Restaurante La Quinta del Pardo, Madrid

Las raciones estaban ricas, servicio muy eficiente y relación calidad-precio razonable. Ahhh especialmente recomendable para los días calurosos. Se agradece el fresquito de El Pardo

No había ido nunca me llevaron unos amigos, en la terraza se estaba muy bien el conejo al ajillo y el bonito con tomate estupendo, los camareros muy rápidos en servir, tuve un problema con una prenda que se enganchó en una silla y lo solucionaron sin ningún problema, volveré más veces.

Comimos muy bien y nos atendió un camarero muy atento (Andrés). Tienes que tener suerte en escoger las mesas que sirve él, porque cada espacio de la terraza lo sirve un camarero distinto y hay otros que no son tan atentos. Os recomiendo que escojáis las mesas, entrando a la terraza a mano derecha la primera fila de mesas que dan al muro de piedra.

Por lo demás, la comida muy buena, ideal para dar un paseo y acabar de aperitivo, tapeo o el menú del día que sale a cuenta (24€ primero+segundo+bebida+postre/café).

Excelente lugar para comer con niños. Tienen un menú muy completo, el servicio en el comedor es muy eficiente y cordial. La chimenea le da un ambiente muy acogedor y se disfruta mucho. Después de comer solemos dar un paseo por el campo para disfrutar de la naturaleza.

Llevo años yendo ahí a tomar el aperitivo y a comer y siempre he tenido una buena impresión del lugar. Pero la última vez fue una decepción tremenda: excepto el chorizo todo estaba por debajo de lo aceptable, lo peor el entrecot, que definitivamente no merecía ser llamado así, era una tira de carne con nervios sin sabor —seguramente congelado. La ración de gamo que vino fría tampoco ayudó. Una pena.

Excelente restaurante para ir en familia, menú bueno y un trato maravilloso. Los camareros educados, atentos y profesionales, con cualidades que hoy en día son difíciles de encontrar. Solo puedo darles las gracias. Volveremos seguro

Terraza en sitio idílico. Un poco decadente todo y por cada consumición te ponen tres avispas. Precio de estar en medio de la naturaleza

Me negaron agua para el perro. Un sitio en pleno campo. Increíble! Además no admiten tarjeta de crédito.

La Quinta de El Pardo, Madrid tiene una Estupenda terraza gracias al entorno con la naturaleza que siempre ayuda,  ubicado en pleno Monte de El Pardo, se encuentra una buena comida casera con raciones y cocina natural, un lugar ideal para celebrar celebraciones familiares.

El restaurante cuenta con una cocina tradicional y casera, carta muy variada.

Por poner algún pero el servicio de terraza es lamentable, camarero grosero y con malos gestos para servir al cliente.

Aún así pasamos un día agradable celebrando el 80 cumpleaños de mi padre.

Las raciones son grandes y en general está muy rico todo. Pero dicen que su especialidad es el entrecot y los he comido mucho mejores.

Buena comida en un sitio agradable, la pena es que como eramos muchos tuvimos que comer separados.

Entorno muy agradable. Buena relación calidad precio. Servicio súper amable. Y genial el café ardiendo para ahuyentar avispas!

Un buen sitio donde ir a comer la ubicación muy buena una gran terraza. El trato por parte del personal muy bueno. Por ponerle alguna pega el precio del menú diario es un poco alto 17 euros. Pero la comida está buena así que un buen sitio.

Un sitio para quedar con una terraza estupenda, sombras y rodada de naturaleza. Salir un poco de la ciudad y estar relajada. Las raciones son generosas

Directamente huye. Bebidas a 3€ con revuelto de frutos secos de tapa, raciones caras hechas desde vaya usted a saber cuándo y además, trato nada profesional. Sólo se salva la ubicación de la terraza.

La sensación es que aprovechan la situación donde se encuentran. Tarifa plana de 3 euros sea refresco, cerveza o agua. En la tarifa de precios figuran. Lo que sorprende son las formas, no dan nota si no se la pides y entonces te sientes engañado. Cuando la pides te dan la foto que añado y claro no lo arregla. Cuentan los billetes delante del público sin cortarse. Es como un viaje al pasado. A mi parecer no se debería cobrar todo al mismo precio. Claro para sumar es lo más fácil.

Después de leer las críticas no tenía muchas esperanzas, pero lo cierto que todo muy bien. Andrés (camarero), estuvo, atento, simpático y profesional. Al llegar la mesas estaba al sol, y con la mesa montada nos traslado a la sombra. Otro detalle fue el tema de las abispas, que efectivamente había muchas, pero estas en el campo, nos puso en la mesa dos cuencos de café molido quemado, esto emitía un humos que auyentaba a las abispas. Tomamos dos chuletones riquísimos, también el pollo y todo muy bien. Volveremos.

Pues patético, camareros bordes no.lo siguiente 10 minutos esperando para pedir, el café malo frío y caro.atención pésima, desactualizado, tuvieron tiempos mejores.renovarse o morir

Sitio muy agradable para tomar una cervecita. Lastima que no salgan de los kikos, panchitos y aceitunas para acompañar la cerveza. Con un mejor apetitivo seguro que e tenían más y mejor clientela.

El lugar, muy agradable. Tomar unas cervezas rodeado de naturaleza, es un lujo. Sería deseable que el servicio se esmerase un poco más. Precio razonable.