Biblioteca Regional Joaquín Leguina, Madrid

Fui a un concierto y me encantó, he ido en diversas ocasiones y las actividades son muy buenas.

Edificio público totalmente infrautilizado, NO es una biblioteca, es un archivo solo para consulta, no es de libre acceso y no tiene salas de estudio y dicha información no está debidamente indicada en su web. El personal es poco profesional y la amabilidad brilla por su ausencia.

Como ya se ha comentado anteriormente es una biblioteca donde "no se puede estudiar solo consultar". Ah, y no se prestan bolígrafos

Es un interesante edificio (o complejo de edificios) de estilo ecléctico en ladrillo en la antigua fábrica de cervezas El Águila, en la barriada de Delicias, detrás del Cercanías. Tiene una sala de estudio, con notables y un tanto estrafalarias restricciones, y una sala de exposiciones. Una parte de los fondos sólo son consultables con autorización especial. En la sala de exposiciones he visto una exposición sobre el arquitecto y restaurador Moya Idígoras, bien planteada, y que permite conocer una figura aparentemente secundaria y retraída, pero que participó en mucha arquitectura de la primera mitad del siglo XX, sobre todo en Madrid.

No entiendo que no se puedan prestar libros la verdad, ¿Qué clase de biblioteca es? Me parece un uso bastante inútil la verdad. Muy bonita por fuera pero espacio perdido a lo tonto, ya que si quieres leer sobre alguna especialidad que haces te vas allí todos los días o cómo va esto? No lo entendí la verdad me parece ridículo destinar dinero a este tipo de instituciones públicas.

El edificio en si, es una joya de la arquitectura industrial de primeros de siglo XX, pues es el de la fábrica de cervezas El Aguila. Actualmente aloja esta biblioteca y también se realizan exposiciones y conferencias.

El curso de historia de Madrid es excepcional. Los profesores, unos grandes historiadores.

El edificio y el espacio de la biblioteca es chulo, pero:
1) tienes que dejar tu mochila y tus pertenencias en las consignas de entrada. 2) El wifi funciona muy mal.

Precioso edificio bien restaurado. Varias exposiciones que las varían bastante y son muy especiales. Buena atención del personal.

El complejo de la biblioteca es fantástico, es la antigua y remodelada fábrica de cerveza el Águila. Un espacio para exposiciones muy bueno. No conozco la dotación de libros pero iré de nuevo a ver más exposiciones y mirar algún libro interesante.

Biblioteca de consulta con el fondo más completo de la Comunidad de Madrid. Eso significa que es un centro enfocado a la conservación y por tanto pensado para estudiar los materiales en la propia biblioteca, sin retirarlos. Pese a lo que se lee en otras reseñas, sí se puede acceder con ordenador y cuaderno, y también se pueden fotocopiar o fotografiar los libros (excepto aquellos que tienen restricciones de copia, que son pocos). Lo que no está permitido es utilizar el espacio para otra cosa que no sea consultar sus fondos, como por ejemplo leer libros de fuera o estudiar tus propios apuntes y nada más. Si necesitas documentación para una investigación o material para preparar oposiciones, es un sitio perfecto. Si buscas solo una sala de estudio, hay muchas otras en Madrid.

El personal es amable y eficaz, las salas son tranquilas y el fondo es muy completo, me da pena que reciba mala nota solo por ser una biblioteca de consulta.

Hoy he tenido que acudir por motivos profesionales a la sección de la Hemeroteca. Gran profesionalidad en el personal y gran rapidez en el suministro de los fondos solicitados. Recomiendo una visita al complejo situado en la antigua fábrica de El Águila y ánimo a utilizar sus fondos y visitar sus exposiciones. Gracias al personal de la Institución por su amabilidad y profesionalidad.

