Taberna de Antonio Sánchez, Madrid

Si estás de turismo por Madrid no encontrarás una taberna más típica y además se come muy bien.

Es la segunda vez que vamos a la Taberna de Antonio Sanchez. El aroma histórico de este lugar te envuelve desde que entras.
De esta histórica taberna destacaría:
- platos tradicionales históricos muy bien cocinados como el rabo de toro y la tortilla de callos.
- buena calidad precio.
- lugar acogedor, lleno de historia.
- atención correcta y eficaz del personal.

Por poner algún pero, diré que a la hora del postre, si pides la tarta de manzana, en el menú pone que va a tardar 10 minutos pero el camarero te advierte que va a tardar 20 minutos. Mucho tiempo para un postre pero sí que es cierto, que la tarta llegó en 10 minutos y antes de lo esperado y estaba buenísima.

Recomendaría al 100% que todas las personas que pasen por Tirso De Molina vayan a la taberna de Antonio Sanchez.

Comimos allí un domingo y resultó una magnífica experiencia. Comida tradicional con toques actuales, en un entorno de otro siglo, bien cuidado y respetado. Todo muy rico. Digno de repetir.

Hacía mucho tiempo que no me pasaba por allí, y me ha encantado verlo como siempre. Y lo dice un nacido en la calle de las Dos Hermanas, justo al lado, en 1958. Tomé un vermú muy rico con un buen aperitivo. El trato fue muy amable y cordial. Pensé que tengo que volver a comer, porque la carta me pareció muy apetecible.

Taberna de las antiguas, con ambiente más que tranquilo y con la comida exquisita. Recomendable 200%

Taberna de esas con ese toque de siglos atrás. La verdad es que la entrada ha sido algo seca, la persona que nos ha recibido de pocas palabras y digamos "sosaino". Pero después teníamos un camarero gallego jovencito que nos ha atendido y asesorado de maravilla. Así que, en lo que a comida se refiere, pide unos callos a la madrileña, están Increíbles, los huevos rotos con jamón, el jamón pse pse. Muy del país. La torta de morcilla buenísima, las croquetas caseras también muy buenas y la torrija de postre para acabar, riquísima. Los precios están muy bien. El local todo de madera y ambientado en la tauromaquia de hace 70 años. No me he documentado pero parece que debe tener más de 200 años el establecimiento y es una taberna museo llena de objetos y fotos por las paredes. Por su cocina, recomendable y volveré.

Rincón pintoresco de Madrid. Un local con mucha historia a sus espaldas en el que además no se come mal. Merece la pena conocerlo.

Ambiente agradable, comida más que decente, pero mal servicio: acostumbrados a ser populares, no cuidan al del barrio porque tienen todos los turistas que quieren.
Dejé de ir.

Taberna con mucha historia, donde el tiempo está congelado. La carta auna platos tradicionales con recetas innovadoras. Recomendable.

Magnífica taberna. Hemos tomado unas birras y alvariño. Su piritivo molón no ha faltado. Camareros jóvenes, serviciales. Volveré. Un referente en el tapeo por Madrid.

"Después de cenar, la llevé al Antonio Sánchez, la taberna del ya fallecido famoso tabernero, torero y pintor. Un local con casi dos siglos de historia, decorado al estilo de antaño, donde si llevabas, aún hoy, una perra chica te invitaban a una torrija. “Vinos finos, de mesa, montilla y manzanilla” avisa un cartel a la entrada. El local había sido testigo de tertulias entre escritores y artistas. Si tenías suerte, unos cantaores espontáneos que allí se reunían ocasionalmente, se arrancaban y podías asistir gratis a un concierto flamenco. El caldo era bueno y cuando una chica me gustaba siempre la llevaba allí. Servían un vino de consagrar que acercaba las almas y favorecía la comunión de la carne. Nos invitaron a una copa, pero nos dejaron pagar las aceitunas. " Extracto de la novela LA DANZA DE AZULAY.
Este lugar es de visita obligada. Buen trato, buen vino y mucha solera.

En una taberna que lo que te ofrece es historia y tradición, no esperaba encontrarme un menú diario tan bien preparado y excelentemente servido. Para no perdérselo.

La atención buenísima y la cena a través del Plan B, deliciosa.
El lugar es típico de Madrid, con aspecto para turistas. Motivos taurinos y goyescos.

Un lugar fresquito, para el verano de Madrid. El interior es precioso, no le falta detalle a esta taberna histórica.
En cuanto a la comida, estaba todo delicioso. Sabores intensos, calidad abundante. No hay queja alguna. Los empleados muy buenos y atentos.
También se puede reservar para cumples y demás, la parte de abajo que es una bodega preciosa, y desde luego con el mismo encanto de cada rincón de este lugar.
Completamente recomendable.

Buena taberna tradicional, cantidades justas, precio razonable.
El local es muy bonito y tradicional, quizás lo que le falta para el 5 es tener algo más de variedad en la carta

He estado con mi pareja esta tarde, hemos recibido muy buen trato y además la comida estaba deliciosa.

Establecimiento centenario en pleno centro de Madrid, posiblemente una de las tabernas más antigua, donde podrás degustar comida tradicional y mediterránea. La comida y la cantidad han estado muy bien. Tiene un menú diario a € 12. Decoración original muy cuidada.

Taberna típica madrileña que cuenta con un servicio muy amable y eficiente. Además, la comida está excelente. Recomiendo la tortilla melosa con callos y el puerro. Y si te gustan las torrijas, no te vayas sin probar la suya.

Muy buen servicio, pedi menu y todo excelente, un trato cordial y gracias a profesionales como Domingo

Deja bastante que desear, no es lo que todos dicen, atencion regular, tapas normales y caras, solo muy bueno en cuanto a su estilo edilicio por su antiguedad