Panda Patisserie, Madrid

El concepto está genial: representa los puestos callejeros de comida japonesa. No solo hay sushi en Japón. Hay una gran variedad de platos sabrosos.

Las vieiras merecen la pena sin duda. Y el postre de coco, refrescante y sorprendente.

Relación calidad-precio-ambiente correcto.
Recomendable comer en la zona de mesas bajas.

El lugar es fantástico. Ambientación japonesa y comida de verdad. Especialmente recomendable pedir takoyaki (bolitas de pulpo) y cualquier gyoza de entrantes, abren el apetito para disfrutar del ramen. La especialidad es la vieira, una delicia. El trato de los camareros es una gozada. No es barato pero merece la pena si te gusta la buena comida, eso si, no esperes encontrar sushi.

No vale lo que cuesta. Precios inflados para la calidad ofrecida. El okonomiyaki dista mucho de cualquiera que puedes comer en Osaka, demasiada salsa, el takoyaki muy muy pequeño cuando se supone que son más redonditas, grandes y esponjosas (aunque estaban ricos), la anguila con sabor a cualquier otro pescado que se puede comer.

Las gyozas bastante ricas. La carne de la barbacoa estaba muy tierna y rica aunque no deja de ser caro para lo que es.

En resumen, si este restaurante costase la mitad de lo que cuesta me parecería un precio razonable, así, no.

No es un restaurante para ir a diario por el precio de la carta, pero es genial para ocasiones especiales. El detalle de poder sentarse como si estuvieras en una mesa japonesa, pero con la comodidad de estar sentado y no con las piernas encogidas es genial, aunque a una persona grande le puede costar sentarse y salir. La calidad de la comida es bastante buena en relación calidad/precio, y el sitio está en una zona tranquila, a pesar de la cercanía de la Gran Vía. Recomendable ir (y reservar antes si es fin de semana o festivo).

Me lo recomendaron y no me defraudó. Platos de cocina japonesa buenísimos. Si andas buscando sushi no es tu lugar. El personal al servirte te explica cada plato. Lo recomiendo y volveré.

Es caro pero la comida está espectacular de rica. Les he quitado una estrella xq el camarero perdió nuestra comanda y después de casi una hora nos lo dijo.debió darse cuenta antes de que éramos la primera mesa en llegar y que no salía nuestra comida, pero reconoció su error, nos pidió disculpas y nos regalaron un plato. Volveremos.

Laa dos veces que hemos cenado nos ha encantado. Los platos son espectaculares en presentacion y te explican con detalle todo lo que llevan. La atencion de la jefa de sala hacia los clientes es lo mejor del restaurante

Comida deliciosa y estupenda presentación. La carta con poca variedad y, el día que fuimos, de seis platos, dos no estaban disponibles a pesar de ser primera hora

La comida estupenda, nos gustó todo lo que pedimos, pero además de eso nos encantó el trato recibido desde que entramos por la puerta hasta que nos fuimos, nos explicaron cada plato con detalle para que supieramos lo que comiamos.
Destacar también la calidad - precio pagamos unos 40€ por persona, sin cortarnos a la hora de pedir y con postres incluídos.
Muy recomendable, repetiremos la experiencia sin lugar a dudas.

El sitio es muy bonito y se come bien. La carta un poco cara y, la verdad, nada que sea realmente sorprendente como para repetir. No diría que la experiencia fue mala, ni mucho menos, pero esperaba bastante más de este sitio. Para ir una vez en una ocasión especial está bien pero poco más.

Camareras amables pero despistadas. La comida rica pero cara en comparación con otros restaurantes del estilo. Lo mejor: que no voy a volver. Lo peor: los roídos asientos pisados por las camareras.

Esta bien para ir una vez, pelin caro para el tipo de comida que ponen. Estár, está bien, y lo de las mesas a nivel del suelo le da un punto, pero eso una vez por la novedad y luego malasaña tiene un montón de oferta.

Estaba todo espectacular:

Nos dieron de aperitivo gratis edame, judías cubiertas con una salsita rica.

El takoyaki riquísimo, con su salsita, su bonito en rodajas, que ojo, las rodajas de bonito se movía y era gracioso, el sabor al pulpo muy bueno. (6uds 7,8€)

El okonomiyaki, fue lo que nos gustó, lo pedimos con gambas y pulpo, una exquisitez, es una tortilla típica de Osaka, que te mueres de lo bueno que está. Tarda unos 15-20 min en sacarlo porque necesita su tiempo de preparación. Pero vale la pena. (14€ +1€ (gamba/pulpo)

El Wagyu Niku, una pasada, super rico con su salsita, está guay porque cocinas tu propia carne al instante, tiene de complementos la sal gorda y unas setas shiitake, y otro dos tipos de setas, aunque me parecían lo mismo pero estaba de rechupete igualmente. La salsa dijo que era como salsa barbacoa, pero es más suave, muy rica. (23€)

Para finalizar nos pedimos de postre un sorbete llamado Okinawa! Muy original, estaba rico, estaba ácido y tenía flores comestibles. Visualmente un manjar, al catarlo es diferente a lo que suele comer. En resumen no estaba mal aunque nos hubiera gustado probar el otro postre llamado Hanami que nos les quedaban. (7,5€/8€)