Dejando de lado la legislación ncional y los muchos manifiestos internacionales, y limitandome a la ley 10/1989 de la CAM sobre bibliotecas, donde se da definición de biblioteca regional (art. 18), la misión de la biblioteca, a parte de reunir y conservar, es también difundir. No entiendo como se pretende difundir la información contenida si no se permite entra ni con un cuaderno. Dice que la sala es solo de consulta, pero en la misma ley (art. 8) se definen las prestaciones básicas, que incluyen lectura en sala, que es otra cosa de consulta. Además ¿como se diferencia consulta de estudio? Esta y más preguntas kafkianas se pone el usuario de esta joya de la CAM, cuando le dicen que no puede entrar con un cuaderno de apuntes porqué allí se va para consultar los textos de la biblioteca ¡pero sí que puede pasar con un ordenador. El problema está en la gestión: todo el mundo es capaz de asegurar la conservación cerrando el espacio al público. Una buena dirección debería tener capacidad de garantizar el uso de las colecciones, es decir su ESTUDIO, y al mismo tiempo reunir y conservar (como pasa en bibliotecas de otras latitudes). Esta situación es tan ridícula y contraria a todo sentido común y tendencia, que tiene los días contados, y defenderla sólo procurará razón para avergonzarse en futuro

Además de biblioteca, alberga salas de exposiciones temporales de acceso gratuito. Hay taquillas que funcionan con monedas de 1€.

Me atendieron muy amablemente, buscaba un libro y aunque no tenía apuntado la signatura, me ayudaron en encontrar el libro. Me proporcionaron la signatura del libro por si voy otro día a estudiar.

Al igual que una opinión anterior, que no había leído hasta decidir publicar mi decepción con un espacio público que se administre de esta manera, me sorprendió lo expulsivo de la biblioteca. Necesitaba estudiar unas horas en medio de un viaje, la biblioteca vacía en agosto, me dicen que si no consulto materiales no puedo entrar (lo cual es ridículo por lo fácil de saltar la condición), salgo impactada por el absurdo, a buscar un lugar exterior para poder estudiar con mi ordenador, encuentro una galería techada muy amplia y me siento en el suelo con mi mochila y ordenador. No tardan en salir, entiendo que dos funcionarias, a decirme que no podía estar ahí, les pregunto que por qué (entiendo que las bibliotecas son espacios públicos y que respetando reglas de silencio, no había inconveniente (salvo para la refinada vista de las funcionarias, poco acostumbradas evidentemente a que la bilioteca esté abarrotada de estudiantes), les explico que sus propias reglas no me dejan entrar a estudiar a la biblioteca, algo absurdo, me dicen que es un "lugar de paso" (recuerdo contexto: agosto 11hs, 36º, nadie en la biblioteca). Les digo que no obstruyo paso a nadie, no solo por lo grande del espacio, sino porque "no pasa nadie", pero en sus canónes debía no tener pinta de escaparate la imagen. Me invitan a sentarme en unos bancos de lata al rayo del sol, mi nivel de respeto por la humanidad impide contestarles probablemente como era procedente, a las autonombradas reinas de la biblioteca.me retiro una plaza a estudiar, no sin antes reflexionar con otro trabajador sobre el absurdo de expulsar a una persona que necesita unas horas un espacio para estudiar, con una biblioteca vacía en pleno agosto. Diría que es un símbolo más de la decadencia de los bienes comunes, tristeza.

Estupenda exposición de Salinas, la biblioteca enorme y tranquila con estupendas rampas tanto la biblioteca como el archivo ubicado enfrente

He ido el otro día a investigar y hay mucho ruido por parte de los trabajadores. Se les oye hablando en un tono bastante alto de temas personales y sin tener en cuenta el silencio que se supone debe haber en una biblioteca. Usuarios a los que les suena el móvil o mensajes y nadie les llama la atención. Una pena que un lugar tan bonito y con tantos recursos no esté a la altura en lo más básico.

No se pueden sacar libros, sólo es de consulta. Los horarios son súper reducidos, la función de la biblioteca es existir, sólo eso. No es un lugar para los estudiantes.

La Biblioteca Regional de la Comunidad de Madrid es un edificio singular. Antaño fue la fábrica de cerveza El Águila. Aun recuerdan los más mayores los fuertes olores producidos por la fermentación, en un barrio que por entonces era industrial desde la calle del General Lacy hacia el este, y residencial hacia el oeste. El proyecto de reforma del edificio lo salvó de la ruina, compaginando a la perfección la adecuación a los nuevos usos con la conservación de la esencia de la edificación. Por fuera es hermoso, pero no dejéis de visitarlo por dentro. Tiene una cafetería al aire libre interesante, y salas de exposiciones. Para los curiosos, en honor del presidente de la Comunidad de Madrid que sacó adelante el proyecto, Joaquín Leguina, medio en broma se conoce a este edificio como "El Leguidou".