Mar de Fulles, Castellón

El sitio precioso. La experiencia fatal. La primera noche no dormimos x culpa del aire acondicionado q no puedes regular tu desde la habitación y nadie nos hizo caso para poder apagarlo. Morimos de frio! La noche de antes de ir (a la 1 de la madrugada) nos dicen q había q pagar más del importe por lo q yo había reservado xq el niño era mayor de 3 años.perdón? Y lo peor es q no responden al teléfono, ni responden al mail para poder atender la queja.super descontenta cn los dueños xq el chico q había allí, Raúl era un encanto.

NO VOLVERÉ A IR A "MAR DE FULLES" NI REGALADO. Voy a intentar resumir esta mala experiencia con el hotel.
Si bien, la mayoría de los trabajadores, (no todos) dentro de sus posibilidades, fueron educados e intentaban buscar soluciones, el jefe (como llamaban al señor Juanma), no se preocupó en absoluto de las quejas, que desde el primer día tuvimos. Su actitud era despotismo total pues hasta en una de las ocasiones entró a recepción, donde la chica solo nos decía (comunicaré todas vuestras quejas) y aún escuchando eso, no tomó cartas en el asunto. El último día, sí que le escuché, (con mi última queja), un "lo siento. " pero un lo siento sin soluciones, no es lo siento. Es un venga, déjame el dinero y vete. Que ya vendrán otros. Esa sensación se nos quedó.

No voy a enumerar todas las quejas (muchas) porque se me iría mucho tiempo y ya bastante disgusto tomé en los 4 días que estuvimos hospedados.
Sí que me gustaría comentar que a una de las compañeras, que también le expuso su queja a él directamente, cuando se volvió y dio un par de pasos, la llamó ESTÚPIDA. Esto ya fue el colmo.
No volveré a ir a este lugar lo tengo muy claro.

El lugar, como naturaleza está bien. Voy a puntuar bajo, porque por el trato, no merece más puntuaciòn.

Una verdadera pena.

Un entorno natural y privilegiado, la comida espectacular la verdad que hemos comido muy a gusto

Las habitaciones escasas.no tienen tv por el tema de que es un sitio para el descanso y tranquilidad, entramos a la habitación y no habia calefaccion hasta después de comer que la encendieron, en el wc no hay bide y el secador de pelo malo que ni te seca el pelo, te cobran hasta por respirar, el pan 2€, el aceite 2€ (que te lo ponen ellos en un tarrito no te dan ni el aceitero), el agua 4€ una botella, cerveza 4€. Y si pides vino ya ni te cuento lo que se puede subir.

El menú de temporada son 26€ Si pides el menú degustación son 36€ y súmale si quieres pan, aceite y la bebida aparte.

El desayuno nos ha parecido un poco pobre.

El sitio es una maravilla porque está en plena montaña pero los precios caros para lo que es el hotel.

Nuestra estancia fue regular.
Empezando porque la piscina estaba sucia y sin preparar (tumbonas sin colchonetas, telas de las camas sin poner, y espacio un tanto descuidado).
Las chicas que trabajan allí nos dijeron que ya había acabado la temporada y que no iban a poner nada… nos tocó llamar al dueño y nos subieron unas colchonetas.
En general, el espacio es tranquilo, con buenas vistas pero el servicio deja mucho que desear.
El precio de la cena nos pareció excesivo (38€ sin bebida).

Fuimos con un grupo y la experiencia con el trato de la mayoria del servicio puso muchos "peros" a nuestra estancia.
No creo que escatimar en cosas tan esenciales como el pan en las comidas y desayunos (solo dos pedacitos por persona), en poder llevar un poco más de café y leche a las mesas (se convierte en una odisea que no tiene solución), hay veces que todos los platos del menú se encuentran servidos a la vez (por lo que la comida está fría y el desbarate del servicio hace imposible tener un plato caliente en un tiempo aceptable).
Podría seguir enumerando cosas que creo sinceramente, el grupo no se merece y un hotel de esta categoria y con su filosofia, entiendo que debe mejorar muchísimo en atención a futuros clientes puntuales.

