Umiko Restaurante Japonés Fusión, Madrid

3 estrellas por la materia prima y la cocina, pero el servicio y el ambiente arruinaron nuestra experiencia.

Estuvimos el pasado fin de semana, celebrando mi cumpleaños. Para ello habíamos adquirido un bono de experiencia, que se trata de un menú cerrado con los platos más clásicos del restaurante. En cuanto al menú degustación, tanto el producto como la selección de los platos muy buena, aunque nos habría gustado probar algún plato más (nos quedamos algo cortos).

Lo que realmente destrozó nuestra experiencia fue el ambiente que se respiraba en la barra del restaurante, quizá desde una mesa apartada habríamos disfrutado algo. Continuamente el chef increpaba a su equipo, generando un ambiente tenso y desagradable.

Cuando decides apostar por un restaurante de estas características no esperas estar en el local deseando levantarte con tal de no sentir la tensión de los trabajadores. Una pena salir con esta mala sensación cuando la comida si destaca por ser original y con gran producto.

Ayer estuvimos cenando. El local es muy bonito y agradable, la comida espectacular posiblemente de los mejores japos de Madrid. Precio alto. Califico con 3 estrellas por el servicio. Extremadamente lento para tomar nota y para servir los platos. Una pena, un restaurante de esas características debería cuidar mucho más el servicio en mesa y ser más ágiles.

Han cambiado la ubicación, el local es más amplio y moderno. Y la comida, pues para mi es uno de los mejores. Los niguiris son para comerlos todo!

El mejor restaurante japonés fusión de Madrid. Una experiencia fantástica con explosión de sabores llenos de creatividad.

No puedo opinar de la comida, no llegamos a entrar porque no nos dejaron.
Hago una reserva a las 17: 00 de la tarde para esa misma noche.
Cuando llego me dicen que tenía que haber confirmado via email.
Es poca confirmación las cinco de la tarde?
Tengo que estar pendiente del email cuando no hay ni 4 horas de diferencia de la llamada a la reserva?
Patetico el trato cuando se les sube a la cabeza a este tipo de restaurantes, porque podían haber buscado una solución, la barra por ejemplo, que estaba vacía. En fin, no volveré.

No sabria por donde empezar ya que fue una experiencia dificil de olvidar desde que entramos por la puerta hasta despedirnos.

El restaurante es muy original, en la entrada hay un bar con una decoración especial donde puedes tomarte algo y probar una carta diferente al del restaurante que esta dentro, un entorno diferente. Nos dejamos aconsejar por el jefe de sala y el sumiller y no se equivocaron en nada, nos encanto la comida, repetire porque nos quedamos con ganas de probar toda la magnífica carta que tienen.

Todo el personal muy atento en todo momento para que no te falte nada.

Genial como siempre. Pero me gustaba más el otro local. Sería por qué alguna vez que otra se dejaba ver uno de mis cantantes favoritos de pan bendito