poco caro y un poco pesado el camarero si voy a cenar no quiero primero segundo y postre

En general esta todo bien en cuanto a calidad precio pero el dueño es agobiante, a veces no vamos por ese motivo

El menú de mediodía, un pelín caro 15€, con postre y café, 13,50€ sin postre ni café, pero la atención y el menú en general bien.

Fuimos en pareja a celebrar un acontecimiento importante, elegí el sitio guiada por los comentarios positivos y fue un error.

Un camarero en la entrada gritando lo buenos que tenía los percebes no es algo que esperas en un restaurante en el que luego te cobran el servicio del cubierto.

Pedimos zamburiñas que cocinaron de más, una pena.

Después un arroz del señoret, craso error, estaba MUY MUY salado. Yo no lo comí pero por vergüenza no quise devolverlo. Cuando nos vinieron a preguntar y lo comentamos recibimos respuesta desde “lo comento en cocina” a “es que no habéis mezclado con el alioli”. Quizá el alioli es mágico y reduce la sal del plato.

No pedimos postres después de aquello. En la mesa de atrás, sin embargo, la atención era otra, pues un señor trajeado (el del alioli mágico) no cesaba en agasajos. Comprendo que si son amigos les tratará como tal, pero delante del resto de comensales queda feísimo.

Un lugar para no volver.