Alright, Madrid

Espectacular comida, servicio y relación calidad-precio. Hay que dejarse aconsejar y escuchar "los fuera de carta". Repetiremos y repetiremos y repetiremos.

Es el sitio más importante del Barrio del Pilar y se comenta que es el mejor restaurante de carne y hamburguesas de todo Madrid. La única pega es que suele estar lleno y tienes que reservar con bastante antelación, pero merece muchísimo la pena. Todos los platos de la carta llaman la atención y, si la pides, hay también una carta secreta. Entonces viene el dueño y te la explica. Tienen platos muy interesantes como nigiris con papada de cerdo flameados con un soplete, súper ricos. También pedimos un solomillo inglés y un burrito ibérico. Todo muy sabroso y encima en grandes cantidades. La relación calidad/precio es increíble y el trato al cliente es inmejorable. Sin duda te quedas con ganas de volver y probar platos nuevos.

Tras años de búsqueda de restaurantes donde ir con mis amigos cuando viajo a Madrid, por fin encontré el lugar. Ya no voy a Madrid si no puedo reservar en el sitio antes.
Nachos chimichanga son los mejores que he probado en la vida, y las costillas. Si hicieran las cumbres diplomáticas en este restaurante ya habríamos conseguido la paz mundial hace años.

Llevábamos tiempo con ganas de ir pero, cómo hay que hacer reserva y suele estar lleno, hasta ahora no habíamos tenido sitio. Al final, fuimos entre semana que es más fácil.
Bueno, nada llegar nos atendió Pepe, muy amable y simpático, y enseguida nos conquistó. Gracioso pero no pesado, amable pero no empalagoso. Genial. Nos hizo recomendaciones sobre la carta y nos contó la "carta secreta". En seguida, al saber que era nuestra primera visita, nos hizo algunas recomendaciones.
Los platos fueron llegando como debe ser, en orden, sin amontonarse unos a otros y permitiendo una buena experiencia de cenar sin prisa, disfrutando de cada plato. Comida casera de calidad.
La camarera que nos atendió en la mesa, y que nos preparó la costilla que veis en la foto, era muy simpática y enseguida hizo buenas migas con los niños.
Nos fuimos encantados y con la clara sensación de que volveremos. Ya estamos deseando que vengan a vernos algunas personas, a las que sabemos que también les va a encantar, para ir de nuevo a disfrutar juntos. Recomendable 100%

Restaurante de comida americana de muy buena calidad. Todo lo que probamos estaba delicioso, y el trato del personal es muy bueno, además a un precio moderado.

Una de las mejores experiencias de restaurante que recuerdo. Para empezare, tiene dos turnos (20: 39 y 22: 00, al menos en sábado para cenar). No suelen aceptar reservas aunque al final conseguimos una a las 8: 30, pero avisamos de que llegaríamos un poco tarde porque salíamos a esa hora de espectáculo. Nos comprometimos a terminar a las 22: 00. Efectivamente, sobre las 20: 45 nos llamaron y les dijimos que estábamos de camino. Ya en el restaurante, tenían nuestra mesa lista. El sitio es pequeño y coger sitio es realmente difícil. El local está decorado con un aire a EEUU años 50-60. Muy desenfadado, como dicen. A partir de aquí, todo fue un espectáculo. Los camareros nos ofrecieron la carta y las opciones fuera del menú. La presentación de los fuera de menú fue tan atractiva que decidimos pedirlos todos. Y acertamos. La comida fue realmente fuera de serie. Disfrutamos de todos los platos. Platos imaginativos, creativos, con una amalgama de sabores ingeniosa. Un despliegue de sabor realmente rico (al menos para mí, que en esto del paladar, hay mucha variedad). Otro punto a destacar es la exquisita atención y amabilidad de los camareros todo el rato. Realmente no había sentido una cosas así antes. La cuenta no me pareció particularmente cara. Fuimos 3, pedimos una ensalada de tomate burrata (espectacular) como entranta, los tres especiales fuera de carta, dos refrescos y una caña, y un postre (cheescake). Todo por 63 euros. Salimos sobre las 22: 05 dejando una importante cola de gente esperando para el segundo turno. En resumen, una gran experiencia que pienso repetir pronto.

El sitio es para enamorarse. Queríamos ir desde hace tiempo y se ha convertido SIN DUDA ALGUNA en mi sitio favorito en Madrid.

Los platos en carta tienen muy buena pinta, de hecho probamos el burrito el cual tal como lo describió el dueño más que un burrito es un BURRAZO.

Luego tienen los platos fuera de carta, no os quiero arruinar la sorpresa, pero es indispensable que preguntéis por ellos. Platos super originales y deliciosos a precio de restaurante normal.

Solo me falta hablar de la atención, los camareros superatentos y los dueños que siempre andan por ahí mucho más, muy afables y cercanos, de lo mejor del lugar.

Si no habéis visitado el Alright no habéis conocido Madrid.

Este restaurante sirve las mejores costillas de Madrid, con mucha diferencia.
El trato es de precio superior y la tarta de queso es de otro mundo. Pondría más estrellas si las hubiese.

Un buen restaurante, aunque pudiera parecer un restaurante americano mas, no tiene nada que ver. Dejate sorprender por los platos fuera de carta. Hay que reservar varios días antes, más si es fin de semana cuando se quiere ir a comer. Los camareros rapidos, resolutivos y agradables.

