Villoldo, Madrid
Direccion | Calle de Lagasca, 134, Madrid | ||||||||||||
Telefono | +34 910 22 45 52 | ||||||||||||
Horas |
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Sitio web | villoldomadrid.com | ||||||||||||
Categories | Restaurante de cocina española, Restaurante de cocina castellana | ||||||||||||
Clasificacion | 4.6 39 opiniones | ||||||||||||
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Villoldo opiniones
39Restaurante imprescindible en Madrid. La cocina con calidad e imaginación. Además el personal increíblemente amables. Para recomendar
Estupenda librería de las que dejas la nariz pegada al cristal intentando ver todo su escaparate, hace 30 años ya le compraba los libros a mi hija
Gran experiencia gastronómica en Villoldo. Recomendable 100% las alubias y la paletilla entreasada. Volveré!
Tenía ganas de ir y la experiencia, por lo general, ha sido buena. El sitio es agradable y acogedor, aunque se nos torció un poco la visita porque uno de los camareros estuvo un poco despistado (nos quiso retirar algún plato sin preguntar cuando no habíamos terminado, le pedimos un par de cosas haciendo caso omiso.). La cocina es muy buena (calidad y preparación exquisitas) aunque se echa en falta algún pescado más (más aún teniendo en cuenta que había alguna cosa de la carta que no les quedaba) y un poco más de cantidad en algunos platos. A pesar de todo, merece la pena la visita.
Me alegro que sitios así sigan existiendo, pequeño y con bastante calidad. Por poner un "pero", tome una menestra de setas y había algo de tierra, pero las perdices estofadas, el cordero, las judías blancas.todo genial,
Si que diría que la tabla de quesos para 4 personas era escasa. Volveré a repetir!
Auténtica cocina Castellana, tradicional, preparada de una forma exquisita.
Restaurante familiar, dirigido por las hermanas Pedrosa.
Una estupenda materia prima como punto de partida, donde todos los platos son muy apetecibles y no se sabe cuál elegir, eso si destacan:
las Alubias blancas viudas de la Vega de Saldaña, los pimientos asados en leña, el cochinillo y por supuesto las recomendaciones fuera de carta.
Trabajan según los productos de temporada, según el mercado, con lo cual hay que estar pendiente de los menús cerrados que sacan, donde merece la pena degustar un poco de todo.por ejemplo ahora ofrecen níscalos, hongos y etc.
¡Volveremos!
Lo mejor de la huerta palentina en Madrid, calidad suprema de la materia prima y servicio muy profesional. No es accesible, pero merece la pena, cuesta lo que vale.
Estupendo todo. El tomate y los pimientos asados espectaculares. La cecina buenísima. Muy recomendable.
Resulta algo decepcionante porque de los productos de su huerta que te ofrecen, en los platos no son nada generosos. El arroz con leche espumoso con helado de avellana deben mejorarlo si es posible o por lo menos poner helado de avellana.
Muy bonita y cuidada vajilla, el servicio impecable, son muy amables y correctos.
En cuanto a la limpieza un diez
El cuarto de baño impecable
Restaurante palentino, pequeño pero muy acogedor. Con buena materia prima y mejor cocina. Mejor reservar
Comida 2 personas un sábado.
Vivo cerca y siempre me ha llamado la atención la carta y me ha generado mucha curiosidad este local ya que solo ves una mesa y unas escaleras.
Llegamos y bajamos a la planta inferior donde se encuentra el restaurante, a lo largo de un pasillo, y una barra.
Nos sentamos y aparece un pan tostadito con mantequilla. Vuela.
Un problema con los tiempos: la carta llegó pronto pero los especiales no nos los cantaron hasta después de haber decidido lo que queríamos. También el aperitivo de la casa (muy bueno) apareció 20 minutos después de sentarnos. El primer plato que pedimos tardó 40 minutos en aparecer.
Tristeza infinita al saber que no hay el plato que llevo viendo en la carta del exterior y por el cual siempre he querido venir: chipirones en su tinta rellenos de sus patas, jamón y huevo.
Pimientos rojos de "cuatro morros" asados en leña de encina, servidos con aceite de oliva virgen y escamas de sal.
Maravilla de pimientos. Un sabor increíble, seguramente los mejores pimientos que he comido en mi vida. Imprescindibles.
Alubias con hongos de temporada.
Es el plato estrella del local y no tenemos muy buena suerte pues el día está super desapacible (frío y lluvia), lo que ha hecho que todo el mundo pida cuchara. Consiguen sacarnos una media ración que aparece en dos cuenquitos. El potaje está como par lamer el cuenco, la cacerola y todas las cucharas que hayan tenido contacto con él. Brutal. Entendí el enfado de un señor sentado en una mesa cercana que venía expresamente a comer eso y ya se reviró al saber que no era posible. Ojo, que le sacaron el poco caldo del guiso que quedaba para intentar disipar su enfado.
Merluza del cantábrico a la parrilla con verduritas salteadas. Plato de acompañante y señor orquestador de la reserva.
Cochinillo asado a baja temperatura y dorado al horno, servido con la piel crujiente y chutney de frutas de temporada.
Es muy duro llegar a un sitio donde sabes qué quieres pedir desde el día que colgaron la carta en su exterior y que no esté disponible. Ya como que no quieres comer nada. Descarto pescados al no llamarme en exceso la atención y decido entre cochinillo y lechazo.
Pensar en su piel crujiente fue lo que desempató rápidamente, y no decepcionó para nada. Piel magnífica, carne muy jugosa, caldito del asado muy bueno.
Pedimos la carta de postres y ninguno nos terminó de convencer (aunque ojo esas tablas de quesos) por lo que ¡la cuenta por favor.
84,5€ en total muy llenos, todo muy disfrutado, calidades muy altas en los productos catados. Homenajillo recomendable.
Comida excelente y con platos originales u muy bien cocinados.
Relacion calidad precio aceptable.
El servicio atento y bien dirigido por Mercedes.
Es un restaurante pequeño cuco y acogedor. Muy bueno hemos estado muy agusto. Se come muy bien.
El local no está con el look de moda, pero como lo importante es la comida. Es delicioso con verduras de temporada naturales hechas con gusto. Que más se puede pedir.
Restaurante pequeño y muy acogedor especializado en comida palentina. Tomamos una menestra se setas de temporada muy ricas, además de unas croquetas (estas más normales). También pedimos el lomo bajo de ternera que estaba espectacular. El lechazo muy rico también. Sin lugar a duda repetiría. La atención del personal fue exquisita.
Local pequeño, bien decorado, acogedor y cómodo. Es muy agradable ir a comer/cenar aquí. Vinos buenos, comida de calidad, carta ampliada. Sin duda una buena opción a tener en cuenta.
Todo el proceso de reserva fue genial y muy atentos.
Cocina riquisima con una elaboración muy cuidada, respetando los sabores tradicionales. El local es acogedor pero algo pequeño. Los abrigos no tienes donde dejarlos y pedimos que nos los guardaran
Restaurante que hay que como era y visitar si se viene a Madrid alguna vez. Comida tradicional castellana, muy sabrosa. Trato exquisito por parte del personal. Necesaria reserva con antelación ya que el local es algo pequeño. Precio medio-alto, pero lo vale.