Los Lanceros, Madrid

No es la 1ª vez que acudo al hotel lanceros y la verdad siempre he obtenido una atención con una amabilidad, cercanía, calidad y elegancia difíciles de superar.
Las personas que nos atienden son fantásticas, los alimentos en su creación y presentación son maravillosos.
Las instalaciones son hermosas muy cuidadas y con mucho gusto.
Muchísimas gracias a todos y todas por ofrecernos este servicio supremo:)

Aunque teníamos la entrada al hotel a las 15: 00h, al llegar a las 15: 15h, nos dijeron que hasta las 16: 00h no podíamos entrar por no tener la habitación preparada.
Hice la reserva y lo pagué con anterioridad, pero aún así, a la salida me quisieron volver a cobrar.
Las habitación aun estando bien, sin vistas.
De las pocas cosas buenas las ubicación, que está a dos minutos andando al monasterio.
Para ser un hotel de 4* es de los peores que he ido.

Hotel citadino, quartos limpos e cama espaçosa. Banheira de hidromassagem, excelente para ajudar a relaxar. Pequeno almoço simples mas bom. O Staff da recepção sempre muito prestáveis e simpáticos. Os almoços são razoáveis, tem a vantagem de ser relativamente rápidos. Foi uma boa experiência, voltaremos.

Excelente ubicación a 5 min del Monasterio, muy limpio, el menu lo cambian todos los dias, Maria y Charo de la recepción encantadoras. Hemos disfrutado mucho de la estancia y volveremos sin duda.

Bonito hotel en un edificio antiguo, pero con habitaciones remodeladas, con plaza de garaje y muy buen situado para visitar el Monasterio

Hotel céntrico muy recomendable. La habitación era amplia con bañera y muy limpia. Cuenta con un espacioso restaurante.

Muy bien situado, cercano al monasterio del Escorial. Habitaciones espaciosas a un precio razonable. Desayuno de buffet correcto.

Todo muy bien, personal e instalaciones. Para la quinta estrella deben repasar los precios del bar.

Buen trato de su personal de Recepción, Restaurante. Buena hubicacion cerca del Real Monasterio.

Organizamos un evento en sus instalaciones. La atención perfecta, el desayuno y la comida espectacular. Todos los asistentes muy contentos. Muy recomendable

La desconsideración y trato irrespetuoso por parte de una recepcionista: Alba. Olvidé un calzado en la habitación y llamé para saber cómo podía recuperarlo. Alba dijo que preguntaría al personal de limpieza y me daría una respuesta. Al no hacerlo en varios días, volví a llamar. Se le había olvidado y me comentó que sí que lo habían encontrado. Preguntó cómo era, se lo dije y volvió a quedar en llamarme. Pasaron los días y nada de nada. Tuve que llamar por tercera vez. La misma recepcionista que me dice que tiene que esperar a volver a hablar con el personal. Había pasado más de una semana. Volvió a quedar en llamarme y nunca lo ha hecho. El calzado lo dejé olvidado al irme en la mañana del ocho de enero. Hoy es cinco de febrero y llamar una cuarta vez, es demasiado. En estos tiempos, es importante recordar que el esfuerzo lo hacemos todos y es lamentable tener este mal recuerdo del viaje, recibir un trato así y tener que quedarme sin una pertenencia por haberla olvidado allí. Tal vez respondan a esta evaluación diciendo ahora que no está, para terminar rápido. Me cambié de calzado, hice la maleta, la metí en el coche y horas después comprobé que lo había olvidado en la habitación. Esa es la realidad y todo lo demás también.

Fuimos mi pareja y yo a celebrar nuestro aniversario. La recepción nos la dio Alba, se porto súper bien con nosotros, fue muy cercana y atenta, nos recomendó mil sitios de la zona tanto para ver como para comer. Sin duda uno de los motivos de nuestra vuelta a este hotel sera su atención.
La cama de matrimonio inmensa, todo súper limpio, el buffet del desayuno una pasada.
Comimos un par de raciones, las bravas y los aros de cebolla, y son raciones muy grandes y ricas y baratas, y las croquetas exquisitas
Del restaurante queriamos mencionar a More, que fue también súper pendiente y amable con nosotros.
La atención recibida telefónicamente por Charo, fue muy borde y muy prepotente, al igual que Dana, en la parte del restaurante y que nos dejó un poco de mal sabor de boca en la comida.
Y una pena que la bañera de hidromasaje estuviera rota, aunque nos dijeron de cambiarnos de habitación y ya estábamos instalados y cómodos y no nos cambiamos.

Todo olía a limpio, habitaciones pequeñas pero cama grande. Baño normalito, tiene parking de pago, tiene balcón pequeño, tiene nevera pequeña. Precio económico nos incluyó desayuno buffet.el restaurante es muy grande y terraza enormes para comer.

En cuanto al hotel, todo ha sido casi perfecto. Las habitaciones amplias, camas grandes, calientes, bañera con hidromasaje y un 10 en limpieza. La única pega es que, por la noche llamamos al servicio de habitaciones y nos dijeron que bajásemos nosotros a la cafetería a por lo que habíamos pedido, ya que no nos lo iban a subir. Nos chocó mucho, al ser un hotel con tanto renombre y categoría. No obstante, lo comentamos en recepción al día siguiente y nos aseguraron que esa respuesta fue una decisión propia del camarero, en ningún caso el modo de proceder del hotel. Salvo este pequeño incidente, todo perfecto. Desde luego que repetiremos cuando volvamos a El Escorial.

No estuve alojado solo como el menú del día y un auténtico desastre, además de tardar muchísimo en servirnos la comida llegó: el pescado achicharrado y las patatas de guarnición, frías de nevera, se supone que venía con alioli pero de eso nunca de vio ni llegó, los camareros, muy atentos, pero la cocina un desastre absoluto

Nos atendió Pablo en el restaurante. Un buen profesional y detallista. Habia mucho lio pero el estuvo atento en todo momento. Gracias.

Tiene una espectacular terraza con unas vistas de Madrid impresionantes. Los cócteles están muy bien preparados y presentados.

Solo he dormi do una noche para ir a visitar El entorno habitaciones limpina grande y muy bien desayune bien to manos unos vasos en terraza y unas tapas El camareros simpatiquiso y agrada le buen precio y al lado del Monasterio si vuelvo al escorial sin dudar me que do hay

Las habitaciones, la nuestra era triple, amplias y limpias, pero la cama plegable horrorosa. Se clavan los muelles y fue imposible dormir.
El restaurante increíble, el camarero único lo llevaba TODO, y es un máquina! Podía con barra, mesas y terraza. Aunque debería tener algo de ayuda, y más que era viernes noche. La recepción súper amable.

Muy bién.
Limpio, buen trato, al lado del Monasterio, buen desayuno.
Sin duda repetiría.