Charolés Restaurante, Madrid
Direccion | C/ Floridablanca, 24, San Lorenzo de El Escorial, Madrid |
Telefono | +34 918 90 59 75 |
Horas | 13:30-23:30 |
Sitio web | www.charolesrestaurante.com |
Categories | Restaurante, Restaurante mediterráneo, Restaurante de cocina española |
Clasificacion | 3.6 48 opiniones |
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Charolés Restaurante opiniones
48La mejor carne que he probado jamás: sólomillo de vaca charolesa. Todo espectacular. Fama bien ganada. Su cocido de mil y un vuelcos no te lo podrás terminar
Relación calidad precio pésima.
Calidad mediocre de los productos y de su elaboración, calidad del servicio en función del camarero que te toque.
Si te quieres dejar una pasta por una calidad mediocre de los productos y un servicio de idéntico nivel, es tu sitio.
Buen sitio, coqueto y agradable. Buenos productos y buena atención. Volveremos en septiembre a probar el famoso cocido madrileño.
No respetan la hora de la reserva; aperitivos caros no solicitados; el servicio no está a la altura del precio.
Llamando el día anterior, nos fijan la hora de la reserva a las 15: 15 ya que tienen 2 turnos de comida, y nos sentamos a la mesa a las 16: 05 (50 minutos de espera). Nos traen el típico aperitivo (consomé y queso para untar) que luego cobran (9.2 € para 4 personas). Sirven los platos principales de 1 en 1 (varios minutos) y el último salpicando la salsa sobre un comensal (yo). Tras indicárselo (si no lo hago se hace el despistado) me traen varios ungüentos que no son eficaces. Estaré toda la tarde luciendo lamparones. Poco activos y resolutivos: de un lugar con esta fama y precio se puede esperar cierto interés.
Buena cocina, platos bien presentados y en raciones abundantes.
El servicio muy profesional.
El restaurante es confortable y elegante, y la terraza donde comimos muy agradable.
Las alcachofas y el bacalao eran una delicia. También probamos manitas, steak tartar y pato.
Pero nos pareció un poco caro, la verdad.
Hemos venido muchas veces para comer, merendar, etc y nunca defrauda! Todo buenísimo, el trato bueno, y muy bonito!
En las fotos: tomate rosa, migas.
Con gran pena tengo que decir que la cena fue mala, mala. El sitio muy agradable, pero desde el primer plato notas sabores raros y piensas que eres tú que no estás fino, pero se confirma con el siguiente y entonces ya piensas en que no te siente mal la cena, y vas y aciertas: hoy estoy fatal del estómago y con diarrea. Nada sabia descaradamente mal claro, si no no lo hubiéramos comido, pero son esos sabores que no sabes si es por la calidad del producto, la preparación o que acaba de pasar los limites para presentar en la mesa. Lo dicho, hoy enfermos del estómago. No volveré.
Reservamos el Gran Cocido en este restaurante porque supuestamente era muy bueno.nada más lejos de la realidad. Empezamos con un trozo de chorizo duro como una piedra y una patata bañada en aceite, para continuar con una sopa que de cocido no era. Era una sopa mala y recargada a sabor de pastilla de las baratas.
Cualquiera que sepa cocinar un cocido, nota con la primera cuchara que se mete en la boca, que esa sopa no es la que debe hervir por horas junto a los huesos, el pollo, los garbanzos, el morcillo, el tocino etc, que lleva un cocido.
Continuamos con los garbanzos que a la legua se nota que son de conserva, a los que les han echado un chorro de aceite para adecentarlos, pero los garbanzos como tal, no contenían tampoco el sabor que deberían tener de haber sido cocinados con el resto de carnes y verduras que lleva un cocido a fuego lento.
Posteriormente le siguió un desfile de carnes que a pesar de haberlo pagado a precio de oro, no te puedes llevar.
Los días de cocido son los lunes, miércoles y viernes, así que no me cabe la menor duda de que lo que va sobrando durante la semana, se lo cascan al siguiente que viene, de lo contrario, por qué no puede uno llevarse lo que ya ha pagado a gran precio.
Para rematar, me pasé la noche con vómitos a pesar de no haber comido nada más que el "gran cocido del Charolés", que lo único que tiene de "gran" es el nombre, el precio y el timo.
Lo único que mereció la pena fue el vino, y eso no es mérito del Charolés, sino del Pesquera que elegimos nosotros.