Restaurante Viridiana por Abraham García., Madrid

Fantástica velada, en este restaurante de Abraham García, pionero de la cocina fusión cuando todavía no tenía nombre. Maravillosa carta (por orden de desaparición) con algunos de sus clásicos ofreciendo fuera de carta otros productos en función del mercado. Como aperitivo las lentejas, espectaculares (con ese sabor a curry de coco y lemongrass) y unas croquetas de bacalao esponjosas y sabrosas. Luego cada cual pedimos lo nuestro. Y el chef estaba muy inspirado. Una velada memorable.

Pedimos el menú y fue una experiencia maravillosa en todos los sentidos además de un trato profesional y muy agradable

Un clásico que por el transcurso de la vida de su creador tiene que cerrarse.
La comida exquisita, pero se nota que Abraham García está con la cabeza en el cierre y tiene puesto el piloto automático hasta que llegue. Una pena porque le quita brillo a tan alto emporio gastronómico.

Experiencia para recordar. Todo excelente, desde la atención por parte de los camareros como la comida. Todo buenísimo, producto de calidad, buena elaboración y presentación. Abraham nos cantó los platos fuera de carta.
Repetiré en cuanto pueda. Muy recomendable

El chef Abraham es una persona que disfruta y te invita a disfrutar, el uso del lenguaje y su prosodia te llevan de la mano por la aventura gastronómica que representa la visita a su restaurante. Es la persona más atenta que nos ha deleitado en su cocina. Los platillos excelentes, no tengo palabras para describirlos. Quiero volver mil y una veces y agradecerle lo ameno y precioso que nos hizo sentir a mí y a mi familia.

Deliciosa experiencia. Los mejores productos en una cocina sabrosa e inolvidable. Imprescindible.

Cenamos el menú degustación. 4 platos más el postre y el maridaje, salimos rodando. Estaba todo riquísimo, en especial las lentejas al curry. Sitio acogedor y muy buen servicio. Sin duda para repetir.

Alta cocina con precios razonables. Platos fantásticos, bien elaborados y con un servicio rápido y atento. Acában de cumplir 40 años en Madrid dando una calidad impecable. Por otros 40.

Desde que entras se nota que es un sitio especial y ya cuando te sientas comienza un baile de sabores y productos de calidad alucinante.
No pondría un solo "pero" a ninguno de los platos, al revés. La atención de los camareros y del propio Abraham es de 10.
Seguro que volveremos.

Quizás fui con las expectativas muy altas, pero me resultó muy caro para lo que realmente fue. La comida rica, buena calidad, pero no comimos nada que digas 'Guau! '. A lo mejor no supimos elegir bien. Creo que por esos precios hay mucho mejores propuestas en Madrid

La comida espectacular, todos los platos están muy bien elaborados, los camareros muy atentos, el propietario simpático está muy pendiente de sus clientes explicándole todos sus platos.
Bravo chef!

El dueño un encanto y la comida impresionante de rico. No se pueden perder la Sarten de huevos de gallina en libertad (vigilada) con mousse de hongos y trufa fresa. ES 100% RECOMENDABLE

Comes bien pero pagando de media un 20% más en comparación con otros restaurantes que comes parecido. Después hubo un detalle un poco curioso, te anuncian que vendrá Abraham a comentarte los platos fuera de carta (como si fuera a ser una experiencia) y luego no baja (lo mismo la mesa de al lado) Más tarde hace el clásico paseillo por las mesas, aunque en nuestro caso nos saltó.
No es para repetir.

Mi esposa y yo intentamos comer pero no fue posible. Además, ocurrió un hecho que nos dejó con muy mal sabor de boca.

Tomamos asiento y nos sirvieron un aperitivo. Y hasta en dos ocasiones nos dijeron que un tal Abraham (creo que ese era su nombre) ya bajaba a tomarnos nota. Pues bien, los minutos iban pasando y allí no bajaba nadie. Pero nadie.

Así que, tras 25 minutos de infructuosa espera, mi esposa y yo decidimos levantarnos, recoger nuestras cosas, pagar el aperitivo e irnos. Y ahora viene el capítulo desagradable. Al empezar a subir la escalera una camarera nos pregunta por el motivo de nuestra marcha, y mi esposa le indica que llevábamos 25 minutos esperando al tal Abraham, a lo que otra camarera que en ese momento bajaba las escaleras dijo "qué soberbia! ".

Evidentemente le pedimos explicaciones a dicho comentario y nos dijo, de muy malas maneras, que no estaba hablando con nosotros. No teníamos ganas de discutir. Subimos las escaleras, le comenté a no sé quien que cuidaran más las formas de su personal y nos fuimos. Eso sí, al menos, nos invitaron al aperitivo.

A mi me da igual, porque no voy a volver a poner los pies en ese restaurante, pero les aconsejo que hablen con su personal y les hagan una formación intensiva en atención al cliente y, especialmente, en la resolución de quejas o conflictos.

Ya no es lo que era carta muy corta y encima no tenían muchis de los platos.
Servicio muy poco profesional para un local con ese bagaje.

Comimos por el día de mi cumpleaños, y hasta ahora es el mejor restaurante donde hemos comido tanto yo como mi marido. La atención, la limpieza, el ambiente y sobretodo la calidad de los alimentos y la forma de cocinarlos. Es una experiencia increíble, “alta cocina de forma tradicional” lo calificaría. Recalcar que las lentejas fueron un plato exquisito.

Se vive el amor a la cocina. Tomando de base ingredientes de nuestra cultura y tradición les da un toque inspirador. Muy satisfechos.

Todo perfecto. No sabría con qué plato de todo lo que comimos me quedaría. El foie mi-cuit y el vino que lo acompaña es de lo mejor que he probado. La sartén de huevos y mousse de hongos está para mojar una barra de pan entera. Las vieiras con pico de gallo. Los postres. Todo espectacular. Sales queriendo volver para repetir y probar más platos. La atención en línea con la comida, exquisita. Al final de la comida vino el propio Abraham a sentarse y preguntarnos qué tal la comida, y nos invito a un chupito de tequila. Gracias por una experiencia completa.

Excelente género! Se nota la calidad en cada bocado. Lo mejor sin duda los huevos con crema de boletus y trufa rallada. Los amantes de los hongos deben probar ese plato.
Hemos pedido todo para compartir y nos lo han separado en dos raciones, que por cierto son muy generosas.

Excelente género y comida, un clásico que no falla. Buena seleccion de vinos. Los camareros muy amables, buen ambiente. Pongo camareros porque no vi ninguna camarera: (