El sitio tuvo que ser espectacular cuando abrió. Pero está todo muy descuidado. Piscina un poco sucia, hamacas oxidadas, Chambao y telas para sombra un poco rotas, mesas desvencijadas, jardines y césped poco cuidados, maderas rotas por falta de mantenimiento. Durante nuestra estancia de dos días se fue la luz 4 o 5 veces, por lo que el aire de la habitación se desconectó y pasamos un poco de calor.
Aunque estuvimos super a gusto. Para desconectar total! Camas super amplias y cómodas, igual que el baño. El desayuno espectacular! Personal muy atento y amable.

Buen sitio para relajarte en medio de la nada. La piscina muy bien y las habitaciones lo mismo. Eso sí, por lo que pagas el desayuno al menos se podría esperar algo más, pero solo por poner un pero

Es una auténtica pena lo que pasa con este sitio. El emplazamiento es precioso y las instalaciones, sobre el papel, también.
El problema viene con la evidente falta de mantenimiento e inversión. Hablando en plata: el/la/los dueño/a/s no pone ni un euro más del necesario para que el hotel vaya tirando.
En primer lugar, será ecosostenible, pero la instalación fotovoltaica está mal dimensionada o bien tiene averías y no se reparan, lo que provoca constantes cortes de energía. Esto es: ratos sin luz, sin agua corriente (la bomba de agua no funciona sin electricidad), climatización capada (se pasa en verano bastante calor).
Cuando ocurren los cortes encienden un generador de gasoil (¡toma ecosostenibilidad!) que aparte de la ironía que es, provoca un ruido bastante importante. Sales a pasear por el bosquecillo que tienen de árboles protegidos y escuchas de fondo el generador. Desde la habitaciones parece que no pero se oye también.
Total, el tema de la energía un despropósito. Leyendo reseñas anteriores se ve que esto lleva siendo así mucho tiempo y no lo solucionan. Parece algo propio de un país en vías de desarrollo, la verdad. La excusa de la sostenibilidad no cuela, esa instalación no funciona correctamente, no hay más.
Otros temas de mantenimiento/limpieza: paredes agrietadas, piscina con la bomba estropeada, muebles de tela en piscina y comedor con manchas, telarañas en interior, ennegrecimiento en la ducha, apliques metálicos del baño oxidados, etc. No es que estuviese sucio como tal, pero en un hotel 4 estrellas te esperas otras cosas.
Otra cuestión: la cobertura y el wifi. La cobertura en el hotel es muy muy mala, en general es como no tener. Esto no es culpa del hotel claro, pero es que tampoco hay wifi. Únicamente hay wifi en un rincón de la recepción, y va bastante mal. Mal para cualquier cosa, hasta mandar un whatsapp. He leído algún comentario del dueño creo que de hace un año diciendo que iban a poner más repetidores para solucionarlo. A fecha de hoy esto no ha ocurrido.
Por otro lado, también se vende como hotel ideal para parejas en algunas webs, o como lugar de retiro y relajación. Bueno, esto es bastante relativo. En nuestra estancia de 5 noches, la totalidad de las noches tuvimos una o incluso dos criaturas a cada lado de la habitación, con sus consecuentes gritos, lloros, etc. También te los encuentras en las mesas de al lado en desayunos, comidas, cenas, piscina, etc. Esto no es culpa del hotel como tal, pero lo cierto es que de retiro y relajación tiene muy poco durante demasiados ratos.
Las comidas y cenas muy buenas, pero el desayuno es absolutamente decepcionante para un hotel 4 estrellas. Tostadas con aceite y tomate, algo de embutido y queso, algo de fruta, un minibizcocho y una bebida. No eliges (solo la bebida), no puedes tomar zumo (de botella) y café a la vez (supongo que pagando más si), todos los días igual. En fin, que estaba bueno, pero no esperéis un buffet donde elegir al gusto y poneros hasta arriba, nada más lejos de la realidad.
El personal muy amable y muy majo en todo momento, de esto cero quejas.
En resumen: el sitio tiene muchísimo potencial y pero da toda la impresión de que la falta de inversión en el mismo lo va a echar a perder pronto. Una auténtica pena.

