La Sopa Boba, Alpedrete

No vamos a repetir.
Todo son excusas, desde pagar en efectivo por avería en datáfono, hasta explicaciones de proveedores que fallan y por ese motivo o porque están cambiando la carta, no disponen apenas de opciones para elegir plato.
Cenamos con el abrigo puesto por el frio del local y no fuimos los únicos.
De la carta no están disponibles la mitad de los platos.
Pedimos las vieiras (buenas pero vienen 4uds), pulpo (muy duro) y entraña (fuera de carta, pieza pequeña y cocinada demasiado).
Todo bastante lento entre plato y plato.
Como dicen por ahí, cuidado con pedir cosas fuera de carta, 20€ por un trozo de entraña pequeñito, pasadísimo y calidad regulera.
4€/tercio de Águila sin filtrar.
2€/pan
Total: más de 70€ para cenar mal y con frío.

Restaurante que ofrece comida fusión. Al entrar sorprende la decoración, muy acorde con el sitio. Comida buena y atención estupenda por parte del servicio

Horroroso.
Nos dijeron con días de antelación que lleváramos dinero efectivo que tenían estropeado el datáfono.
Sin calefacción, comimos helados con abrigo.
La vajilla es de pega, las raciones escasas, la comida corrientita y la higiene deja mucho que desear.
Nos fuimos con la sensación de que nos habían tomado el pelo. El postre lo comimos en otro sitio.
Y, además, no es barato precisamente.

Un robo! Todo mal desde el ambiente, pasando por la comida y la atención de los camareros.
Hacía mucho frío en el local. Comimos con el plumas puesto, nos dijeron que la calefacción está muy cara.
Empiezas a decidir qué comer y no hay de nada. Dicen que están cambiando la carta pero no hay un plato por otro, simplemente no hay o se ha agotado. Al final acabas comiendo lo que te quieren traer.
Platos escasos, muy escasos y cuando te los cuentan parece que te van a traer algo espectacular y son platos sencillos bañados en salsas que se pueden comprar en el supermercado (ponzu, teriyaki), uno en concreto nos pareció que estaba malo. Albóndigas con arroz, además de traerlo todo mezclado, estaba lleno de curry y la carne estaba apelmazada, asqueroso!
Los camareros tuvieron buen trato y buena intención, pero se les olvidaban los platos y te preguntaban una y otra vez. Tardamos más de dos horas en “comer”, pagamos 40 euros y salimos con hambre y decepcionados.
Creo que fue un buen sitio pero ahora mismo no lo recomiendo y no volvería jamás.

La comida buena pero no ponen calefacción en invierno y es como si estuvieses en la terraza. Estuvimos comiendo con abrigo y aún así pasamos frío.

Lamentable. Nos anularon la reserva para una comida familiar diciendo que había habido una avería de gas dos horas antes de la comida. No son fiables.

Una decepción. Nada que ver con las opiniones que habíamos leído. Faltaban muchas cosas de la carta y lo que pudimos probar, sin más.lo puedes comer en cualquier sitio o en tu propia casa. Nada de sabores sorprendentes, platos elaborados ni nada que lo haga especial. Cuidado con pedir cosas fuera de carta €€€. Para no repetir

Excelente en su totalidad, maravillosa experiencia, repetiremos seguro.
Muchas gracias Fernando y equipo!

Sorprendente. Por la calidad de los platos y su ubicación debería ser mas caro. Se nota el esmero en los sabores. Fuimos buscando opciones sin gluten y básicamente se puede comer de todo. Al no ser muy grande se nota en la rapidez y atención del personal. La cerveza japonesa ha sido un descibrimiento.

Local mal mantenido. No tenían la mitad de los platos de la carta. Peor todavía con la carta de vinos, tuvimos que beber lo que ellos querían. Lento lento lento, entramos a la 14h30 y salimos a las 17h. Las raciones pequeñas, calidad precio nefasta. El pulpo duro como una piedra.
La presentación de los platos como en un bar. Llevabamos mucho tiempo queriendo ir y no repetiremos, eso seguro.

Nos dejamos aconsejar por su cocinero Fernando limón, estaba todo exquisito, sin duda vendremos con amigos. Las croquetas de pulpo de 11

La atención es inmejorable, es un plus que permitan entrar dentro del restaurante con tu perro (EDUCADO). Agradecimiento máximo a este tipo de espacios. Volveré seguro. Pudimos llevar tarta de cumpleaños, son muy amables y la comida está muy rica. Pusieron agua para el perrete rincón muy tranquilo de la sierra

Si quieres degustar una comida única y de sabores inigualables, la Sopa Boba es un restaurante imprescindible. De precio asequible para la gran calidad que ofrece, no esperes quizá el lujo y la tontería de otros lugares con estrella Michelín, pero sus platos nada tienen que envidiar. Las croquetas de pulpo, las vieiras rellenas de panceta ibérica con salsa tamarindo, la falsa morcilla de calamar con huevo y boletus o la costilla de ternera cocinada a baja temperatura con puré de patata trufada y berenjenas.simplemente sublimes. Y, cómo no, el vino propio, tan original como bueno. ¡Volveremos para otra noche para el recuerdo!

Comida diferente, sabrosa y espectacular con profesionales que te atienden con cercanía y mucha profesionalidad

Fantástico! Cocina de primera, muy original y riquísima. Las "croquetas" y la "morcilla" son imprescindibles. La atención inmejorable, repetir es obligatorio

Como siempre, comida muy rica y elaborada, sin duda un sitio al que llevar a alguien que quieras sorprender. Muy recomendable.

Todo espectacular y muy rico. Producto de calidad y tratado con mucho mimo, se nota
la mano que busca el detalle en cada elaboración.
Las croquetas de pulpo riquísimas, y el foie un espectáculo.
Sitio muy agradable y el personal muy atento y educado.
VOLVERÉ seguro!

Hacia tiempo que no iba y me ha gustado aún más! La ensaladilla espectacular, la atención, todo. Lo recomiendo muchísimo.

Platos muy originales y maravillosa la atención del personal. Comimos croquetas, falsa morcilla con huevo, costilla a baja temperatura y pan bao (buenisimo). De beber vermut, agua y botella de vino; de postre torrija. 50 euros por persona.
En cuanto pueda vuelvo ya que me quedaron muchas platos por probar.

Hola! No recomiendo este restaurante.
No había comida "normal" para peques (con reserva y avisamos que iban 3 peques) podían aver avisado. Nos ofrecieron unas brochetas de pollo y al rato, nos dicen que no hay.
Y de las primeras cosas que pedíamos de la carta, estaban agotadas.
A los peques les pusieron una carne, que era chicle.
Y a los adultos algunos de los platos entrantes que nos los vendieron como buenos, dejaban mucho que desear.
Después nos aconsejaron un segundo caliente y parecían originales, pero no tan exquisito.
En general no nos gustó, precio elevado y comida no tan especial.