Restaurante la Isla, Rascafría
Direccion | M-604, Km.31, Rascafría, Madrid | ||||||||
Telefono | +34 680 46 13 28 | ||||||||
Horas |
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Sitio web | www.restaurantelaisla.eu | ||||||||
Categories | Restaurante, Parrilla, Bar restaurante, Taberna, Restaurante de cocina castellana | ||||||||
Clasificacion | 3.5 74 opiniones | ||||||||
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Restaurante la Isla opiniones
74Muy buena comida y buena de precio, ofrece aparcamiento con la reserva y está en un entorno precioso
Excelente atención y un precioso lugar, me ha gustado mucho. Además, el paisaje es para enmarcar!
Es raro que me de por escribir una reseña sobre un local pero creo que lo merece. El resumen es. PAGAS POR EL APARCAMIENTO, EL ENTORNO Y LA TERRAZA. Si lo que quieres es poder aparcar en días de gran afluencia a la zona, es tu sitio, pero no esperes ni demasiada amabilidad ni una cocina de nivel. Lo que más me ha llamado la atención son las croquetas de boletus; ¿dónde estaban los boletus? Realmente eran croquetas de calabacín con bechamel, sin más. A ninguno nos pareció atisbar ni un poquito el sabor a la seta. La sopas caseras pero tampoco nada destacable aunque la sopa castellana estaba muy subida de sal y de comino. La carne bien, sin más. Lo mejor el vino. Por último decir que es una pena no poder entrar con el perro en la terraza.
Buena comida en un entorno agradable. Muy buen trato del personal. Los boletus muy ricos. Para repetir
Los refrescos muy ricos, pero nos dejaron encerrados con candado en el parking aún cuando nos habían asegurado que no tendríamos ningún problema en salir. Además nos recomendaron ver la puesta de sol en el puente de la angostura. Total, una broma de mal gusto.
Fuimos al río, no al restaurante pero agradezco que dejen aparcar en su parking, de otro modo sería imposible acceder a la ruta. Lo digo porque wn restaurante que está justo antes, viniendo desde cotos, solo permite aparcar a clientes.
Sitio agradable al lado del río, comida fabulosa, trato super bien, totalmente de acuerdo con no aceptar perros, volveremos
El sitio es precioso, y la comida bien sin más. La carne por lo q he leído y me ha pasado, no es su fuerte. Lo del punto les da igual. Yo he pedido chuletas de cordero muy hechas y me las han traído muy crudas. Y por cierto, en julio 2021, se aparca solo si reservas y cuando acaban de dar las comidas sobre las cinco o las seis, cierran el aparcamiento, así que olvidaros de dar paseos por la zona, a no ser que lo hagáis muy rápido y en verano sobre todo no apetece salir a las cuatro de la tarde con la comida en la boca. Eso me parece fatal y hace que no haya vuelto desde hace un par de años que adoptaron esta medida. Que además no entiendo muy bien porque el aparcamiento es un trozo de campo que toda la vida ha estado abierto, no sé si eso legalmente es sostenible.
Como dice la valoración de estrellas, (no está mal) buena atención y sitio agradable y natural.
La relación calidad-precio muy buena, entorno muy agradable si comes en la terraza, por el paisaje. Sólo un defecto. No puedes aparcar si no has hecho reserva. Antes el parking era público y ahora está acaparado por los restaurantes.
Comida casera de buena calidad. Menú de la casa variado y abundante. Buen servicio. El lugar, Rascafria, enclavado en un parque frondoso, la esplendida terraza donde sirven las comidas y el rio Lozoya, con sus aguas claras, forman un paisaje qué merece la pena conocerse.
Buen sitio, agradable y profesional. Se come bien sin florituras.
Sentido común del dueño ya que se puede comer tranquilo sin perros. Solo tiene malas criticas de los dueños de perros por esta razon.
Restaurante ubicado en un lugar excepcionalmente bonito, merece la pena hacer una parada, aunque nuestra última visita este sábado me decepcionó bastante, las cosas no estaban tan buenas como otras veces, imagino que el comer a las 3: 30 nos pasó factura.
Tienen platos infantiles que si bien es de agradecer y otras veces recomendaba.esta vez no lo hago.
Suelen tener variedad de ensalada con ingredientes de calidad y buena cantidad (al menos otros años)
La carne es buena aunque al no servirla en plato de barro pierde algo.
La tarta de queso muy recomendable, es casera.
Aún así merece la pena pasarse por ahí.
Enclavado en un entorno natural muy bonito, con el salto de agua de las Presillas a 500 metros, en fundamental su parking privado para poder dejar el coche en esa difícil zona sin apenas arcén.se come bien, y camareros agradables.los niños juegan a cruzar el río por un tronco caído mientras los padres comen tranquilos.lo peor, es sentarse en el centro de la terraza con la carpa de tela que no te deja ver el entorno.mejor sentarse en las mesas de alrededor.imprescindible reservar antes por teléfono.
El entorno es precioso, los camareros son súper amables, las chuletitas están muy buenas, las croquetas también están buenas, a mi el sitio me ha gustado, el precio para mi está bastante equilibrado
Descontento con el sitio. Una terraza amplia pero que cuando llegamos (y encima están vacío el sitio), nos salen y de malas maneras dicen que no admiten perros. Estando al aire libre y vacío.
Sitio idílico, recomiendo en la terraza, y la caza riquísima. Un poco lento el servicio, por poner un pero.
De esos sitios para comer un fin de semana y culminar un día perfecto.
Conocimos este lugar gracias a un amigo que nos lo aconsejó, y tras visitarlo la primera vez, nos gustó tanto que hemos repetido como tres. Se trata de un restaurante en el medio de la nada, al cual para acceder hay que cruzar un puentecito sobre un rio e introducirse en medio del bosque (de ahí parte de su encanto), pero lo mejor viene después, ya que nos encontramos con una casita la cual en su interior nos sorprende con un humilde restaurante de comida casera cuyos platos están a la altura del paisaje. No tengo fotos porque se me olvido hacer, pero en cuanto vuelva haré alguna y la subiré.
Muy recomendado.
El entorno es espectacular, rodeado de naturaleza con los sonidos relevantes del agua y los pájaros. Hay que comprender que hay un antes y un después tras la reforma que hizo el programa Marters de la Reforma que modificó la terraza exterior y gran parte de los interiores del restaurante, dejándolo muy acogedor (La parte no restaurada.no tanto). Nos sorprendió un poco la actitud de las personas que allí estaban cuando les comentamos de comer allí. Parecía no como si les estuviéramos molestando pero si una apatía extraña. La comida estuvo muy rica, el precio es razonable, no se puede decir que sea caro. Ir por allí a dar un buen paseo por el campo y rematarlo comiendo en La Isla.es una bonita experiencia.
No puedo creer que en un entorno natural, un día entre diario por la mañana, con el restaurante y la terraza vacía, nos acercamos a tomar algo con un perro de raza pequeña y nos contestan, de muy malas maneras, que no podemos estar ahí con él. Preferirán estar solos y tranquilos que atender a clientes. Al comentar la situación con otros familiares que habían hecho la ruta días anteriores, me comentan que les atendieron tan mal que no llegaron ni a sentarse y encontraron en el pueblo cercano otros sitios muy recomendables.