La Figal De Pablo, Madrid

Lugar muy acogedor, muy buen trato, todo muy limpio y muy buen servicio, la comida y desayunos están riquísimos. Buen precio relacionado a la calidad del producto que te ofrecen.muy recomendable

Sin duda buena cocina y el trato en sala es excelente y profesional. El menú diario tiene calidad, el éxito es sin duda la cocina. Se observa que los clientes repiten día a día. Muy buena opción si buscas cuidarte comiendo bien.

Son muy lentos sirviendo en la terraza. Hemos tenido que entrar a pagar por que ninguno de los dos camareros salía, se está mejor en la barra hablando y riendo

4/07/19. Primera visita. Probamos la carta.

Local acogedor. Tienen terraza, salón para menú del día (15 € y con muy buena pinta) y otro para comer a la carta. Este es acogedor y con espacio entre mesa y mesa. Los camareros muy atentos asi como el metre.
El producto es de calidad y bien cocinado.
Pedimos un Revuelto de la casa (langostino, gula, ibérico y queso de cabra) espectacular (lo recomiendo) y una Ensalada templada de bogavante con mayonesa de almendra que me pareció el timo de la estampita. Estaba buena pero solo venia 2 hojas de lechuga, pensábamos que era de otra forma, el bogavante estaba rico (no lo recomiendo) y ya de segunda pedimos Berenjenas en tempura con miel de caña (muy ricas, las recomendamos), Solomillo de buey a la parrilla con velo ibérico (nos los sirvieron un poco frio y sin sal, estaría mejor si nos lo hubieran dado recién sacado de la parrilla), Cachopo de solomillo (echo por ellos, estaba tierno y rico) y Chipirones de potera con habitas baby y cebolla caramelizada (muy ricos también), solo pedimos un postre Brotes de brownie que me pareció una chorrada que no aconsejo. La cuenta subió a 155€
Las conclusiones que comentamos todos al salir es que se come bien, en algunos platos nos equivocamos. La atención fue buena y no tardamos mucho en comer. Volveremos y probaremos otros platos de la carta y por su puesto el menú del día.

El servicio es bueno y no te hacen esperar en exceso, y las dos terrazas te dan diferentes opciones (una abierta y otra cerrada climatizada) aparte del local interior, la comida muy elaborada y de calidad, sobre todo las "tostas de bacalao", el único pero, es el precio quizás alto para la zona en la que esta.

Sitio con buenas presentaciones.
Nos ha parecido caro para la calidad de la comida que tuvimos.
Pedimos un arroz que estaba muy salado y pese a decirlo, no hicieron nada.
Además cobran 1'5€ por los cubiertos, debe ser que la gente come como los gorrinos a dos carrillos y se han cansado de la imagen que da eso.
Una pena.

Comimos el menú Asturiano por 35€ cabeza. La comida está muy rica y las cantidades son abundantes. Le he quitado una estrella porque el metre no atiende adecuadamente. No puedes atender a 5 personas a la vez según van entrando. Atiende a los primeros y cuando los hayas sentado ve a por los siguientes (y así). Querer atender a todos y ser simpático hace que a los primeros nos tengas esperándote 10' a que nos sientes y ver cómo estás hablando con gente que entra después que tú (y todo esto con platos de comida en las manos que deberías de servir para que no se queden fríos). Desde el cariño, céntrate.

CARISIMO para el servicio que ofrecen, x ej un café de baja calidad son 1'60€. Y también son mal educados, ni se despiden del cliente!

Nefasto el trato, la comida y el precio. El camarero con demasiadas confianzas en el trato, a veces hasta cargante.
De simpático poco si era su intención.

La comida escasa y excesivamente cara, no me importa pagar por algo que realmente merezca la pena, pena que no fue así.

Pedimos por recomendación del camarero, berberechos y quizás sean los peores que he probado en mi vida 18 euros- luego unas alcachofas que no estaban mal, una carne que por el precio de pensé debía estar tierna, no solo no estaba tierna sino que era pura grasa.

Podría explayarme pero sería demasiado tiempo, y no merece la pena.

Resumen:

Ambiente ruidoso, 160 euros entre 4 y hemos bebido tinto de verano, ni siquiera vino; el trato fatal, la carne malísima, los berberechos igualmente malos, y encima cobran el cubierto a 6 euros.

Vergonzoso, no le recomiendo a nadie este sitio a menos que quiera un disgusto.

No entiendo cómo la gente sigue viniendo aquí. He intentado venir dos veces.y siguen los camareros siendo super bordes y antipáticos. Vengo si tengo otro remedio.

Al encargado le sentó mal que juntaramos 2 mesas, aunque se lo dijimos, y pasó de atendernos, tras 20 minutos esperando y habiendo mesas vacias nos fuimos y encima nos dice lo siento chicos.

Hace mas de 5 años, 5, que frecuento este restaurante con mi mujer, y en este tiempo nunca ha defraudado en nada, siempre es una experiencia exquisita, trato inmejorable, carnes increíbles y comida en general espectacular, selección de vinos exquisita, relación calidad/precio mas que excelente, gracias a todo su personal, desde la cocina por supuesto, hasta camareros, Anibal sugerencias siempre acertadas y proporcionadas, parece que sabes lo que quiero y necesito, Irene gracias por tu rapidez, amabilidad y trato.
La Figal, siempre espectacular.

El menú de Pablo mejorable, la ensalada, la tortilla de bacalao y el postre, bastante bien, el arroz con bogavante muy mejorable. Precio razonable atención aceptable.

Calidad que se ve al entrar.limpieza.un salón luminoso y un trato amable. Anibal, explica la materia prima con precisión.muy recomendable

El lugar está muy bien pero la atención deja mucho que desear. Es una pena que por una mala gestión de personal se pierdan clientes.

Fuimos mi pareja y yo a tomar el aperitivo (muy normalito). Nos sentamos en la terraza y nos cobraron por tres tintos de verano en vaso ancho 3,60€ cada uno. Nos parecía un tanto excesivo. Valoraremos la opción de volver.