Salon Des Fleurs, Madrid

Las tartas son deliciosas y me encanta el ambiente. Las plantas y como es el local.
Es una pena que sea tan pequeño y cuesta conseguir cita y solo se puede quedar 1 hora.

La cafetería es muy bonita pero sinceramente el café no me ha dicho nada.
Pelín decepcionada, esperaba mucho más.
He pedido un café latte, un sandwich y el bizcocho de zanahoria. Lo único que me ha gustado ha sido el bizcocho.
El café nada del otro mundo, el sandwich ridículo (una rebanada de pan bimbo cortada por la mitad.)
Todo han sido 8 euros, al menos es barato.

Un salón con una armonía interior muy zen. Todas sus tartas; cupcakes; tes y cafés, maravillosos. Hay que reservar on line.

Mi experiencia más decepcionante en Madrid. Según las críticas, tenía muchas ganas de visitarnos. Teníamos una reserva. Cuando llegamos, la anfitriona nos informó que llegábamos tarde y que solo tendríamos la mitad del tiempo. Cuando presenté el correo electrónico de confirmación con la hora de llegada, básicamente me despidieron a pesar de que había mesas vacías. Hicimos el pedido después de estar sentados en una mesa pequeña e incómoda. Apenas había espacio para 2 personas. El sándwich consistía en dos trozos de pan sin corteza con un relleno mínimo envueltos en una envoltura de saran y ni siquiera cortados en cuartos. La mayor parte de la carta no estaba disponible. Demasiado caro según las fotos de Instagram. Personal grosero, comestibles caros y decepcionantes. Ahorre tiempo y dinero y vaya a otra parte.

Viajé a Madrid y este era uno de los lugares que tenía apuntados para visitar, de hecho fue el primero que fui y fue bastante decepcionante. Prácticamente no tenían casi nada de lo de la carta. Quería probar la tarta de violetas pero no había, la de cerveza negra, tampoco. En versión muffins tampoco había y los panes de espinaca y tomate no les quedaba. Eran las 11 y algo de la mañana… Al final terminé pidiendo algo por pedir y mi chico tomó sólo un café. El lugar en si es hermoso. Para visitarlo es importante reservar.

Me ha encantado el lugar. No solamente por lo bonito que es, si no por lo rico que está todo y lo excelente que es la atención. La chica ha sido amabilísima. Había poca gente y se estaba de maravilla.

Local precioso, camareras atentas y muy amables. Pedí un iced tea de frambuesa que estaba riquísimo, pero la comida me decepcionó un poco. El tiramisú no me gustó demasiado y el brownie vegano menos aún. Estaba seco y sin sabor a chocolate. Le daré otra oportunidad, pero más por el propio personal que por el producto en sí.

Quedé con una amiga allí y me sorprendió mucho el lugar. Decoración muy bonita.
Yo tomé un Matcha. No probamos las tartas, pero tenían buena pinta.
No pudimos bajar a ver la floristería porque ya habían cerrado (eran las 14h).

Un lugar con encanto sin duda

Un lugar único en Madrid, pequeño, coqueto y cuidados todos los detalles. Las tartas están riquísimas y el café muy bueno, pero la magia es el.lugar y el aroma a flores. Es mejorb reservar para asegurar una mesa.

Un pequeño salón de meriendas con mucho encanto. Los tés y tartas están riquísimos y la decoración es increíble. Si vas a ir, te recomiendo que hagas una reserva, que sólo tiene unas pocas mesas.

Espectacular sitio. Trato muy amable, tarta deliciosa, probé la dreamcarrot. Precio muy razonable. Además compramos un par de ramos de flores secas. Todo genial.

Pésimo servicio, venimos a la tienda y nos dicen que es por reserva (la que atiende pasa de nosotros) en ninguna parte detallan eso. Pedimos hablar con el encargado y pasan de nosotros, cuando pedimos el libro, recién sale el encargado.

Una floristería que parece un decorado y donde puedes tomar un té acompañando una de sus deliciosas tartas caseras. Mmm todo sabe mejor con rodeado por el olor a flores.
Por cierto si normalmente es bonito en Navidad imagínate. ¡Ah, te recomiendo reservar porque está muy solicitado.

Un lugar perfecto para desconectar de Madrid sin salir de la ciudad, porque es entrar y sentir que estás en alguna cafetería parisina. Es precioso, con toda su decoración y el olor a té y flores. Es un sitio pequeñito, pero de lo más acogedor y sus tartas son de las mejores que he probado (quiero destacar la tarta de violeta, qué delicia).

Literalmente "LA HORA del te "
Porque eso es exactamente lo que tienes, 60 minutos. Amabilidad no les falta (de ahí las 2 estrellas) pero seamos serios no se disfruta de un sitio si estás pendiente del reloj. No puedo deciros como sabe porque sencillamente anule la reserva. Tengo la copia del mensaje pero curiosamente "es confidencial". Y si lo que buscáis es la foto para Instagram cogeros una tarta de su obrador (le petit cuisine) y os la lleváis a una floristería

Nos encantó. Un lugar delicioso donde poder disfrutar de sus infusiones, tartas y del agradable olor a flores.
Sin duda volveremos

La mejor cafetería en la que he estado en todo Madrid. El gusto de la decoración es impecable. Las plantas no son falsas, porque le dan un olor esquisito al local. Las tartas están riquísimas 100%. Yo fui sin reservar y encontré sitio de casualidad. La mejor opción es llamar antes de ir para asegurarse una mesa.

Un lugar mágico? Hoy he ido por primera vez y me ha encantado. Es de estilo inglés, con referencias a Alicia en el País de las Maravillas, y tiene un toque vintage. La música suave de fondo, las flores y el ambiente tranquilo lo hacen perfecto. Al entrar está la cafetería, subiendo la escalera de caracol hay una zona con objetos de decoración y en la parte de abajo es donde tienen flores para vender. Hasta el baño es bonito! El sitio es pequeño y se llena, así que recomiendo hacer reserva antes de ir. Cuando más se llena es en el desayuno y en la merienda, entre medias puede estar más libre. En los momentos en los que más se llena puede ser difícil hacer fotos En esta época tiene decoración navideña y lo hace más bonito todavía

Ayer fui con mis hermanas aprovechando que era domingo y que nos apetecía conocer el sitio. Pero nada más entrar me dijo una de las dependientas, muy amable, que para poder desayunar tenía que ser con reserva, de hecho le pregunté si me esperaba x si se desocupaba y me dijo que tampoco. Deberían especificar en la web que sí o sí hay que reservar. Vamos, unos 45 min de trayecto en tren para nada, así que nos toco ir a otra cafeteria: (: (salí muy apenada

Palo malo.
Nos sentaron en el baño, que por mucha flor, huele.
El café quemado, el té en bolsita que cobran como si fuese una tetera entera. La camarera más borde de Madrid, el dueño un mirón sudoroso (no has visto mujeres en pareja nunca? !) y sin mascarilla.
Avispas en las tartas. Mi pareja fue valiente, y comió, yo acabé llorando de la vergüenza por haberla llevado allí en un día especial.
Vaya timo.