Las 10 Tapas de Santa Ana, Madrid

Comida en mal estado: se nos sirvió avinagrada y recalentada. Y encima la caña a 4€. UN TIMO PARA TURISTAS.

FOOD IN UNHEALTHY CONDITION, MICROWAVE WARMED

El servicio es la cosa más borde y desorganizada que me he cruzado en años, en vez de traer todos los platos a la vez los traen con diferencia de 10 minutos en una mesa de cuatro. Los camareros no están pendientes de los clientes, había que hacer malabares para que te vieran. Cuando pedimos que nos cambien el tinto de verano porque está completamente ácido y malo nos dice la chica que es así (borde y de mala manera) y nos da la espalda 3 veces hasta que decide cambiarlo (a lo mismo porque estaba igual de picado), el precio de las bebidas desorbitado y la comida insípida.

Y porque no se pueden poner cero estrellas. Solo les interesa gente para comer y con desprecio te echan si quieres tomar algo. Asqueroso el servicio, su política y sus camareros, no vayáis!

Sábado 12: 30 del mediodía, nos sentamos en una mesa a tomar algo… y con la peores maneras posibles el camarero nos dice que si no vamos a comer nada, nos levantemos…
De vergüenza.

Nos han traído la cuenta sin pedirla exigiéndonos que nos levantáramos porque había gente esperando. Un sitio para no volver.

Me gustaría agradecer por separado al camarero Ariel. Por el servicio prestado a ellos, así como por su integridad y honestidad. Y muchas gracias por ayudar a nuestra familia en una situación crítica. Insto a la administración del restaurante a celebrar y agradecer a Ariel por su humanidad.

Fuimos solo para beber y picotear algo. Quedamos en la terraza, estaba lleno y así mismo fuimos atendidas con agilidad. Pedimos un par de cervezas y una tapa de pulpo que estaba buena, faltaba algo de sal, pero nos han traído sobres rápidamente. Estábamos con nuestro perro que fue tratado con amabilidad. Volveremos

Fue abundante y bueno.
La señorita que nos atendió fue agradable.el lugar es turistico

Tapas nefastas, de la bolsa de los congelados a la freidora. Las patatas bravas se llaman bravas porque hay que tener un par para comérselas, la salsa es tomate frito y dos gotas de tabasco sin más. Nada recomendable

EXPERIENCIA NEFASTA
Hemos ido a cenar. Según hemos entrado un camarero muy borde nos ha dicho que nos juntaba las mesas pero solo si era para cenar. Le hemos dicho que sí que veníamos a cenar. De camino a la mesa nos lo ha vuelto a repetir. Le hemos dicho otra vez que sí. Cuando nos estábamos sentando nos ha lanzado las cartas y nos ha repetido lo mismo. Por supuesto nos hemos ido de ahí sin consumir nada, pidiendo la hoja de reclamaciones (han puesto muchas pegas para darnos la).
NADA RECOMENDABLE.

Attente de 30 min pour avoir une table en terrasse, après s’être fait aboyer dessus par les serveurs. On passe notre commande, 4 boissons et 2 tartines à partager pour un apéro et on nous fout dehors parce que ça n’est pas suffisant! A fuir, sauf si vous voulez vous faire traiter comme des chiens. Pitoyable.

Camarero muy antipático éramos un grupo de 8 queríamos tomar un café y no nos dejaron pq decían que a las 17 no podíamos tomar solo café.

Le pongo una porque no puedo poner cero. Te sientas y si pides unas cañas te dan puerta y te dicen que la terraza es para comer y no para cañas! Pues a otro sitio que parece que este le sobra el dinero

NO VAYAN. Atienden muy mal. Son agresivos, no te saludan, te dejan los platos empilados con los cubiertos, o sea ni los ubican en el lugar de cada comensal. Fui con mi novio y nos hicieron sentir muy mal. No dimos propina y el que nos cobró nos tiró la factura a la mesa. QUE LUGAR TAN DESAGRADABLE Y CON GENTE GROSERA

Pire restaurant, fuyez!
Prenne de haut les français, j’ai eu un bout de plastique dans mon plat, les serveurs refusent d’admettre la dangerosité du morceaux de plastique. Me demande si je vais mourrir pour ça. Des incapables, n’y aller jamais. Lent et ingrat dans la manière de parler.

La atención por el camarero deja poco que desear a excepción de Ariel demasiado simpático la verdad pero los demás apáticos y pedimos botella y además no nos pusieron tapa. Creo que la atención al cliente es demasiado importante normal que los restaurantes de al lado estén llenos y este no.

Fuimos un grupo de 6 a comer en terraza un sábado, y salimos contentos.

Pedimos algo para el centro (calamares y patatas), de lo cual nada destacó por espectacular, pero estaba bien (aunque la salsa brava de las patatas no es exactamente brava).
Las tostas estuvieron bastante buenas y están bien en relación calidad-precio, recomiendo la de solomillo con cabrales. Y de los postres, el coulant de chocolate estaba muy bueno.

Se nota que, para sorpresa de nadie, dónde hacen el negocio es con las bebidas. Que por el lugar en que está, me parece comprensible. La cerveza de grifo es El águila.

El local está en una plaza con muy buen ambiente, pero que te vengan a vender pulseras y pedir limosna hasta en 6 ocasiones en una hora, llega a ser muy cansino. El servicio fue amable en el trato, aunque van con tanta prisa que cuesta que te atiendan.

Si je pouvais mettre 0 zéro je l'aurais fait. On tombe sur un morceau de 10 centimètres de plastiques dans une salade césar, il nous dit que c'est le sachet de fromage et ne veux pas nous dédommager. Il se moque en disant que ce n'est pas dangereux et que l'on ne vas pas mourir. Après cet événement on souhaite payer, il nous arrache les billets des mains, nous parles plus que mal et renifle comme un porc au dessus de nos plats. La situation sanitaire de ce restaurant est plus que inquiétante. Il essuies sa morve sur ses mains puis nous donne nos plats avec ses mêmes mains. Il parle tellement mal que l'on est parties en courant et on ne reviendra jamais. Le serveur chauve a lunette est à éviter tellement son amabilité est faible, le brun lui est tellement lent que l'on s'endort. Le client n'est il pas roi? Il nous a obliger à manger car on était français et se moquait de nous. Les
croquettes étaient dégueulasses et nous a demander de mettre la table. L'inspection sanitaire devrait venir et fermer au plus vite au restaurant

Cañas bien tiradas y una camarera simpática. Otra cervecería en Santa Ana para competir con las de siempre. Por la distribución del local no tiene realmente una barra y parece que se orienta especialmente a la terraza en la Plaza (a pesar del fresquito que hacía, no hubo nadie en las mesas de dentro). Buenas bravas recién fritas.

Muy malo. Pedimos dos Paulaner (5.50 € cada una) y unas patatas bravas. Pregunté si estaban fritas o al horno. Me dijo el camarero que fritas. Mentira. Se lo dije e insistió. Las bravas fueron 8 €. Muy caro y el servicio es pésimo. Enfocado al turismo. No lo recomiendo en absoluto. Huid.