Estado Puro, Madrid

Sinceramente muy mala atención no aconsejable para nada no vuelvo en la vida más de media hora esperando para al final tener que irnos

Es pecimo servicio 20 minutos esperando y nunca nos atendieron ni diendoles que estábamos hay afuera en la terraza con 3 meseros adentro

Vergüenza el tamaño de la tosta y la calidad de la comida. Ha perdido mucho de lo que fue en sus inicios este sitio

Un servicio absolutamente decepcionante, con un trato maleducado y completamente inapropiado por parte de uno de los camareros y del encargado del local. No volveremos.

Pésimo servicio y maleducado del camarero Cristofer y del encargado Cristian. La torrija con sabor a pan rancio y los baños sucios, no, asquerosos. No volveré y hoja de reclamación porque el camarero, encima te saca el dedito haciéndote la peineta. Que pena que tiren tu prestigio por la borda, Paco.

Trato muy desagradable y chulesco por parte de algún camarero, incluso del encargado. Café y torrijas muy malas

Con ganas de merendar, mi amigo y yo tomamos pan de cristal con tomate y té de menta. El primero estaba ligeramente tostado y fino, por lo que era una proporción equitativa de puré de tomate y pan. Había un toque de ajo y se podía ver un ligero chorrito de aceite de oliva sobre los 6 trozos y pequeñas motas de sal. ¡Fue el beso del chef perfecto! Ordenaría esto nuevamente. Sencillo pero fantástico.

El camarero del pelo teñido, de los peores que he visto hace tiempo. Maleducado, prepotente y poco profesional. Pedimos gambas rojas (congeladas y pequeñas) y tras solicitar toalla húmeda para las manos nos dice que allí no se usa eso y nos trae una maceta con servilletas de barra de bar. Patético. Pedimos una copa de Ribera y nos dice; aquí no tenemos, sólo Rioja. Tira los platos en la mesa y carece de una mínima empatía con el cliente. Imagino que será rentable ante la cantidad de guiris que pasan por allí y les atiende con poquísima amabilidad y rapidez para doblar un turno de mesa, en espacios súper reducidos que compartes casi mesa con otros clientes. Nosotros somos de Madrid y puedo asegurar que no volveremos a comer allí. Guia Repsol daros una vuelta por el sitio y recalificad por favor …

Mala experiencia.
Solemos comer en Estado Puro siempre que venimos a Madrid y habíamos tenido buenas experiencias excepto hoy, que el camarero ha sido bastante maleducado.
Llegamos a las 14: 15 y preguntamos al camarero de barra por una mesa para comer, nos indica amablemente que le preguntemos a su compañero, así lo hacemos y nos responde:
- "solo me quedan para comer estas mesas (señalando a las de la entrada donde había tres sin ocupar), ni me esperen" y se da la vuelta resoplando.
Si estás lleno, entiendo que no me puedas atender, pero no me digas "ni me esperes", y si estás solo para atender a todas las comidas y no llegas a todo, díselo al jefe o afíliate a un sindicato, pero al cliente le dices algo así como: "lo siento, no tenemos mesa".

Me ha sorprendido que siguiera este camarero aquí, porque en nuestra última visita nos llamó la atención la forma en que malvendía los platos, diciendo cosas como: "las patatas bravas son bravas normales, sin más. No tienen nada de especial".

Pedi una piña colada y me trajeron una limonada (sin alcohol), por 12€.
El sitio acogedor, limpio y bonito.

Estuvimos comiendo muy bien. La comida estaba muy rica (tortillas, tartar de salmón, patatas bravas diferentes, ensaladilla de langostinos). El servicio muy atento.
El lugar un poco apretado, al estar en un sitio muy céntrico y turístico supongo que aprovechan cada espacio.

Que te cobren 2,50€ solo por sentarte me parece un abuso, aunque pongan pan y servicio.
Para cuatro personas nos pusieron 3 cachitos de pan y una minibolsa de picos.
La comida estaba buena en general, cara pero buena.
Pagamos la ubicación del lugar principalmente

Nos tomamos un café con leche mi mujer y yo, nos cobraron 4,90 por cada café. Un robo en toda regla, una vergüenza.

Me sumo a otros clientes que han escrito que es un robo en toda regla 2 cafés con leche dentro, no en terraza y ya servidos, sin preguntar como queriamos la leche, si caliente o templada: 9 EUROS.

Este puente hemos estado en Madrid y callejeando, paramos a tomar algo de casualidad, no podíamos beber a palo seco jajaja, pedimos un Bocatín de calamares en pan de cristal y brioche de rabo de toro, BRUTALES! Hubiésemos pedido más cosas y ya cenar ahí pero el precio es algo elevado, aunque nada qué decir porque la comida un 10 y el servicio bien también

Precios altos para mí han perdido lo que fue, hay sitios mejores no muy lejos, camareros profesionales pero bordes.

Hemos ido a comer. Alcachofas con huevo, buenas, pero frías, Huevos rotos con gambas, frío. El pan tenía saber rancio. Croquetas, bien y la tortilla de patata, muy regular.
El servicio muy amable, pero nos ha parecido todo un poco chapucero para ser de Paco Roncero.
Los platos venían sin cubiertos para servir.

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Un buen sitio que me agradó muchísimo. El joven que nos atendió amabilísimo y eficaz. En otros locales, cafeterías y restaurantes, el personal lentísimo para todo, tomar la comanda, servir y cobrar.
Lo único que me molestó un poco fue el bullicio del local y las incomodidades por la situación de la mesa. Con un puñado de años menos no me hubiera importado.
Si volviera a Madrid por unos días repetiría.

Very disappointing. The food was not tasteful and was overpriced. The service was terrible. There were flys runing around our steak. Not recommended at all.

El homenaje a la tortilla de patatas es una tortilla francesa con algo que dicen que es brandada de bacalao y unas patatas de bolsa. La zamburiña hay que desenterrarla de una masa dura y seca.
Buen aire acondicionado.