Taberna de Antonio Sánchez, Madrid

Reservamos dicie do que queríamos cocido y al llegar nada de nada, se nos dijo que no habrían apuntado al hacer la llamada de reserva nada de cocido y nisiquiera se disculparon.
Las torrijas muy buenas, eso si

Comi rabo de toro, no estaba muy bueno, para mí gusto el torreznos regular, lo mejor las tortillitas de camaron,

Taberna antigüa de Madrid lo que la confiere un encanto especial. Mantienen la decoración de mediados del siglo pasado. Se puede comer y tomar raciones. El servicio es agradable.

Bonita taberna, la más antigua de Madrid.
Trato correcto y buena comida.
Los callos son muy melosos, todo estaba muy bueno, torreznos, rabo de toro, carrileras y un cachopo muy sabroso.
Los postres en especial la torrija son muy
buenos.
Buena carta de vinos.

Fuimos a comer cocido y lo reservamos con una semana de antelación y cuando llegamos nos dicen que no hay cocido.
Y cuando se lo comentamos al camarero se lo dice al encargado y nos dice de mala manera, (que no hay cocido que es lo que hay)

La taberna más antigua de Madrid. La barra, las paredes y la ambientación en general te transportan al pasado.

Castizo y auténtico con mayúsculas.
Lugar recomendadisimo si buscas platos de los de antes, de toda la vida sin modernidades ni dejarse llevar por excentricidades.
Espectacular los callos.

La Taberna más antigua de Madrid tiene 200 años, su fachada habla por si sola.
Una cocina muy rica con especialidades como por ejemplo Los Callos, lo recomiendo 100x100 suave al paladar, con una textura cremosa en salsa, para mojar pan!
Cada rincón tiene su historia y la bodega que tienen en la parte de abajo te traslada a la Antigua Madrid en blanco y negro.
Si estás de ruta por Madrid, no te lo pierdas.

Atravesar la puerta es volver al pasado, a el Madrid castizo de las tabernas. Me gustó, mucho

Excelente comida y excelente trato. Además de un sitio histórico. Muy recomendable! Volveremos seguro!

Taberna más antigua de Madrid, comenzamos con un vermút que estaba muy bueno, seguimos comiendo una tortilla melosa con callos a la madrileña que estaba espectacular y terminamos, sin duda, con la mejor torrija de Madrid.
Excelente!

Pior sítio onde ja comi e ainda passei fome. Não vale a pena o dinheiro mais vale comer no indiano ou no mc.

La atención muy buena.pero picamos algo en la taberna muy justos de espacio mejor reservar para el salón

Typique et un ton largement au dessus des autres. Très bon, un peu cher. (on a quand même très bien mangé)

Un sitio antiguo, muy bien conservado. Una taberna centenaria. Buen vermut casero con comida típica madrileña. Un poco caro pero el sitio vale la pena.

Maravilloso lugar.lleno de historia. Y comer allí un lujo.
Relación calidad - precio muy correcta.
Trato de los camareros excelente.
Tal vez el pero de que fallaron muchos platos de la carta xq no tenían el producto disponible. X todo lo demás.todo genial

I was worried this would be touristy given I have been living in Madrid for a while, but boy was I wrong. It is one of the best traditional restaurants with some great twists on classic dishes. Their artichokes with foie mousse and quail egg are excellent and their tortilla is unlike anything I have had in my time in Madrid. The Rabo de Toro is excellent as well, and the grilled lettuce.

I loved the ambiance, the service and the food. This will be definitely be on the rotation, and is clearly a local favorite.

Excelente atención.una torrija deliciosa y un ambiente para admirar.con ganas de volver.muchas gracias.

Se trata de la taberna más antigua de Madrid, en el barrio de Lavapies, fundada en 1787, muy cerca de la calle Atocha. En sus puertas se aprecia su antigüedad: el número de teléfono que no empieza por 91, la oferta de torrijas a 0,25 pesetas al mismo precio que el café y un Valdepeñas a 12.
En su interior queda poco que se pueda apreciar de su antigüedad, supongo que fruto de sus constantes reformas con el tiempo.
Junto a la entrada hay una pequeña barra y unas 5-6 mesas donde tomar algo rápido y sencillo de picar. Más adelante por el pasillo, se abre un comedor con mesas más grandes y cómodas donde comer a la carta. Pero también se pueden tomar las tapas que se sirven en la otra zona. El servicio bueno: amable y rápido. Probamos el pulpo a la brasa que estaba bueno, la tortilla vaga con trufa y queso parmesano también muy rica. Los huevos rotos con jamón ok. Y las tortillitas de camarones me parecieron demasiado pesadas. Muy rica la tarta de queso. Lo mejor es que uno sale por menos de 30€

Espectacular los huevos rotos, el rabo de toro y la tortilla de patatas con callos madrileños. Para repetir. La camarera muy agradable y servicial. Muy buen precio