Restaurante La Quinta del Pardo, Madrid

Un lugar ideal para comer con buen tiempo disfrutando de su amplia terraza al aire libre. Bastante variedad de raciones, ensaladas, carnes, pescados, postres, etc.y todo a un precio bastante adecuado. Los alrededores se prestan a dar un tranquilo paseo y si se va con niños pueden corretear y jugar en las inmediaciones del restaurante sin mayores preocupaciones. Merece la pena conocerlo. Yo repetiré seguro!

No estàn preparados para un celiaco. No hay ni siquiera una freidora para q un niño se pueda tomar un filete con patatas. Me parece indignante q por 30 euros q vsle una freidora no solucionen este tema. A dìa de hoy èsto no pasa en ningùn restaurante. Y gracias a un camarero muy amable me hicieron unas pstatas en una sartèn con aceite limpio. No lo comprendo realmente. Me quedo perplejo. Me gustaria conocer al dueño del restaurante porq creo q no està al dìa de la situaciòn.

No sé. Después de estar 10 minutos sentados en la terraza con camareros pululando alrededor no demasiado ocupados y sin que nos preguntaran qué queríamos, nos marchamos. Podíamos haber insistido, pero se nos ocurrieron otras opciones

Dos cervezas 8€ y sin aperitivo, y encima impertinente el camarero que te levantas y sale corriendo detrás por si no has pagado. Precios elevadísimos. No recomendable.

Un sitio estupendo para tomar unas tapas o comer. Tanto en el exterior como en el interior. Un paseo por la zona y luego a tomar algo a este restaurante. Sin duda alguna un lugar recomendable.

Bien para pasar el dia en el pardo. Comida decente, No cogen tarjeta. Agradable lo de la hoguerita en medio

La situación es magnífica, pero precisamente por eso necesitarian tener refuerzos extra los festivos con buen tiempo. Hay que esperar una eternidad a que te atiendan, los camareros son mayores y son sobrepasados fácilmente por la cantidad de trabajo que tienen. Tratan heroicamente de llevarlo, pero su humor como puede gustar a unos, a otros les disgustara. Tampoco les salva una buena comida, es caro para la calidad que tiene.unas verduras de bote en un plato de más de 10€ es criminal, y que no puedas pagar con tarjeta un absoluto fastidio.

Es un sitio q se ha quedado anclado en los 70s. Comida, servicio y no digamos al cobrar. Nada de tarjetas, ni te dan factura ni nada de nada. Todo en negro negrisimo.
Las raciones pasables. Se creen mejor de lo q son. El servicio muy muy regular. De merendero de antes pero con los precios de ahora.
Ventajas: q el sitio es bonito, la terraza agradable para el otoño madrileño y q sirven (cuando quieren), hasta tarde.
También admiten perros, algo q aquí hay q considerarlo algo extraordinario cuando en el resto del mundo es lo normal

No credit card accepted and the check is made by hand and obviously it was wrong. Curiously enough the restaurant advises to revise the check in a big poster which makes me assume that they know and have complaints about the checks being wrong. Either way they escape taxes because there is no registration of any of this. I wish authorities would go in and check the whole scheme these guys have going on.

Caro y malo! Parece mentira que en un lugar tan bonito no pongan algo en condiciones, no me lo puedo creer.

Un entorno ideal pero con unos camareros incompetentes, tendría más éxito renovando el personal.una pena

El bar no se distingue por acompañar las cervezas con una buena tapa, a lo más aceitunas y patatas fritas, el restaurante con el menú es razonable, la cantidad de los platos normal, de sabor mucho mejor.

Al lado del precioso palacete y jardines del Duque de Arco. Rodeados de monte ideal para pasear en bicicleta o tu mascota. Buenas carnes y ración pero ¡Ojo! No admiten tarjeta de credito.

Terrible el servicio. Magnifico el entorno. Una pena, nos marchamos tras más de 20 mint esperando sin que nos aprendieran.