Il Tavolo Verde, Madrid

El sitio es muy bonito. Pero 14.50 por una racion de humus con crudites y pan de masa madre.
El pan es de súper, de congelado a la tostadora un par de tostás cortadas en triangulitos. Las "crudites" solo son unas mini tiras de calabin que crudo da bastante asquito. Donde está la zanahoria? El pepino? Poner que es calabacin que al menos seria honesto. Y el mini bol de humus.en fin. No vale ni la mitad es plato (que dios lo haga).
Y el camarero también tenía poca sangre y ganas. No volveremos

El local está decorado con encanto y delicadeza y es agradable y original, pero no está justificado el precio de la cuenta para lo que dan. Se tiene en cuenta la zona que es, pero la carta es limitada, el producto servido fué bastante básico, sin delicadeza en la preparación, y con calidad normalucha, tartas del montón, tostadas echas sin esmero alguno.y la atención normalita tirando a seca, es decir, sin justificativos para volver más de una vez, sinceramente

El ambiente bonito y la comida buena, pero el precio era excesivo para el tamaño de las raciones, y el servicio algo lento. 30€ por cabeza sin postre y con agua, y apenas nos hemos saciado. Yo bajaría los precios o subiría el tamaño de las raciones, o una combinación.
Pedimos hummus y nos pusieron el equivalente a una rebanada de pan para tres cuando en la mesa de al lado había el doble en la misma ración para dos. Pedimos más pan y nos pusieron una rebanada cortada en cuatro tiras. Podéis ver el precio en la foto

Tranquilidad: si quieres relajarte y pensar un poco en ti. ¡este es el lugar indicado! Ambiente y música relajantes, ubicación bien cuidada y personal muy agradable y amable. Calificación 10

Un ambiente espectacular con antigüedades preciosas en venta.
La tarta de pera muy recomendable.

A pesar de que el trato no sea el mejor y que el precio sea alto, el sitio lo sigue valiendo. Bueno para hacer un brunch o tomarse un café cuando no está muy lleno.

Decepcionante. Carísimo. EL local es precioso, eso si, con mucho estilo, pero en absoluto insonorizado, imposible una conversación tranquila. Precios abusivos, no puedes cobrar 16 euros por una berenjena, sin rellenar, solo metida al horno (estaba algo dura) con una salsa insípida por encima, por muy orgánica que sea. Ni 5,50 por una simple copa de vino blanco normalito. 61 eurazos por dos platitos dos cervezas una copa de vino y un cuenco pequeñísimo de humus que nos cobraron a 15 euros. Un timo para instagramers, que eso si, las fotos les van a quedar ideales. Para no volver.

Café y restaurante en la calle Villalar cercano a la Puerta de Alcalá y Serrano.

Es uno de los cafés más especiales en los que he estado en mi vida! Todo aquí es increíble!

Para empezar el propio establecimiento es absolutamente precioso: la piedra, las columnas, el ladrillo visto, las vigas, la entrada, los muebles, el suelo.

Otra particularidad es que son un estudio de decoración y sus muebles están a la venta, estos son antigüedades de cualquier parte del mundo.

Sirven deliciosas tartas caseras, tostas, bowls, zumos, infusiones,, pero aparte son también restaurante con platos orgánicos y con productos de proximidad, como ensaladas, hummus, quiches, pollo,

El ambiente es mágico, sin duda es uno de los cafés más especiales de Madrid.

Restaurante con un encanto particular que hace que quieras volver. Comida orgánica deliciosa elaborada con mucho mimo. Sin duda 100% recomendable

Un sitio muy interesante donde comer y el servicio muy bueno. Recomiendo el arroz y la tarta de pera

En serio?
¡5,50 euros por un té! A mí, sinceramente, por mucho Barrio de Salamanca que sea y por MUY BUENO que esté me parece un auténtico robo.
La chica encantadora, la comida buenísima, pero 5.50 por un té es para sentirse estafada.

Ambiente muy agradable, lugar alternativo fuera de lo común. Comida rica y sana. Personal muy amable. 100% recomendable

Local muy agradable con una carta sencilla y bien elaborada. Precios elevados para el tipo de comida.

Una sorpresa en nuestra escapada a Madrid. Cerca del Retiro, este pequeño restaurante llamó nuestra atención por su bonita decoración y un ambiente tan acogedor. El trato del personal muy bueno. Y la comida muy rica. Hemos probado el Quiche de puerro y mozzarella, la Pasta con calabacín asado, burrata y pesto y el Arroz basmati con curry, verduras y pollo de corral, cafe y de postre la tarta de chocolate. Sitio muy recomendable

El sitio es peculiar y diferente pero.la comida que no merece el precio (alto) que tiene. Poca cantidad y sabor normalito.
Cañas a 4.5 euros, cafés a 4 euros y ración diminuta de tarta a 6.5 euros. Precios desorbitados.
Ya no hablamos de lo que tardan en servirte y el trato del camarero. Bastante mejorable.
Sinceramente, no volveré y no lo aconsejo.

Me gusta ir a tomar el brunch y leer y se agradece la tranquilidad que hay. Personal majísimo

Ningún motivo para volver.
La carta más corta que me he encontrado nunca. La comida fría y sin gracia. Los precios, sin entrar en detalles, desorbitados. Me fuí con hambre y con la sensación de que me habían tomado el pelo.

Un lugar bonito de verdad, con un cuidado que se nota en la decoración y en la comida. A mi parecer, muy bien hecha y con mucho cariño y criterio.

El vino que me recomendaron me encantó, la quiche muy muy rica, ni que decir del café y la tarta de chocolate que estaba espectacular.

Ya lo tengo como uno de mis lugares preferidos de Madrid. Enhorabuena a todo el equipo.

La decoración es muy bonita y diferente, con muchas piezas que puedes comprar, así como los cuadros.

La música que ponen es maravillosa y el lugar es muy acogedor.

Tomamos un martini y un vino blanco, pagamos 11 euros.

Tienen carta para comer muy apetecible.

Los camareros son muy simpáticos.

Lugar peculiar, velas en las mesas, antigüedades, prácticamente todo lo que hay en el local está a la venta. Tiene poca fachada pero es muy alargado. La carta de comidas es muy reducida, sin carnes ni pescados, solo un plato de pollo. La atención normal, la justa, y en conjunto nos pareció algo caro, además no tuvimos suerte con la asignación de mesas, teníamos reserva y nos pusieron a tres en una mesa pequeña, más apropiada para dos personas creo, y llegaron unas chicas sin reserva y las sentaron en una mesa más grande, que llevaba vacía desde que llegamos ‍️. Los aseos necesitan una actualización.