Necesitaba unos días de descanso y de desconexión, justo eso es lo que nos hemos encontrado en Mar de Fulles.
Nos quedamos con los paisajes, la piscina con vistas infinitas, la gastronomía y por supuesto, el trato recibido por el personal del hotel.
Me ha encantado la ubicación, a 45min de Valencia y a 20 min de la playa y rodeado de montañas.
Ha sido un fin de semana muy completo, de relax, desconexion y gastronomía.
Ya tengo mi lugar de escape!
Muy recomendable!

El hotel esta bien, aunque le falta un poco de mantenimiento. El enclave es bonito y comimos bastante bien, algo caro pero aceptable.

Nuestra experiencia fue regular ya que un día nos despertamos con un dinámica de grupo de unas 40 personas enfrente de nuestra habitación, no es el mejor plan de tranquilidad que uno espera. Por otra parte un día por la noche tuvimos cena con espectáculo ya que el camarero y la cocinera decidieron resolver los problemas con el dueño a gritos con la visible incomodidad de los que estábamos allí comiendo.

Quizá todo esto fue algo puntual pero sin duda arruino nuestra experiencia y nuestros días de vacaciones.

Antes de sentarme en la mesa, ya estaba sorprendido, habían huertas de los productos que iba seguramente a probar en el menú, mientras estaba comiendo veía como algún cocinero que salía al momento y recolectaba los ingredientes que estaba apunto de probar. Todo esto viendo un paisaje de montañas, realmente espectacular. El espacio invita a disfrutar de la compañía y de una gastronomía local y muy agradable, sin duda repetiremos más de una vez.

La verdad fue todo una sorpresa de lugar, encantador, tranquilo, de cocina me sacaron un arroz con pato de 10 madre mía, la verdad todo genial, chicos muchas gracias por hacernos pasar bien el fin de semana, volveremos.

Poca cantidaf, precio elevado y la camarera pobre iba loca con tanta gente. 30 min hasta que nos tomaron nota de la comida.

Nos quedamos dos dias en el hotel y desayunamos, comimos y cenamos alli. Lei quejas sobre las cantidades y en nuestro caso no nos quedamos con hambre, las cantidades eran las justas, el dia de la comida que nos pedimos un arroz con pato y verduras casi no nos lo pudimos acabar. Todo buenísimo, mis favoritos la vieira, arroz, salmon.y con unas vistas increibles, que mas puedes pedir? Repetiría sin dudarlo y no dudaré en recomendarlo. El servicio impecable.

Un lugar muy tranquilo, muy bien situado para descansar, se come muy rico y con muy buen servicio. Solo la cobertura del WiFi no está bien en las habitaciones, y como un sitio muy alejado de la población NO hay buena señal de teléfono (o es la compañía que tengo yo)

Es un sitio sensacional ubicado en un paraje increíble. Desde que llegas te envuelve el silencio, la paz y la tranquilidad. Te vas completamente recargado. El servicio es de diez, su equipo de profesionales hacen que todo sea fácil y está estudiado al detalle. Eso si, la comida es deliciosa, no os perdáis comer o cenar allí por que es exquisito. En definitiva UN DIEZ

Estuvimos una noche alojados tranquilidad y limpieza y muy buena cocina, pero el mantenimiento exterior es deficiente

Ambiente excepcional, cuidan todo al detalle. Estuvimos en una comida con amigos muy agradable. Los camareros muy atentos y la comida acorde. Tienen una terraza exterior donde puedes tomar el aperitivo antes de entrar a comer.

Lovely, tasty food from the campo, beautifully presented. Great service and overall ambience too. We loved it so much we simply had to return!

Estuvimos super a gusto, un lugar para desconectar. La comida súper saludable y rica. La piscina en verano es envidiable. Los apartamentos son tranquilos y cómodos.