Restaurante La Quinta del Pardo, Madrid
Direccion | Ctra. de Somontes a, Carr. Somontes al Palacio de la Real Quinta, km 2, Madrid | ||||||||||||
Telefono | +34 913 76 04 24 | ||||||||||||
Horas |
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Sitio web | quintadelpardo.es | ||||||||||||
Categories | Restaurante, Bar, Restaurante mediterráneo | ||||||||||||
Clasificacion | 2.9 54 opiniones | ||||||||||||
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Restaurante La Quinta del Pardo opiniones
54Te sirven en dos segundos. La comida tiene que estar hecha y no es de calidad. Unos calamares, unos caracoles o unos callos no pueden servirtelos en menos de 30 segundos. Lugar bonito en el Pardo pero de poca calidad
El lugar está en plena naturaleza, pero la comida y el servicio dejan mucho que desear (lo conozco desde hace años). Hay siempre avispas sobre los platos que no te dejan comer. Para tomar un refresco, después de visitar el palacete y dar una vuelta por sus jardines, está bien. Para algo más, mejor ir al pueblo (El Pardo). Desde luego allí, por lo menos, no hay avispas. Tuve que decir al camarero que se llevara los platos usados mientras nos comíamos el postre. Pedimos la cuenta dos veces y nos querían cobrar sin traerla escrita. Como insistí, me garabateó unas letras ilegibles y sin fecha. Os adjunto la foto. ¿Adivináis lo que merendamos? Un pan (1€), lacón a la gallega (9€), 2 cervezas 0,0% tostadas (6€) y dos bombones helados, que trajo cada uno en una mano, (5 €).
La actitud de un camarero en particular bastante brusca y pasiva. Quiero pensar que no había otro motivo extra que el de exceso de trabajo y derivados.
Siendo las 8: 00 de la tarde y teniendo dos mesas comensales en la terraza nos impiden entrar porque dice que está cerrado, no hablemos de la educación que tienen….
Fue una experiencia inolvidable, cenar bajo las encinas del Monte del Pardo, en este fresco y sencillo refugio, dejando atrás el calor bochornoso del cemento madrileño. La atención cordial, y buena la relación calidad precio de su menú clásico.
Tendría más estrellas si no fuera por el precio de las bebidas.buen sitio al que se le va de las manos los precios por bebida 3 e por un refresco. El resto de precios son correctos buena comida buen servicio.
Un entorno natural y precioso. Instalaciones un poco antiguas. Buen servicio. Aperitivos pobres. Precios 3€/consumición. En general un sitio recomendable.
Servicio pésimo, las raciones pequeñas y caras, viven gracias a la terraza, no volveré y me encargaré de hacerles la publicidad que se merecen.
Bueno.he leído comentarios sobre la atención de los camareros, y tengo que decir al respecto, que entiendo que en momentos puntuales de mucho agobio, en pocos sitios de Madrid te atienden como deseas. Mi pareja y yo estuvimos ayer y nos atendió un camarero amabilísimo y cercano. Cominos unas croquetas caseras riquísimas y un conejo al ajillo estupendo. En plena naturaleza, ambiente tranquilo y educado.estuvimos en la gloria. Pensamos repetir muchas veces.
La comida se batalla y el café y el postre no sé cómo están porque después de media hora no me ha atendido ningún camarero
Nos hemos tenido que ir
Se hacen los sordos estupendamente
No creo que vuelva
El entorno es estupendo. Pero el resto mL. Fuimos a media tarde y les debimos pillar después de la siesta todos los camareros y el cocinero adormilados en el porche. El camarero que nos atiende nos golpea la mesa con las consumiciones y nos exige el pago inmediato (solo efectivo.) 6.50 Y nada de recibos. Desgana absoluta. Alguno de los camareros siguieron en la mesa de al lado. Lo de la intimidad de los clientes no lo entienden tampoco
La terraza es un lujo para los calores del verano. Es un restaurante sencillo en cuanto a la carta. El enclave es maravilloso.
Agradable en días no muy calurosos. La comida es normalita. A destacar las croquetas y el conejo al ajillo. Pero, ojo! No se puede pagar con tarjeta
NOOOO NO VAYASSSS.
PERMITEN FUMAR junto a la barra!
Pésima atención precios abusivos, un botellín pequeño de agua 2 euros. Encima no me dieron el recibo! Sucio.
