Oficina de Correos, Leganés

Publican en web y teléfono que sábados abren de 9 a 13. Hoy sábado 18 de enero a las 11 de la mañana la oficina de pza del Salvador cerrada. Llamo a correos y me remiten a oficina de arroyo culebro que lleva 6 meses cerrada. Servicio pésimo

Casi una hora para recoger un paquete que el repartidor directamente no ha querido dejar en mi casa, cuando he estado esperando sin salir de ella. Sistema ineficiente, no vuelvo a comprar nada que se entregue con correos

Con las elecciones y todo, 1hora esperando para recoger una carta, cuando la entregó el papel a la señora no entiende la letra del papel que el propio personal de correo me dejó en el buzón, la digo pues yo tampoco la entiendo y me dice si no se de que se trata, obviamente no, sino Leo lo que pone, se mete a buscar la Carta otros 10 min, vuelve y no la puede encontrar porque no entiende lo que pone, y ahora que? Saca una copia del papel y que ya me llamarán y a casa. 1 hora y cuarto esperando para nada, 2 días después otro papel en mi buzón esta vez escrito al ordenador y ya se entendía. Que tengo que ir otra vez a correos a esperar más tiempo para que me entreguen la dichosa carta. Que pasen todo a ordenador y dejen de escribir, que tenemos mejores cosas que hacer que perder el tiempo esperando por culpa de escrituras que no entiende nadie.

No soy objetivo con ellos porque habré recibido 1 paquete de cada 20 sin exagerar, pero quitando a los repartidores de lado (que correos vive de la paqueteria y sigue entregandola por la mñn) y k son una empresa pública ineficiente pero barata, a lo que me lleva a escribir esta penosa reseña es a las señoras que trabajan en la oficina.iré atualizando: 3 visitas y en 2 de ellas sencillamente fatal muy variado.

Siempre que he ido a esta oficina el personal me ha atendido con corrección, con amabilidad y con eficacia. Quienes dicen que son lentos y que atienden mal o jamás han estado aquí o son de esa clase de imbéciles que se dedican a hablar mal de los empleados de servicios públicos por alimentar el lugar común. Es ese tipo de gente que mira a los demás por encima del hombro y que a mí sólo me producen repugnancia. Por el contrario, personal magnífico, trabajador y competente.