Tasca Ondarroa / RESTAURANTE A-380, Madrid

Siempre cumplen. Para bocatas, menús o lo que te apetezca. Al lado de aeropuerto y sitio para aparcar. Todas las normas covid

La verdad que bastante mal. Fuimos con el jefe y no era plan de quejarse pero absolutamente lamentable. Pedimos el menú de 17€ por el arroz del señoret, que resultó ser una pasta incomible de vergüenza, arroz totalmente pasado hecho puré, servido en una paellera con 3 dedos de grosor. Era difícil asumir que eso era arroz. Pasamos apuro pues no queríamos dejar mal al jefe. La ensalada campera del primer plato eran pimientos de colores en trozos gigantescos y bueno, buscando podías encontrar trazas a atún y huevo.
Muy nefasto.
No pongo menos estrellas porque nos atendieron muy bien, es más, permitieron que tuviéramos una sobremesa sin prisas. Pero la comida fatal

Tiene varios salones, puede elegir interior o exterior, además de una terraza enorme.se come genial Calidad precio estupendo. Me encanta

Tarde de tapeo en la terraza cubierta del restaurante.
La relación calidad-precio no está mal pero el servicio tendría que mejorar.
No parece correcto retirar platos sin haberlos terminado aunque sea para colocar los siguientes.
Seguro que poco a poco volvemos todos a la normalidad.

Es muy espaciosa, las mesas muy separadas unas de otras, los camareros bastante amables, los precios adecuados. Se aparca fenomenal. Como tiene techo y había muchos grupos numerosos, había bastante ruido y todos teníamos que levantar la voz

Me sorprendió gratamente. El servicio de 10 y la comida rica. Tiene un area infantil que se agradece si vas con peques porque por lo menos puedes cenar o tomarte algo tranquilo.

Nos dejaron desayunar con los perretes en la terraza. El desayuno genial, tostadas con tomate y jamón buenísimas, café mucho mejor que aceptable. Nos vino genial parar ahí.

Hola, es la primera vez que paro en este sitio, y para hacer un alto en el camino es ideal. Las camareras muy simpáticas y atentas. Te ponen un pincho con cada consumición bastante bueno. El aseo de hombres estaba bastante limpio.

Las camareras son super simpaticas
El dueño es un personaje de cuidado, arrogante le gritas a las camareras un sinvergüenza de cuidado
Nos quito de la mesa q teníamos un enchufe cerca para cargar el móvil y nos ponía en una de enmedio
Postres de risa, los corta para q salgan más trozos
No vuelvo ni aunque me den el menú gratis

La camarera prefieren que no te pases a comer, es desagradable y te hace un favor atendiéndote. En Cambio el camarero de la barra un tipo listo.

Un descubrimiento, las raciones y el menú diario tienen una calidad inmejorable y muy buen precio. Los camareros son súper atentos.
Luego tienen menú de fin de semana que es más elaborado, lechazo, cochinillo.me sorprendió muchísimo y es un sitio para repetir sin dudarlo.

Un lugar muy amplio y agradable, servicio atento y amable también. Quizás algo caro para la zona donde se encuentra y su acceso.

Maitre es un profesional de los servicios de hostelería, persona que lidera a sus colaboradores, etc.

AQUÍ NO EXISTE ESA FIGURA. En cambio, tienes que soportar un trato indigno y deleznable de príncipio a fin. POR EL SUJETO QUE SE CREE METRE

Un 21 de Marzo de 2019, en el servicio de comidas, llegamos al comedor y vemos a 2 camareras, intentando hacerse con el servicio, mientras (el metre) abreviatura de mequetrefe, después de 10 minutos y sin apenas mirarnos, nos aborda y conseguimos decirle que somos 2 para comer, reemprende su baile de terror y caos, y pone sobre una mesa lejana, los menús y va hacia nosotros y cual si fuésemos borregos, nos indica de manera vulgar e imperativa que vayamos a esa mesa lejana donde ha tirado los menús.

A TODO EL PERSONAL RESTANTE LE PONGO PUNTUACIÓN MÁXIMA, EN EL TRATO, TENIENDO QUE SER MANDADOS POR SEMEJANTE INIDVIDUO.

Después de intentar comer un pescado, apestoso y en mal estado, sin conseguirlo, pedimos que nos cobre y siempre de manera imperativa, suelta perlas de este tipo;

Meta la tarjeta
Meta el pin

Siempre con unos ademanes, propios de la edad de piedra, dando a todos los clientes, un trato deleznable y autoritario.
Me puedo imaginar lo que sufren sus colaboradores, con este orangután como (líder)

AUNQUE FUESE EL ÚNICO RESTAURANTE DE MADRID, NO VOLVEREMOS Y SUPONGO QUE DICHA PERSONA, HABRÁ AUYENTADO A CIENTOS DE CLIENTES, PARA BENEFICIO DE LOS DEMÁS NEGOCIOS CERCANOS.

El servicio deja que desear. 25-30 min hasta servir los platos pedidos de la carta (sin pedir entrantes) y sin que se llene el local. Las chuletitas de Cordero son chuletas de grasa, no chuletitas, y con poca carne.
En internet pone que el menú de fin de semana son 19,90€ y aquí nos cobran 21,90€. Por no mencionar los precios de la carta, que piensas que la calidad se paga, pero no es el caso de este establecimiento.
Desde luego una gran decepción.

No se puede dar 0 estrellas? Es una pena, con la buena pina que tenia el sitio. El menú es más caro de lo que aparece en su publicidad, pero el error es nuestro por pedirlo, según las palabras de cuando nos trajeron la cuenta.

El sitio genial, la terraza perfecta, castillo con bolas para los niños, hambiente super agradable y la comida? Riquísima! Un 10 al cordero y el arroz a banda, menú de domingos 22€ y genial calidad y cantidad.
Super recomendable, volveremos!

Food was ok, price was ok. Service was a little disappointing as the waitress had no idea of how big the plates were. I ordered 3 “raciones” and then she come back telling me that she’s told that the food I ordered is to much for me. Menu of the day last only until 4pm

Quedamos un grupo para comer aquí. GRAN ERROR.tuvimos que pedir dos veces pan porque 3/4 de hora para la comida. Luego pides al punto la carne y esta quemada por fuera y hace muuuu por dentro.

Para comer a diario si tienes prisa el menú esta bien, comedor amplio no con muchas esperas, tiene parking para clientes vigilado, y está bien comunicado por carretera, los fines de semana no se

Hubiera sido mejor ir al Burguer. Errores a la hora de pagar y la comida debía de venir de otra comunidad.porque casi se nos junta con la hora de cenar de tanto esperar.