Sitio agradable, sin ruidos, hemos estado en la terraza y hemos tonado unas tapas, el guiso de gamo estaba muy rico, calamares regulares, ensaladilla malilla, lacón rico. Los precios son muy buenos
Un sitio muy recomendable lo único que le falla es a la hora de comer en verano un poquito más de sombra con unas sombrillas pero está muy bien de precio en la comida es de calidad y los camareros muy agradables y simpáticos
Sitio tradicional de Madrid con las especialidades de toda la vida. Conejo, gamo, croquetas, carnes y pescados.
Servicio profesional y rápido pese a que siempre suele estar lleno los fines de semana.
El único pero es su resistencia a admitir tarjetas de crédito y dar una factura en condiciones; inconcebible en nuestros días.
Amplio establecimiento en lugar tranquilo de El Pardo. Lástima la falta de sombra en las mesas de exterior, al menos cuando lo hemos visitado. Servicio muy rápido y correcto. No acepta pago con tarjeta.
La ubicación es estupenda, pero es lo único bueno. Coincido plenamente con las críticas negativas: los camareros son para matarlos, antipáticos y maleducados como ellos solos, aparte de ineptos. La comida bastante mala y la limpieza brilla por su ausencia. En fin, que no entiendo cómo puede haber gente que diga que la comida es buena y el personal atento y eficaz, serán críticas de familiares o amigos de los propietarios o los camareros, otra cosa no se entiende.
Era la tercera vez que íbamos a este lugar ya que nos parecía que por su precio, calidad y entorno, no estaba mal.
Sin embargo, aunque no nos afectó directamente vivimos ayer unas situaciones muy desagradables. Entendemos que estarían desbordados, pero hay situaciones inadmisibles.
Vimos como una pareja con dos niños que se fueron sin pagar tras haber pedido la cuenta hasta en cuatro ocasiones y que hubiese pasado media hora de reloj. El camarero al enterarse dijo: "qué se mueran sus hijos! "
Creemos que se puede discutir si está bien o mal, el irse sin pagar pero desde luego las formas del camarero no son las correctas.
Vimos como dos señoras, tras haber dicho en tres ocasiones y casi media hora de estancia que si las podían atender se tuvieron que ir al no hacerles nadie ni caso.
Otra señora le comentó al camarero del comienzo: "necesito que me traiga la cuenta", a lo que el camerero contestó: "y yo necesito que me deje en paz! ".
Nosotros estábamos alucinados con las situaciones vividas y a pesar de que no iba con nosotros la historia, el hecho de vivirlas, nos hizo estar tensionados durante toda la comida y con unas ganas locas de irnos.
Cuando nos pusieron los filetes, mi mujer solicitó la cuenta, para evitarnos esperas, a lo que otro camarero contestó: "tan pronto? ", mi mujer le respondió que "sí, tan pronto".
Pues después de 20 minutos de espera, le volví a solicitar, en este caso fui yo, la cuenta al mismo camarero. Tras no hacerme ni caso, me levanté y me dijo que el no podía cobrar? ¿? ¿? ¿? ¿ Cómo es posible que a una persona a la que le pedimos la cuenta antes y nos dice que tan pronto, por qué no nos dice que se la pidamos al otro camarero?
Pues bien, le pedí la nota al camarero cobrador, que era el que se había comentado que se murieran los niños de las personas que se habían ido sin pagar. Tras haberla echado, nos cobra tres panes a 1,50 cada uno, algo que no tendría tanta importancia ya que en muchos restaurantes lo hacen, si no fuera porque se llevaron un pan que no habíamos tocado siquiera. Al ver todo el cúmulo de cosas que habíamos vivido más sumado lo del pan, les pedí que me devolvieran un pan, ya que nos los habían cobrado y aunque al principio parecía reticentes, al final y gracias a nuestra insistencia, acabaron por traer el pan.
Además, vivimos como otras dos mesas se levantaron al no ser atendidas.
Creemos que actitudes así son intolerables y que nosotros podemos desquitar nuestro mal rollo que nos crearon, escribiendo esta crítica. Sin embargo, hay personas que son más impulsivas, por lo que creemos que los camareros en el futuro, tendrán algún problema si no corrigen su actitud.
Y al dueño recomendarles que cambien de camareros. Es su negocio y hemos podido comprobar que les hacen perder dinero.