TODO RIQUÍSIMO: se nota la calidad de los platos (casero), con el toque especial de la casa. Cualquier cosa (entrantes, carne, pollo) todo exquisito. Todo el personal, tiene una amabilidad y vocación por el cliente: por atender y servir para que te sientas como en casa, y lo consiguen. Un sitio y ambiente distino, que merece la pena visitar: no te arrepentiras

He ido varias veces y esta todo espectacular; buena atención y precios razonables. El falso risotto es de lo mejor que he probado y las hamburguesas son épicas!

Muy recomendable. Las hamburguesas, las costillas y el costillón son espectaculares. Además, hay que preguntar siempre los fuera de carta, que sorprenden y rara vez te equivocas.

Muy bueno! He ido por primavera vez y ha sido una cena disfrutona. ¡¡Tienen Estrella Galicia! Patatitas con queso y bacon muy especiales. La hamburguesa Nebraska muy buena con carne de black angus y una salsa muy poquito picante que le da un saborazo espectacular. El postre de limón muy guay. Y el cheesecake brutal.pero la decoracion de dulce de leche como no me gusta. Le resta un poco. Pero al que le guste está fantástico. Muy buena elección porque además los camareros son buenos.

Alright es un restaurante en pleno barrio del pilar que presume de ser uno de los que encontrar mesa es más complicado de todo Madrid.

Tiene una potentísima carta basada en la mejor cocina americana pero su verdadera maravilla es la carta secreta con la que te tentarán para que pidas todo.

La amabilidad de su dueño es extraordinaria y la comida excelente. De la última visita destacaron sus excepcionales burritos de costilla sopleteada en la propia mesa.

La relación calidad-precio es además extraordinaria. Si aún no lo conoces no tiene excusa. Ve a probarlo ya.

Puntos fuertes: extraordinaria comida, genial su carta secreta.

Puntos débiles: estando en el centro lo petaría aún más.

Precio: 20-25€/pax.

Esta y otras reseñas las encontrarás en nuestro Instagram, @madridbocados. Con las mejores fotos y más detalladas críticas. Hasta el próximo bocado.

Hamburguesas que no son hamburguesas exquisitas platos fuera de carta muy interesantes, pero que costillas. Excepcionales! Visita para amantes de costillas. Personal muy amable y atento

Mis amigos y yo somos muy fans de los restaurantes de comida americana, y tal que un día como ayer nos decidimos a probar este nuevo sitio por recomendación de conocidos.

La verdad que por encima de todo, lo que más he de reseñar es el excelente trato por parte de los camareros y la chics que nos atendió; muy atentos en todo momento y una simpatía sobresaliente.

Respecto a la comida, pedimos unas croquetas de jalapeños (muy ricas por cierto), unos nachos (caseros y también bastante ricos), unas bacon and cheese fries (sin más.sensación de grasientas por su gran cantidad de queso y corteza gratinada tipo lasaña.no me llamaron la atención), una hamburguesa (carne sobresaliente pero en general nada que nos llamase la atención como para situarla por encima de otras muchas competentes ya probadas), y unas costillas con una salsa con 8 meses de preparación cuya sensación al paladar era mas de grasienta y excesiva salsa que otra cosa (muy empalagosas).

Los postres muy buenos eso si, pedimos un sorbete de mojito riquísimo y una tarta árabe fuera de carta como de milhojas de crema con almendras muy buena.

El precio un poco excesivo quizás a mi parecer y el de mis compañeros para lo ofrecido.

Como digo, un restaurante americano más en la capital.

Tuvimos un problema hace un par de viernes en una cena que hicimos alli y que no salió todo lo bien que esperábamos, y es el único sitio que me han llamado para disculparse. Por tanto, cambio el comentario y vuelvo a mantenerles la puntuación excelente de siempre.
A parte de los platos tan ricos y variados, y el servicio tan atento que suelen prestar habitualmente, es de valorar que cuando se equivocan sepan rectificar y disculparse por ello.
Volveré para quitarme la espinita del último dia.
Muchos restaurantes de renombre deberían aprender un poco de este establecimiento en muchos sentidos.
Un abrazo.

Restaurante de estilo americano, todo limpio y bien decorado, estaba muy bonito.
La atención ha sido buena y todo lo han servido ágil.
Mencion especial a la hamburguesa y las costillas alright que estaban muy ricos.y hemos probado unos nachos dignos de mencion, diferentes a los de otros sitios.
El precio no ha estado mal, entre 30 - 40 € por cabeza.
No le pongo cuatro estrellas porque la cuenta ha venido hecha un desastre y porque nos han puesto alguna cosa que no hemos pedido y lo han cobrado después.

No soy objetivo y lo reconozco, pero considero que es el mejor restaurante de comida americana en el que he estado. Comida casera riquisima y trato inmejorable.

Hay platos que están muy bien pero otros son normalitos (ej. Los dallas fingers) y por tanto caro para lo que ofrecen. La atención, o se pasan de atentos (un poco agobiante) o todo lo contrario. En esta última vez no coincidía el precio de la carta con la factura. Fue solo menos de un euro de diferencia, pero aún así.